La cruzada contra el botellón en Cartagena combinará las multas con una oferta alternativa de ocio

Arroyo presidió en el Centro de Recursos Juveniles del Paseo de Alfonso XIII un encuentro en el que participó el comisario principal de la Policía Local, Pedro Moreno. Estuvieron presentes el teniente de alcalde y concejal de Sanidad, Manuel Padín, y el de Juventud, Cultura e Igualdad, David Martínez, junto con los ediles de Descentralización, Diego Ortega; Turismo, Cristina Pérez; y Transparencia, Alejandra Gutiérrez. En ella pusieron en común la estrategia a seguir, junto con el presidente de Hostecar, Juan José López Escolar, y la de la Federación de Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos, Esther Carreño.

«El hecho de que en cuatro años no se haya reunido esta comisión no quiere decir que el Ayuntamiento dejara de trabajar en esto. Se han seguido haciendo muchas cosas a nivel interno, en diferentes áreas municipales», aseguró la primera edil.

La represión del botellón es una de las líneas en las que más se ha incidido, dijo. Contar con la nueva ordenanza de Contaminación Acústica y con la modificación de la de Vía Pública ha otorgado a la Policía Local herramientas de las que antes carecía para hacer su trabajo. Pero también ha sido necesario reforzar los dispositivos nocturnos, a raíz de la alarma que supuso la paliza que recibieron dos hermanos en Cabo de Palos, en julio, y, sobre todo, el tumulto que acabó con tres heridos y cuatro detenidos en el campus, en octubre. Además, los despliegues de agentes dieron lugar a una sobrecarga de horas extra que Arroyo espera que sea posible rebajar con la incorporación de nuevos efectivos en los próximos años.

El efecto inmediato fue la imposición de 235 sanciones al botellón entre septiembre y el presente mes de enero. Y según Arroyo, esta estrategia seguirá adelante, con servicios especiales de patrullas orientadas a impedir los excesos. El objetivo es prevenir las aglomeraciones, para que no haya molestias al vecindario y despejar cualquier riesgo de conductas violentas.

En el casco histórico, la vigilancia es especialmente estricta todos los fines de semana con entre 12 y 15 agentes distribuidos en varios emplazamientos. En esta zona los dos focos fundamentales están en la confluencia de las calles Cañón, Aire y Cuatro Santos, así como entre las de Jara, Honda y la plaza de San Francisco, con entre cuatro y seis agentes a pie. Otra pareja se ocupa de la plaza del CIM y de la dársena de botes. Asimismo, un coche con dos policías más patrullan por la explanada del campus de la Muralla, junto a Antiguones. También se mantiene bajo vigilancia el entorno del antiguo cuartel de Los Dolores. La Policía Nacional complementa el dispositivo cada vez que es necesario y, con la llegada del buen tiempo, también la Guardia Civil ayuda al despliegue especial de hasta 30 efectivos del cuerpo municipal cada fin de semana en Cabo de Palos y La Manga.

«El consumo de alcohol está terminantemente prohibido en la calle, y el equipo de gobierno no va a consentir que nadie intente normalizar una conducta que no es normal», aseguró Arroyo. Así pues, la actividad sancionadora continuará. Pero el Pacto por la Noche puso sobre la mesa también la necesidad de hacer más atractivas para los jóvenes toda una serie de alternativas de ocio saludable. La patronal hostelera comarcal, Hostecar, se brindó a colaborar en la organización de planes gastronómicos «a precios asequibles y que resulten atractivos para los chavales», apuntó la primera edil.

La oferta que representa el plan de Tiempo Libre Alternativo (T-LA) se ve complementada por eventos como la Noche de los Museos y los festivales Mucho Más Mayo y de Cultura Urbana (Urban CT Fest). El objetivo del Ayuntamiento es añadir cada vez más cosas distintas. Además, está la vertiente que aportan las charlas contra los hábitos poco saludables y en favor de una convivencia basada en la tolerancia y el respeto, en centros educativos.

Este año, la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) ha organizado un ciclo en el que pretende amplificar el hecho de que Cartagena es una ciudad universitaria. Además, el municipio ha sido nominado como Ciudad Europea del Deporte. El Ayuntamiento tiene previsto que ambas cosas puedan servir de trampolín para sus políticas de promoción de hábitos de vida y ocio saludables, sobre todo conforme se confirme la desescalada de la pandemia, de cara a la primavera y el verano.