Cruz Roja elegirá al tercer presidente comarcal en el último año y medio

«Mi directiva y yo nos vemos en la obligación de dimitir, ante la presión ejercida por Faustino Herrero», decía la carta de renuncia de López, tras estar en el cargo tan solo nueve meses. En otro escrito remitido a la dirección nacional, la expresidenta fue más dura y explícita, y recriminó la gestión «personalista» del presidente regional, por el que fue continuamente «cuestionada».

Llegó hasta a afirmar que se veía «privada de iniciativa, de libertad de expresión y de capacidad para elegir libremente a las personas voluntarias de la asamblea». Y añadió: «Las decisiones que tomaba, por pequeñas que fueran, siempre eran cuestionadas y censuradas por la dirección regional»; eso teniendo en cuenta que fue Herrero quien llamó personalmente a López para ocupar el puesto, sin pasar por unas elecciones.

En los comicios del pasado sábado, los miembros con voto, voluntarios y suscriptores mayores de 16 años e inscritos en el censo, eligieron a los ocho vocales que conforman al comité comarcal. Este, en días sucesivos, tendrán que proponer un candidato el presidente regional, para que este le dé el visto bueno.

Desde la organización humanitaria avisan de que el nombramiento podría alargarse aún hasta abril o mayo. Mientras, Susana Figuerola, que formaba parte de la anterior directiva, estará como presidenta en funciones. La ONG seguirá funcionando como lo ha hecho hasta ahora, según la organización.

«El sistema de elección es el ejemplo claro del poder dictatorial que tiene Herrero, puesto que el elegido tendrá que ser de su conveniencia. Por eso, todos pensamos que el próximo presidente de Cartagena ya está elegido a dedo y que no hace falta hacer el paripé electoral», dijo Purificación López.

La exresponsable de la Asamblea Comarcal de Cruz Roja en Cartagena culpa también de su dimisión a la directora regional del departamento de Socorro y Emergencias. «El que lograra que las ambulancias de la Cruz Roja participaran otra vez en salidas no gustó en Murcia. Ellos querían llevarlo todo centralizado desde allí, porque su deseo era tener una delegación títere, tanto que imponían hasta un perfil determinado de los voluntarios», insistió.

Las quejas de Purificación López suenan mucho a los voluntarios y a la dirección regional. Son muy parecidas a los argumentos escogidos por el expresidente Gabriel Ruiz, que a principios de septiembre de 2017 también presentó su dimisión y la de toda su junta directiva, debido a las «presiones» del presidente autonómico. La acusó de intentar modificar los objetivos de la organización a nivel local.

Tras reprochar la «falta de respeto» de Herrero a la democracia interna, el expresidente comarcal de Cruz Roja censuró la «aplicación de los poderes presidenciales autonómicos de manera dictatorial, que recuerda a épocas pasadas».

El presidente regional dijo a 'La Verdad' sentirse «muy decepcionado» con López, «ya que fue mi apuesta para reflotar la asamblea de Cartagena». Aclaró que no se le obligó a dimitir y que fue ella quien lo hizo por decisión propia.

«Ella interpretaba que se estaba encorsetado sus decisiones, cuando hay que tener en cuenta que Cruz Roja tiene unos cauces y unas bases establecidas desde hace más de cien años, que no nos podemos saltar y ella tampoco, como pretendía», contó Herrero. Añadió que la expresidenta local «intentó hacer las cosas por su cuenta, ignorando los convenios establecidos e incluso las decisiones nacionales. No se avenía a razones», apostilló.

Sobre las elecciones dijo que si él es el que tiene que dar el visto bueno a la persona elegida en Cartagena, a propuesta de los vocales del comité, es porque así lo establecen los estatutos. Y concluyó diciendo que su única intención es hacer que Cruz Roja Cartagena salga adelante, «porque para nosotros es muy importante».