Un estudio avala «el buen estado» del caladero de Cartagena y que es innecesario recortar más días de pesca

La investigación se centra en especies como la merluza, el salmonete, la cigala, la gamba blanca, la gamba roja y la gamba de altura, precisamente en las que la Unión Europea cree que están más amenazadas en el litoral mediterráneo. Y en todas ellas, excepto en la primera, indica que gozan de buena salud y con una cantidad óptima para la reproducción y mantenimiento de la especie.

«Lo que no nos pueden hacer es quitarnos días de pesca sin haber hecho ningún tipo de estudio sobre la zona donde nosotros faenamos. Imponen los recortes a ciegas, de ahí que hayamos encargado este análisis, para demostrar cómo está nuestro caladero», indicó el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Cartagena, Bartolomé Navarro. Las conclusiones serán remitidas al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por parte de la Comunidad, para hacer presión en Bruselas y «demuestre lo innecesario de continuar con los recortes», según Navarro.

Este documento ha sido elaborado durante el último año en aguas de la Región, desde Cabo de Palos a Águilas, por el doctor en Biología y experto en recursos marinos vivos, pesquería y medio ambiente Pedro Martínez Baños. Será presentado mañana en una reunión que el consejero, Antonio Luengo, mantendrá con las cofradías de pescadores. En ella, pondrá sobre la mesa los resultados y medidas para intentar lograr que los pescadores se queden, al menos, con los días de trabajo que tienen ahora.

Antes de que Europa comenzara con los recortes, la media anual de días de faena era de 220, dependiendo de cada embarcación. Al aplicar la ley, la mayoría de los barcos se han quedado ya con un promedio de entre 166 y 170 días, «algo ya casi inasumible», dijo Navarro, y que les deja «al borde de la quiebra». La restricción en 2020 fue de un 10% de las jornadas asignadas. A ello se le sumó la del pasado año, que fue del 7% y la de este, un 6,5%. En 2023 podrían ser otras diez jornadas. De seguir así, los días de pesca podrían bajar hasta los 140 a finales de 2024, último año de aplicación de la medida conservacionista comunitaria.

El documento lleva aparejado otro informe de detalle sobre las posibles actuaciones que los pescadores podrían implementar en sus trabajos para preservar más el caladero donde faenan alrededor de una veintena de barcos de arrastre de la Región, la mayoría de Cartagena. Este tipo de pesca es la más afectada por las medidas de la Unión Europea.

El arrastre de fondo es una modalidad que consiste en que un barco remolca una red que en contacto con el fondo captura especies marinas, las cuales son retenidas en la parte final de la malla: el copo. Faenan entre los 50 y 700 metros de profundidad. Así el estudio propone como alternativa a este sistema, «el empleo de una malla de mayor tamaño con rejillas separadoras». Se trata de una técnica que supone un «incremento de la selectividad» de especies, ya que reduce la mortalidad de ciertas clases de peces y crustáceos (en concreto de los individuos pequeños, con capacidad de alcanzar tallas óptimas para la reproducción). También permite «apreciables beneficios para la recuperación de los recursos pesqueros y de la pesca».

La investigación propone el uso de este tipo de técnicas, porque, entre otras cosas, tiene un reducido coste de inversión para los armadores, es de fácil manejo para la tripulación, tiene un mínimo impacto medioambiental y lo que es más importante, no merma la calidad del producto.

La red es denominada T90 y tras las primeras pruebas por parte de los pescadores de Cartagena, estos la ven idónea, pese a que recoge una menor cantidad de especies. El sector confía en que Bruselas tome nota de esta situación y no aumente los recortes el próximo año, «porque con 140 días se hace imposibles mantener los negocios», concluyó Bartolomé Navarro.