La falta de espacio en institutos de FP de Cartagena limita la creación de nuevos grados pese a la demanda

Estudiar uno de los muchos grados que son ofertados en los institutos de Formación Profesional (FP) de Cartagena es casi una opción segura para encontrar trabajo. El tirón de estos títulos, cada vez con mayor número de alumnos y más adaptados a las exigencias de las empresas de la comarca, ha dejado pequeños los institutos que los imparten, sobre todo los especializados en este tipo de ciclos. Los centros integrados de formación profesional (CIFP) Politécnico, Carlos III, Hostelería y Turismo y Hespérides están al máximo de su capacidad; tanto que, pese a la creciente demanda en nuevos grados, resulta «imposible» implantarlos «por falta de espacio», coinciden distintos responsables de estas instituciones.

El que más acusa este estado es el CIFP de Hostelería y Turismo, ubicado en la calle Ingeniero de la Cierva. No se trata de un problema coyuntural ni sobrevenido en los últimos años, sino que lo arrastra desde hace casi una década. Ese es el tiempo que llevan ocupando los estudiantes tres aulas del centro asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) de Cartagena, una institución que se encuentra junto al instituto. Pese a la reforma y ampliación realizadas por la Consejería de Educación hace casi una década, es necesario la construcción de más aulas y nuevas salas de prácticas.

Desde el centro, cuyo director es Antonio García, llevan años exigiendo una ampliación en un terreno contiguo, en la calle Ingeniero de la Cierva, usado por alumnos y profesores como aparcamiento. Pero la inversión no llega. La Consejería de Educación redacta el proyecto para hacer cuatro aulas en el patio, con las que «podríamos dar algún ciclo más por las tardes», dijo García.

Pero este proyecto no acabaría con la falta de espacio, pues según García sería necesario seguir usando las aulas de la UNED. Su intención es implantar el grado de Dietética, pero sin aulas «no nos lo concederán».

En una situación similar se encuentra el instituto Politécnico. Aunque este año ha pasado a ser CIFP, una denominación que le habilita para impartir cursos de certificación para trabajadores y desempleados, «no nos han dotado de más recursos», se quejó Rosa Laborda, la directora. Las empresas le reclaman trabajadores formados en grados como el de construcciones metálicas, pero le es imposible implantar el grado. El centro se encuentra casi al 100% de su capacidad. Aun así, intentará hacer hueco por las tardes para impartirlo. Tiene 1.100 alumnos, un número que no ha variado en los últimos años, «porque es imposible crear más plazas», aseveró. Sus estudios están centrados en la rama industrial.

También echa en falta un taller para impartir clases prácticas de otro ciclo muy demandado, el de vehículos híbridos. «Es un tipo de formación que ya nos están pidiendo. Es el presente y el futuro y por eso habría que ofertarlo cuanto antes», detalló Laborda. Para ello, ve necesaria la construcción de una nueva nave en uno de los patios del centro. En este caso, la Comunidad Autónoma no tiene previsto ningún tipo de inversión para ampliar las instalaciones.

En los últimos cuatro años, casi 6.000 alumnos se han incorporado a alguna de estas enseñanzas, lo que supone un incremento del 23%. Es por ello por lo que en los cuatro centros, la organización del espacio existente es fundamental para dar servicio a los alumnos. Es lo que hace Francisco Hernández, director del CIFP Carlos III, con su equipo cada curso. Desde que fue nombra máximo responsable del centro, hace ocho años, el número de alumnos ha pasado de 800 a 1.500. «La mayoría de ellos son de los cursos a distancia, pero ya hemos llegado a un punto que no se puede crecer más; es imposible», aseguró a LA VERDAD.

Como en el resto, las posibilidades de empleabilidad que ofrecen los estudios del Carlos III es muy alta, sobre todo en las especializaciones de Informática, Comercio, Marketing y Administración. Casi todos los alumnos que salen de estos grados, según Hernández, «consiguen un puesto de trabajo». La dirección estudia implantar, junto a la Dirección General de Formación Profesional de la Comunidad Autónoma, nuevos cursos de especialización para el año que viene, sobre todo en las modalidades de bilingüe y a distancia. La falta de espacio será uno de los principales obstáculos.

La excepción es el CIFP Hespérides, especializado en la rama marítimo pesquera. Es en el único para el cual el Gobierno regional tiene un plan de modernización y ampliación. El objetivo es crecer y adaptar la formación a la demanda de las empresas, según el director, Antonio Arroyo.

El proyecto prevé una inversión de seis millones de euros, para separar las instalaciones de FP de las de ESO y Secundaria del instituto Santa Lucía. Los alumnos y profesores ya usan las nuevas instalaciones del edificio Lazareto, ubicadas en la carretera del Muelle de Navidad, para impartir los grados de actividades subacuáticas e hiperbáricas, los ciclos de acuicultura, y las actividades de salvamento y supervivencia en el mar.

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