Ver fotos
El entierro de los más pobres
El Ayuntamiento de Cartagena ha pagado este año el sepelio de 20 personas sin recursos o familia
En la semana del año en que el cementerio de Los Remedios de llena de flores, ellos tampoco serán recordados con claveles ni crisantemos. Ningún familiar se acercará al camposanto de Santa Lucía para honrar su memoria con un ramo, con una oración o con una parrafada en voz alta o en silencio. Porque murieron sin un ser querido cerca, sin un pariente a su lado. Eso sí, gracias a los Servicios Sociales del Ayuntamiento de Cartagena fueron enterrados con la dignidad que toda persona merece por el simple hecho de serlo.
Publicidad
Transeúntes y personas sin hogar ni parientes, así como cadáveres hallados en el mar, son inhumados también con cargo al presupuesto municipal
La celebración, hoy, del Día de Todos los Santos, permite rescatar la historia de las personas inhumadas con cargo al presupuesto municipal, porque las autoridades no localizaron a ningún familiar que pudiera hacerse cargo de los gastos. Como en estos casos, también fue activado el socorro público al fallecer vecinos con escasos recursos económicos.
Rafael, Martín, Rafael, Enrique y Markevicius son los nombres de tanto solo cinco de las veinte personas inhumadas en lo que va de 2018 con cargo al erario, por motivos humanitarios y de salud pública. Si se echa la vista varios años atrás, el listado incluye decenas de muertos.
El Consistorio, que hasta junio fue cubriendo los costes de los sepelios y enterramientos de forma individual -las facturas oscilaban entre algo menos de 800 euros y alrededor de 1.700, según recoge la web municipal-, ajustó los encargos menores a la nueva Ley de Contratos del Sector Público. Y, tras la correspondiente licitación, puso este servicio en manos de una única empresa por un importe de 12.577,95 euros.
La Concejalía, que dirige Mercedes García, trata siempre de «dar respuesta» a cada situación, tras la correspondiente evaluación técnica. «Se cubren los gastos de sepelio y enterramiento, pero no de incineración ni trasladado a otros países o municipios», explicó ayer un portavoz municipal. Y añadió que este tipo de auxilio data de la «denominada antigua beneficencia», cuando en la década de 1960 los consistorios «cubrían los gastos farmacéuticos, la pensión mínima, que se gestionaba a través del Fondo de Asistencial Social, y el enterramiento en parcelas existentes en los cementerios municipales».
Publicidad
Ajetreo en los cementerios
«Actualmente -añadieron en Servicios Sociales- la situación de precariedad de algunas familias les hace imposible hacer frente a los gastos derivados del fallecimiento», que suelen situarse en unos 3.500 euros, según fuentes del sector de las funerarias. En el caso de transeúntes y personas sin hogar, la atención que les da el municipio incluye enterrarles, si al morir no es localizado ningún pariente».
En los últimos años, la institución también se ha ocupado de «personas que mueren en el mar, tras su intento de llegar a la costa, y cuyos cadáveres, tras las pertinentes gestiones judiciales, tienen que recibir sepultura». La relación se completa con extranjeros comunitarios o extracomunitario que residen en el municipio y que también mueren si que se les conozcan familiares.
Publicidad
Ayer los cementerios ya registraron mucho movimiento. Cientos de personas acudieron con un día de antelación a limpiar y adornar las tumbas en las que reposan sus seres queridos. Y las tiendas de flores concentraron las ventas de los días anteriores, en los que las lluvias ahuyentaron a los clientes.
Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión