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La lancha 'Buena Esperanza' zarpa de Cabo de Palos.

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La lancha 'Buena Esperanza' zarpa de Cabo de Palos. JOSÉ VILLALGORDO / AGM

Cruz Roja del Mar, 50 guardianes altruistas en la costa cartagenera

Los voluntarios de la organización ganan presencia en el litoral, desde sus bases de Cabo de Palos y Santa Lucía, y en lo que va de año han realizado ya unas 60 intervenciones

JUANA MARTÍNEZ

Lunes, 29 de agosto 2022, 08:40

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Cuando suena el teléfono Lola Fernández, Lucía Santos, Iván Conesa y Antonio Sevilla dejan todo lo que están haciendo y se dirigen al Muelle de Pescadores de Cabo de Palos. Allí cogen sus equipos de protección individual, casco y chaleco en verano, traje de neopreno en invierno, y se preparan para embarcar en la lancha 'Buena Esperanza' hasta el luegar donde les necesitan. Realizan todo este procedimiento en menos de veinte minutos. Son voluntarios de Cruz Roja del Mar y se juegan la vida para hacer de nuestras costas un lugar más seguro.

Lola Férnandez, de veinte años, y Lucía Santos, de veintiuno, son socorristas de profesión y compaginan el voluntariado, en el que llevan un año, con su trabajo. Ninguno de los voluntarios de Cruz Roja del Mar, independientemente de su graduación, recibe una retribución económica. «Es algo totalmente volcacional. Los voluntarios pierden su tiempo de ocio y descanso para dedicarlo a ayudar a otras personas a cambio de nada», puntualiza en una conversación con LA VERDAD Antonio Sevilla, técnico de gestión del programa de salvamento en la zona de Cartagena.

Los voluntarios resaltan la buena formación de los cursos que reciben. «Son gratis y la formación es continua, hay cursos todo el tiempo. Nos viene muy bien para nuestros trabajos, son muy útiles. Realizamos simulacros con la Armada, Salvamento Marítimo y con helicópeteros. Incluso en algunos hacemos nosotros mismos de heridos», relata Fernández

«Hacemos de todo: desde remolcar un barco a rescatar a un pescador y recoger una patera»

Salvaguardar la vida humana, luchar contra la contaminación y realizar labores de seguridad marítima son los ejes principales de la organización. Cuando una embarcación les reclama puede ser una asistencia técnica, por si les falla algún elemento que puede ser subsanado y, tras esto, regresar a puerto escoltado por la lancha o un remolque si directamente el barco no puede navegar. «Hacemos de todo: desde remolcar un barco con el motor roto a rescatar a un pescador que se ha caído en las rocas o recoger una patera», detalla Santos.

En el municipio disponen de dos embarcaciones tipo Zodiac: una en la dársena de Santa Lucía, la 'Atenea', y otra en el muelle de pescadores de Cabo de Palos, la 'Buena Esperanza' Los voluntarios de esta zona, unos cincuenta, no tienen una sede fija y se distribuyen entre las dos según su disponibilidad y cercanía cuando les reclaman.

Iván Conesa supervisa el estado del mar. J. V. / AGM

En lo que va de año, se han incrementado las actuaciones de Cruz Roja en Cabo de Palos y en Cartagena. Desde la embarcación 'Buena Esperanza' han realizado veintiocho intervenciones frente a las veinte del año pasado y la 'Atenea' ha salido al mar treinta veces, frente a las veintiséis de 2021. La zona de acción de Cruz Roja del Mar oscila entre los doscientos metros y las doce millas de distancia a la costa.

Una emergencia en el mar se puede comunicar de dos maneras: mediante una llamada al 112 o con un aviso por el canal 16 VHS de la emisora. «Es muy importante llevar el teléfono cargado cuando se sale a navegar, así como la emisora conectada, pues el móvil pierde cobertura cuando se aleja más de dos millas de la costa», advierte Sergio Peñas, responsable de la unidad de emergencias de Cartagena.

La Sociedad de Salvamento y Seguridad Marítima (Sasemar), es la encargada de movilizar y coordinar a los equipos cuando se les requiere para alguna intervención. Tras el aviso de Sasemar, disponen de veinte minutos para llegar hasta el lugar donde les han reclamado. «Una vez contamos con toda la información acerca de la emergencia cogemos los materiales necesarios; por ejemplo, si hay una vía de agua cogemos una bomba de achique. En todo momento informamos al 112 y Sasemar de los pasos que vamos dando: nuestro encuentro con el llamante, la situación en la que está y cuáles son las medidas que vamos a tomar», explica Sevilla.

Lucía Santos y Lola Fernández se preparan para salir a navegar. J. V. / AGM

Cruz Roja del Mar está financiada por la Comunidad Autónoma. Subvenciona las embarcaciones, los equipos de protección y los materiales que utilizan.

Durante la visita de este diario a la `Buena Esperanza´ las olas llegaron al medio metro y en la playa de levante de Cabo de Palos ondeaba la bandera amarilla. En las situaciones en las que actuán el mar suele estar peor, llegando a hacer intervenciones con hasta tres metros de olejae. Por eso bromean: «Para nosotros, esto es una ligera brisa, podemos salir hasta con viento de fuerza 6». Es decir, que sopla a 60 kilómetros por hora.

«Hay objetos que son un peligro, hasta hemos sacado frigoríficos»

«Hemos llegado a sacar frigoríficos del fondo del mar», comenta Antonio Sevilla sobre la labores de limpieza. Alrededor de un 30% de sus intervenciones tienen que ver con la contaminación. Desempeñan funciones como acudir a una zona en la que se desata un vertido o quitar «objetos que supongan un peligro». Los depositan en el puerto correspondiente o los dejan en el mar, perimetrando la zona a la espera de poder retirarlos o los llevan a un punto limpio. Después, avisan a la autoridad competente: el Ayuntamiento de Cartagena, la Comunidad Autónoma o la Marina Mercante.

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