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Manuel Buitrago, tras el atril, en una de sus últimas charlas ofrecidas a sanitarios. la verdad
Cruzada contra las agresiones sanitarias

Cruzada contra las agresiones sanitarias

La Gerencia del Área de Salud crea la figura del Interlocutor Territorial, un policía que velará por la seguridad de los empleados de sanidad

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Martes, 19 de febrero 2019, 01:31

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Su único cometido es hacer que médicos, enfermeros, auxiliares, celadores y personal administrativo se sientan seguros. Aunque no patrullará por hospitales ni centros de salud y pese a que su labor no será enfrentarse y detener a quienes atentan contra los empleados sanitarios, su principal tarea es hacer que las agresiones que sufren los trabajadores en sus puestos se reduzcan al mínimo, y que puedan desempeñar su faena con total libertad y sin ningún temor. De ello se encargará el Interlocutor Policial Territorial Sanitario (ITPS), una figura implantada en el Área de Salud II hace dos semanas y que está encarnada en el inspector responsable de la Unidad de Seguridad Privada de Murcia e ITPS, Manuel Buitrago.

Este funcionario actuará como mediador entre la Policía y el personal sanitario, en casos de agresiones, pero también será una especie de instructor, con el que los trabajadores podrán conocer técnicas para evitar un ataque físico y verbal o, al menos, conseguir controlar a la persona inductora del ataque.

Al detalle

  • Incidencias en 2018 77, de las que diez fueron denunciadas y de ellas acarrearon ocho detenciones.

  • Tipología Del total, el 12% fueron lesiones, el 56%, amenazas y coacciones, y el 32%, insultos.

  • Causas El 40% son por discrepancias con la atención médica recibida, el 10%, porque no se ha recetado lo que pedía el usuario, y el resto, porque el informe emitido no es de la convicción del paciente, por el tiempo excesivo en ser atendido y por el mal funcionamiento del centro.

«No damos clases de autodefensa, por ello, hemos enfocado nuestras charlas a la comunicación y a la disminución de la amenaza de la agresión de manera verbal y conductual. En ningún caso damos clases de defensa personal a los profesionales de la salud», insistió el policía.

Su ayuda también la prestará a la dirección, ya que asesorará sobre las medidas de seguridad que deben ser adoptadas en los centros sanitarios. Entre ellas, y si fuera necesario, incorporar o aumentar el número de vigilantes e instalar cámaras de videovigilancia y botones antipánico. Además, hacen seguimiento de las incidencias delictivas surgidas en las instalaciones sanitarias. «Estamos en contacto permanente tanto con centros públicos como privados, de aquellos delitos que tienen cierta entidad para hacer un seguimiento hasta su fase final judicial», añadió Buitrago.

Pautas de actuación

Para llegar a un mayor número de trabajadores, ofrece charlas y coloquios en los que informa sobre diferentes pautas de actuación para evitar las agresiones. Estas pueden ser «de contención física, cuando la agresión se va a producir, o de contención verbal, para intentar calmar a la persona y reducir su estado de ansiedad», indicó. Su objetivo es que «no se llegue a generar un episodio de ira».

La iniciativa de crear la figura de Interlocutor Policial Territorial Sanitario es una de las medidas que se incluyen en el protocolo aprobado por el Ministerio del Interior, en 2017, sobre medidas policiales a adoptar frente a las agresiones a profesionales de la salud.

A lo largo del pasado año, fueron registradas 77 incidencias en Cartagena. De ellas, una decena fueron denunciadas ante la Comisaría de Policía, de las que ocho derivaron en detenciones. Son unos datos muy similares a los del año anterior y a la media nacional, según Buitrago. En su opinión «es importante perseguir los hechos y denunciarlos, para que no queden impunes y aumente el grado».

Amenazas y coacciones

Del total, el 12% fueron lesiones, el 56%, amenazas y coacciones, y el 32%, insultos. Estos últimos se ponen en conocimiento del Servicios Murciano de Salud (SMS) como incidencia, pero no acarrean sanción. Entre otros datos, según el inspector, el 89% de las personas que han sufrido agresión presentan estrés laboral y de ellos, el 12% se coge la baja médica. Entre las causas que generan una agresión, el 40% son por discrepancias con la atención médica recibida; el 10%, porque no se ha recetado lo que pedía el usuario; y el resto, porque el informe emitido no era de la convicción del paciente, por el tiempo excesivo en ser atendido y por un supuesto mal funcionamiento del centro.

Hay que distinguir entre situaciones delictivas y situaciones incívicas, según el experto. El mayor número de agresiones que reciben los profesionales de la salud son fruto de comportamientos incívicos. Sin embargo, hay otra parte que es la agresión delictiva, la tipificada en el código penal español y que conlleva, por tanto, la actuación no solo de la Policía, sino un procedimiento judicial. Destacan entre ellas las coacciones y las amenazas. Afortunadamente, las agresiones físicas, que lamentablemente en algunas ocasiones conllevan aparejadas lesiones físicas importantes para médicos, enfermeros, celadores y auxiliares, son las que menos, concluyó el instructor.

Buitrago: «Atacar a un médico está considerado delito»

El inspector responsable de la Unidad de Seguridad Privada de Murcia e ITPS, Manuel Buitrago, recuerda que desde julio de 2015, la modificación del código penal estableció que una agresión al médico «es considerada como delito contra la autoridad», por lo que según la gravedad, «pueden traducirse en condenas de prisión». Gracias a esta nueva tipificación, se puede celebrar «juicio rápido» y en un plazo de una semana o incluso menos, podría haber sentencia judicial. Por lo que el inspector de Policía anima a que el profesional sanitario, «ante una agresión, debe llamar siempre al teléfono de la Policía Nacional, 091, y denunciar».

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