Dos fundaciones de Cartagena promueven la agricultura de secano para la regeneración del Mar Menor
Biodiversidad y Sierra Minera quieren hacer compatible el campo con la sostenibilidad de la laguna con sistemas modernos de producción
Demostrar que la actividad agrícola es compatible con la sostenibilidad a largo plazo. Este es el eje vertebral del ambicioso proyecto piloto 'Agricultura regenerativa y renaturalización. Mirando al Mar Menor', promovido por las fundaciones Biodiversidad y Sierra Minera, y en el que colaboran el Ayuntamiento de Cartagena así como propietarios de parcelas particulares para su desarrollo.
El modelo de agricultura regenerativa será implantado en veinte hectáreas agrícolas de la cuenca vertiente del Mar Menor, tanto en cultivos de secano, como en aquellas parcelas destinadas tradicionalmente a la agricultura intensiva de regadío para frenar la desertificación y fomentar la biodiversidad. Se trata de dar una vuelta de tuerca al secano tradicional, con herramientas y sistemas más modernos que permitan compensar una disminución de la productividad con el abaratamiento de costes.
De hecho, la agricultura regenerativa se nutre del conocimiento científico para optimizar las técnicas. Entre sus singularidades, cabe destacar que elimina la labranza, mantiene la cubierta vegetal, reduce costes, aprovecha mejor el agua, utiliza el pastoreo como fertilizante y evita el uso de pesticidas.
Evaluación de resultados
Este proyecto piloto se pondrá en marcha en terrenos municipales del Cabezo Ventura, así como en distintas parcelas de Los Urrutias, Miranda y Los Belones. El presupuesto de este proyecto ronda el millón de euros y tiene una subvención de 800.000 euros de fondos europeos. Esa cantidad llega de la Fundación Biodiversidad, dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), a través de una convocatoria de ayudas para la restauración y mejora ambiental en el entorno agrícola para contribuir a la recuperación del Mar Menor.
Una de las fases de la iniciativa es la evaluación científica de los resultados para valorar su posible transferencia en el entorno del Mar Menor. Incluye también la difusión y concienciación sobre la necesidad de transición hacia una agricultura más sostenible. También la formación en agroecología y agricultura regenerativa al sector agrario, escolar y las asociaciones de vecinos en las instalaciones de Huerto Pío.
Entre los resultados esperados, el gerente técnico de la Fundación Sierra Minera, Pedro Martos, destacó la reducción de la escorrentía y la erosión, así como la infiltración en el 60% de la superficie de las parcelas seleccionadas. «Esto supondrá una reducción del 80% de la pérdida de suelo», dijo.
Nuevas técnicas
Asimismo, prevén establecer una cubierta vegetal herbácea en el 95% del suelo al servicio de este experimento e impulsar una renovación vegetal mediante pastoreo de las áreas de cultivo en un 85% de la superficie. «Queremos demostrar que otra agricultura es posible, respetuosa con el medio ambiente y rentable económicamente», añadió Martos.
Por su parte, el responsable del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Inia-Csic), José Antonio Navarro, indicó que los técnicos ya han realizado el primer muestreo en los cultivos para poder comparar cuando finalice el proceso. Navarro espera que este modelo sea capaz de atraer a los agricultores de la comarca.
La presentación del proyecto tuvo lugar ayer en el Palacio Consistorial, con la asistencia de responsables de todas las entidades participantes. El concejal de Empleo, Formación y Contratación, Álvaro Valdés, adelantó «la implicación de la Agencia de Desarrollo Local y Empleo (ADLE) para implantar este modelo sostenible en nuestro tejido productivo».
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Agrícolas y cinco entidades respaldan el proyecto piloto
Las fundaciones Biodiversidad y Minera trabajan de forma conjunta con el Ayuntamiento de Cartagena, el Instituto Nacional de Investigación y Tecnología Agraria y Alimentaria del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (Inia-Csic), y la Cooperativa de Agricultores y Ganaderos del Campo de Cartagena (Coagacart). Su presidente, Vicente Carrión, respaldó esta propuesta aunque mostró cierta reticencia. «No está claro que dejando de practicar la agricultura de regadío intensiva mejore el Mar Menor», dijo.
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