Juan Alemany, director de Sabic: «Esperaremos dos años para ver si retomamos la producción de Ultem»
«Paramos la planta por la bajada de la demanda de plástico ultrarresistente y porque han salido productos sustitutivos del fabricado en La Aljorra», asegura el responsable de la planta de la multinacional fabricante de plásticos de última generación
Desde que cogió las riendas del complejo químico de La Aljorra hace cuatro años, Juan Alemany (Salamanca, 1965) vive estos días su peor crisis. El ... director de la planta de la multinacional fabricante de plásticos de última generación, Sabic, una de las industrias más importantes de la Región, tendrá que hacer frente, a mediados de este año, a una de sus decisiones más difíciles: suspender la producción de una de sus plantas, la de Ultem, la que fabrica plásticos ultrarresistentes, y echar a la calle a 92 trabajadores. En las cuatro factorías de este complejo de Cartagena tiene empleados a 750 obreros. Confiesa que no es plato de buen gusto, pero el «mercado es el que manda».
–¿Qué argumentos dará a los trabajadores sobre el cierre de una de las plantas y el despido de casi un centenar de obreros?
–A una decisión de este tipo no se llega de la noche a la mañana. Se toma después de haber hecho muchos análisis rigurosos, en los que se estudia la tendencia del mercado y nuestras ventas. Es una decisión solo en base a la situación de un mercado que ahora ha cambiado.
–¿Cómo se entiende que el pasado año, en mayo, gastaran más de 30 millones de euros en modernizar, precisamente, una planta que ahora cerrará de forma temporal?
–Se trata de unos trabajos que debemos hacer cada cuatro años sí o sí. Nosotros aquí hemos estado involucrados en la decisión muy a última hora. Hay que tener en cuenta que nuestro negocio está en continuo análisis y en base a ello se toman decisiones de invertir o de desinvertir.
–¿Qué ha influido?
–La planta de Ultem de Cartagena sirve, fundamentalmente, al mercado de la automoción y dentro de él a las empresas que fabrican las piezas de iluminación. Lo que hemos notado es que hay una tendencia a la baja en la demanda del producto que nosotros fabricamos, que va destinado a elaborar faros de coches halógenos y eso está en recesión. Ahora se apuesta más por la tecnología led. Además, en cuanto a precio, cada vez es más difícil competir con los nuevos productos sustitutivos del Ultem.
«Lo que se hará en Singapur y lo que se hace en EE UU no es igual que nuestro producto»
Deslocalización
–¿Solo se destina ese tipo de plástico ultrarresistente a esas partes de los coches?
–No es para lo único, pero fundamentalmente. La gran parte del mercado de Cartagena es ese.
–¿Hacia qué países se exporta el material que fabrican?
–A todo el mundo, porque las grandes compañías de iluminación de automoción están repartidas por todo el mundo.
–¿Qué porcentaje de producción supone esta planta respecto al resto del complejo de La Aljorra?
–El porcentaje es muy pequeño, pero porque la naturaleza del producto es totalmente distinta al resto de materiales que producimos. El Ultem es muy especial, porque resiste temperaturas muy altas, por eso es un producto único, pero a la vez caro a la hora de fabricarlo. En cuanto a prestaciones está en lo más alto de la pirámide, pero tiene un uso muy limitado.
–¿De cuánto tiempo será la suspensión de la producción?
–La suspensión será de, al menos, dos años. Durante ese tiempo estaremos a la espera de ver si el mercado cambia, se recupera o, por otro lado, encontramos aplicaciones diferentes a las actuales. Lo que hemos anunciado es que la planta entrará en preservación, por lo que no la desmantelaremos. Mantendremos los equipos en condiciones de volver a ponerlos en servicio si es necesario. Eso implica tener un equipo mucho más reducido al actual, de ahí que hayamos planteado un expediente de regulación de empleo (ERE). En los dos próximos años no prevemos que la planta se vuelva a poner en marcha.
