La falta de agua obliga a los agricultores de Cartagena a reducir un tercio la producción de invierno

Tienen menos trabajo esta temporada que el año pasado por las mismas fechas, ya que los empresarios agrícolas están poniendo en producción hasta un 30% menos de la tierra, por la «incertidumbre hídrica», según el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), en Cartagena, Vicente Carrión. Esto está provocando la pérdida de numerosos puestos de trabajo, añadió.

Un ejemplo de ello se puede ver estos días en los campos que rodean las diputaciones de Pozo Estrecho, La Aljorra, El Albujón, La Puebla y La Aparecida, donde grandes extensiones de bancales están en barbecho.

Esta situación la vive Salvador Mellinas, un agricultor de 61 años de El Algar, que en esta temporada de invierno ha decidido sembrar un 20% menos que el año pasado. Él apostó para esta temporada de invierno por la lechuga y la patata. De lo primero ya tiene a sus cuadrillas trabajando en algunos bancales en la recogida. Por eso, estos días se puede ver tanto a jornaleros con los planteles sembrando, como a otros con las cajas y maquinaria recolectando. De lo segundo, hasta mayo, Mellinas no verá los frutos, que es cuando afrontará la época del año más importante para los empresarios de Cartagena. Como el resto, espera que este año le vaya un poco mejor, ya que el pasado ejercicio, más del 20% de la cosecha se perdió por los efectos de las lluvias y las heladas.

Los agricultores del Campo de Cartagena tienen previsto recolectar cerca de 170.000 toneladas de este tubérculo. De esa superficie, son extraídas además de las variedades extratempranas, temprana, la de media estación y tardías.

El problema al que se enfrentan ahora los productores de Cartagena es que no podrán atender bien a todos sus clientes en Europa. Además, temen que falten alimentos en los lineales de los supermercados y que, al final, sus compradores busque otros mercados. «Así nos cargaremos el sector y con él miles de puestos de trabajo», añadió Carrión.

La contribución total al Producto Interior Bruto (PIB) regional de la agricultura y de la industria agroalimentaria del Campo de Cartagena es superior a los 1.000 millones de euros, y genera un empleo directo a más de 41.500 personas, aproximadamente.

Por la falta de agua de lluvia y los escasos recursos que llegan del Trasvase Tajo Segura, a los agricultores solo les queda echar mano de las desaladoras, aunque el precio del metro cúbico les sale a 32 céntimos de euro de media, un coste demasiado alto de asumir si se tiene en cuenta los bajos precios que consiguen sus productos en los mercados. Ese precio es después de aplicar la subvención que llega del Ministerio de Transición Ecológica, aunque le tienen que sumar los gastos de reparto de las comunidades de regantes.

Esta situación está llevando a estos empresarios a cambiar la forma de producción y de donde antes sacaban tres y cuatro producciones al año ahora obtienen una en primavera y otra en invierno. También están poniendo en práctica otras medidas, como la plantación de barreras vegetales, la colocación de plásticos en los campos para evitar que proliferen las malas hierbas y la reducción de insecticidas.

Las restricciones a la actividad agrícola –contempladas en las medidas del Gobierno regional para reducir el impacto de la agricultura intensiva en la denominada zona 1 de la cuenca del Mar Menor, que vierte a la cubeta sur (Cartagena)– es lo que les ha llevado a poner en marcha todas esas iniciativas.

La bajada de la producción en el campo de Cartagena hasta un 30% en la mayoría de las plantaciones está afectando ya directamente al empleo. Desde las asociaciones de agricultores calculan que por esta situación se han podido perder entre el 15% y el 20% de los puestos de trabajo que normalmente se creaban por estas fechas, aproximadamente.

Pero no solo afecta a los jornaleros que viven del trabajo en los campos, sino también a los trabajadores de los muchos almacenes repartidos por la comarca, que «están echando muy pocas horas por la disminución de producto», explicó a LA VERDAD Santiago Pérez un agricultor que además es el portavoz de la Asociación en defensa de los recursos hídricos del campo de Cartagena. Detalló que en estos casos, al ser puestos de temporada, los sueldos se están quedando entre los 700 y 800 euros, «cuando tenían que estar en el doble».

Actualmente, en Cartagena y en el sector de la agricultura hay 496 personas inscritas en la lista de parados del Servicio de Empleo y Formación (SEF) de la Comunidad Autónoma. Ese dato es del mes de octubre, últimas cifras publicadas por ese organismo. Pero, los agricultores temen que empeore considerablemente y que suba el número de desempleados, no solo en Cartagena, sino también en el resto de municipios de la comarca.

A esta situación de bajada de la producción también ha contribuido a que los empresarios desde hace unos años solo puedan sacar dos cosechas al año. Creen que están siendo perseguidos y que lo que realmente «pretenden hacer es que dejemos de producir», recriminó el presidente de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), en Cartagena, Vicente Carrión.

Los agricultores del Campo de Cartagena denuncian que desde que están siendo aplicadas las medidas para reducir el impacto de la agricultura en el Mar Menor reciben en sus explotaciones, de manera continua, inspecciones de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) y de la Comunidad Autónoma.