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Lunes, 9 de julio 2018, 08:23
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Alrededor de 250 de los 1.450 trabajadores del Ayuntamiento llegarán a la edad de jubilación en los próximos 6 años. En los diez siguientes, el número crecerá exponencialmente. El Plan de Ordenación de Recursos Humanos del Ayuntamiento para el periodo 2019-2021 alerta, tras exponer estos datos, del «alarmante envejecimiento» de la plantilla. Sin embargo, en ese trienio las principales medidas que incluye este programa estratégico se centran en dotar de mayor estabilidad a la plantilla actual, mucho más que en dar respuesta a la necesidad de incorporar a personal de fuera, más joven, para garantizar la sostenibilidad y la calidad de los servicios públicos ante las bajas por razones de edad.
El documento publicado por el Boletín Oficial de la Región, con el proyecto cuya puesta en práctica aún debe ser negociada con los sindicatos, establece como objetivos conseguir una plantilla que dé respuesta a todos los servicios que se oferta a la ciudadanía, mediante un equilibrio entre la renovación y la estabilidad. Sin embargo, a lo largo del plan se habla mucho más de lo segundo que de lo primero.
1.059 empleados son funcionarios de carrera (600 superan los 50 años).
46 trabajadores del régimen laboral son fijos en el Ayuntamiento
273 personas tienen un contrato laboral no fijo con esta administración.
76 funcionarios son interinos en puestos vacantes.
Estabilización Funcionarizar a empleados laborales y dar plaza en propiedad a los interinos (2019).
Provisión Aprobar la Relación de Puestos de Trabajo, ordenar escalas y eliminar vacantes (Sin plazo fijo).
Promoción Regular la carrera profesional y el régimen de ascensos (Sin plazo fijo).
Para empezar, el análisis del personal resulta poco alentador de cara al futuro. Tres cuartas partes son funcionarios de carrera (1.059) de los cuales 547 tienen entre 50 y 59 años, mientras que 45 son fijos del régimen laboral. En situación inestable hay 273 contratados laborales, junto a 76 funcionarios interinos, que ocupan plazas que no tienen dueño. Estas personas quedaron adscritas a esos puestos de forma temporal, a la espera de que se convocaran las pruebas para su cobertura definitiva, o fueron colocados en ellas de manera discrecional y ahí se han mantenido como interinos. La ausencia de oposiciones entre 2007 y 2017 ha consolidado como algo duradero una situación que debía haber sido circunstancial.
Deshacer esta madeja de adscripciones provisionales que dura décadas, plagada de colocaciones temporales que se eternizan, centra casi todas las iniciativas incluidas en las ofertas de empleo público (OEP) de los años 2014, 2015 y 2016, cuya ejecución se ha retrasado entre dos y tres años. El procedimiento consiste en convocar concursos-oposición de plazas que, en su mayoría, acaban en manos de gente 'de la casa' (interinos y laborales) con pocas incorporaciones externas. Así sucedió con las pruebas para técnico de la Administración General (5 de 6) y con las de auxiliar administrativo (37 de 42). En el horizonte está la consolidación de 154 puestos más, cubiertos por interinos y eventuales. Son 25 de trabajador social, 26 de monitor de deportes, en diversas categorías, 10 de portero y ordenanza, ocho de auxiliar de biblioteca, seis de educador y seis más de conserje de colegio. Asimismo, hay seis de ingeniero técnico. Se trata de puestos considerados «imprescindibles en la organización municipal para la prestación de los servicios públicos», según el plan de recursos humanos. Como ya están ocupados provisionalmente, su funcionarización no supondrá un aumento de coste. De hecho, será al revés; rebajará la partida que abona el Ayuntamiento en concepto de cotizaciones al desempleo, El ahorro previsto es de 264.000 euros, es decir el 5,5% del total.
En ese aluvión de pruebas primará el mismo criterio que en los anteriores. Se impondrá de manera natural que la mayoría de los interinos consolidarán sus plazas y solo una pequeña parte serán ocupadas por personas de fuera del Ayuntamiento. Eso pese a que «todos estos procesos estarán presididos por las elementales garantías de libre concurrencia, igualdad, mérito, capacidad y publicidad», tal y como figura en el Texto Refundido del Estatuto Básico del Empleado Público.
Las modificaciones legislativas de los últimos meses permiten acometer estos procesos sin tener que descontarlos en la tasa de reposición de efectivos por baja y jubilación. Esto permite al Ayuntamiento, en principio, gozar de campo abierto para convocar pruebas que permitan contratar a más personal que refuerce los cuerpos (Policía Local) y los equipos (brigadas de reparaciones y jardines) más afectados por la falta de efectivos. De hecho, el concejal responsable, Francisco Aznar, aseguró que el Ayuntamiento estará atento para «dar lugar a las plazas de nueva creación» que sean necesarias en futuras ofertas de empleo publico «con cargo a las tasas de reposición que ordenan cada año las Leyes de Presupuestos Generales del Estado».
Pero en el plan de recursos humanos, tras la primera fase de estabilización del empleo, se propone fijar una Relación de Puestos de Trabajo (RPT) y una provisión y promoción interna para cubrir los huecos que sea posible en esa escala.
Por ahora, según reconoció el edil, solo hay convocado un concurso oposición dirigido casi en exclusiva a nuevas incorporaciones: la de 15 agentes de del cuerpo municipal de seguridad, a las que se unirán 4 de movilidad. Y encima va con retraso. Aznar reconoció, la semana pasada, tal y como publicó 'La Verdad', que se demorará, al menos, hasta el mes de septiembre».
«Este gobierno aumentó en cuatro millones de euros el presupuesto municipal de personal el año pasado y ha propuesto una subida de cinco millones más en éste, solo para pagar aumentos de sueldo, ascensos y horas extra», le reprochó la concejal del PP, Esperanza Nieto, a Francisco Aznar, en el último Pleno municipal. Él y la portavoz municipal del PSOE, Obdulia Gómez, tuvieron que admitir que era así y no pudieron hacer ningún anuncio de incorporaciones que aumenten la plantilla, más allá de las de policía.
Con menos de un año de mandato por delante, el equipo de gobierno parece conformarse con sacar adelante estas pruebas, dejar encarriladas las de los 154 puestos cubiertos ahora de forma interina y que sea el Ejecutivo de las próximas elecciones el que se ocupe de diseñar otros procesos selectivos para cubrir los huecos. Entre ellos ya se ha hablado de uno para quince bomberos, que es dudoso que dé tiempo a convocar.
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