«Nosotros aquí hemos estado involucrados en la decisión muy a última hora»
ERE y Cierre
–¿Tiene algo que ver, como indicaron la semana pasada los sindicatos, que la multinacional construya una fábrica en Singapur y modernice otra en Estados Unidos, iguales a la que parará en La Aljorra?
–La planta que está siendo construida en Singapur va a producir con la misma tecnología que la de Estados Unidos. Esta tiene un proceso productivo distinto al nuestro, hasta tal punto que los materiales resultantes son diferentes, aunque la denominación sea la misma. Son también ultrarresistentes, pero no son iguales a los que aquí fabricamos. En química puedes llegar a hacer lo mismo o casi lo mismo, como es el caso.
–¿Pese a ello, ambos materiales se usan para lo mismo?
–No, porque el comportamiento del que se hace en Estado Unidos no es igual al de Cartagena. El producto que hacemos aquí es ideal para la automoción y el estadounidense es mucho más apropiado para otros productos relacionados con la conducción eléctrica.
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–¿Y por qué es construida en Singapur una nueva planta?
–Pues porque la zona de Asia Pacífico es donde está creciendo ese mercado, que insisto, no es el nuestro.
–El material que se produce en las otras tres fábricas de La Aljorra, la de 'Compounding' y las 'Lexan 1 y 2', tiene algo que ver con el Ultem?
–Tampoco tienen nada que ver. Son totalmente distintos, tienen aplicaciones diferentes. Los materiales de estas tres tienen muy buenas prestaciones y varias aplicaciones, pero no están en el nicho de mercado del Ultem.
«Las otras tres plantas están funcionando al cien por cien de su capacidad»
Producción
–¿Peligran estas tres plantas?
–No, porque, insisto, es un mundo totalmente distinto con mercados diferentes y amplios. Las tres funcionan a plena capacidad ahora. No tiene nada que ver estas con la Ultem.
–¿Para qué se usa el plástico que sale de esas tres fábricas?
–Antes, para el mundo de los cedés y DVD, pero ahora para paneles rígidos de invernaderos, para los faros de los coches, para cascos de motos y obras y para carcasas de móviles, entre otros muchos productos.
– La carga de trabajo de estas tres plantas está asegurada?
–También depende del mercado. Ahora funcionan al cien por cien de su capacidad.
–¿Qué opciones se les va a dar a los 92 trabajadores afectados por el ERE?
–La semana que viene comenzaremos las negociaciones con los sindicatos y hasta entonces no puedo pronunciarme al respecto. Primero tengo que hablarlo con nuestro comité de empresa. Sí le puedo decir que nuestra intención es negociar y estar abiertos a escuchar y trabajar de forma conjunta con los representantes de la plantilla.
–Los sindicatos esperan que nadie saldrá perjudicado, que los afectados serán prejubilados o recolocados en la empresa o en otras del mismo sector. ¿Cree que eso será posible?
–Exploraremos todas las posibilidades y acogeremos todas las ayudas que nos puedan llegar de dentro y de fuera.
–La Comunidad les ha retirado una multa de 26.000 euros por sus emisiones, pero a cambio les obliga a adaptar las instalaciones a las mejoras técnicas que obliga la Unión Europea para actividades contaminantes.
–La legislación cambia continuamente y nosotros adaptamos nuestras instalaciones cada vez que hacemos una parada de mantenimiento, como la que haremos a partir de abril.
Invertirá 26 millones este año para mejorar el complejo químico
La multinacional Sabic invertirá este año 26 millones de euros en modernizar sus instalaciones de La Aljorra. Gran parte de ese dinero, concretamente 22 millones, será destinada a la parada de mantenimiento y modernización de la planta de Lexan 2, que produce policarbonatos. Estas labores se hacen, como en el resto, cada cuatro años. Será a partir de mediados de abril y durará unos cuarenta días. En estos trabajos llegarán a estar empleados a la vez 900 obreros de empresas auxiliares, muchas de ellas comarcales y regionales. El resto será para mejoras de los equipos y para adecuar las instalaciones a la legislación vigente, explicó el director de la planta, Juan Alemany.
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