Una empresaria tras los ácaros

El sistema que usa es muy parecido a una aspiradora común, pero mucho más sofisticado. Se trata de un aparato que, al pasarlo por las cortinas, las paredes y los muebles succiona el polvo y los ácaros. Estos, una vez dentro, son separados en otro habitáculo al contacto con el agua. El robot también lleva incorporado un purificador de aire, y así, «a la vez que se eliminan las bacterias se reduce la contaminación del aire en los hogares», cuenta esta emprendedora.

La empresa, Limpiezas Aqualive, comenzó a dar los primeros pasos en abril de este año y desde entonces Zaula ha estado arropada por los técnicos de la ADLE, que le han asesorado y formado en cómo gestionar un negocio. Además, también le han orientado sobre las subvenciones locales, regionales e, incluso, estatales a las que puede acogerse.

«Este tipo de limpieza está dirigida hacia cualquier persona que quiera disfrutar de una vivienda y un entorno laboral sano y limpio. Es especialmente recomendable para aquellos que posean alguna dificultad respiratoria como asma y alergias», explicó ayer Zaula. Además, con este sistema de limpieza «evitamos el uso de productos químicos y los reemplazamos por otros ecológicos, contribuyendo así al cuidado del medio ambiente», añadió.

Para perfeccionar su trabajo, esta empresaria, cuando recibe la petición de algún cliente, fija un día de visita, para evaluar el tiempo que necesitará para llevar a cabo la limpieza, así como otras cuestiones, para mejorar el servicio. Para poner en marcha el negocio, antes, ha conseguido varios certificados, que avalan su trabajo, porque «para mí lo más importantes es que el cliente quede satisfecho, tal y como quedo yo cuando limpio mi casa».

Ahora, poco a poco, está consiguiendo más clientes. Con el tiempo espera tener una buena cartera para hacer más grande aún su idea de negocio y trasladarla a otras ciudades. Pero «para eso aún queda».