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Reunión de Hostecar, ayer, para abordar la falta de información sobre la celebración de las Cruces de Mayo. pablo sánchez / agm
Las Cruces de Mayo bajarán el volumen

Las Cruces de Mayo bajarán el volumen

Festejos asegura que ninguna caseta tendrá permiso para hacer ruido a partir de la medianoche

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Viernes, 26 de abril 2019, 02:18

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A una semana del inicio de las Cruces de Mayo, sube enteros la pugna entre los hosteleros interesados en participar en las Cruces de Mayo y el Ayuntamiento, que quiere limitar las molestias para los vecinos. El concejal de Festejos, Juan Pedro Torralba, advirtió ayer que no permitirá ninguna superación de los límites de ruido en la calle a partir de la medianoche, ni el viernes 3 ni el sábado 4 de mayo. «Después, la fiesta puede continuar al aire libre, pero sin sobrepasar los niveles autorizados. Las celebraciones tendrán lugar hasta el domingo, día 5. En los últimos años, el centro ha llegado a tener 50 cruces y atraer a miles de personas, de fiesta hasta la madrugada, con las consiguientes quejas de los residentes.

El concejal Juan Pedro Torralba no aceptará peticiones para instalar barras y equipos hasta haberse reunido con hosteleros y vecinos

La impaciencia empieza a hacer mella entre los dueños de bares y restaurantes del casco histórico, que contaban con tener claras ya las condiciones en las que montar sus barras en la calle, programar la música y las actuaciones en directo y realizar otros eventos al aire libre. Otros años, las condiciones de la inscripción estaban claras a estas alturas y la mayoría de los participantes había podido presentar ya una solicitud y planificar su actividad.

La patronal comarcal que los agrupa, Hostecar, aseguró ayer que ningún responsable municipal ha comunicado nada al respecto. Antes de Semana Santa hubo un encuentro en el que, según sus representantes, Torralba aseguró que había pedido un permiso especial a la Comunidad, para que autorizara la organización de las Cruces de Mayo, pese a que la legislación regional impone restricciones. Un responsable de la Comunidad indicó que la competencia es del Ayuntamiento, pero dado que la Ordenanza Municipal está obsoleta y la nueva no ha sido aprobada, cabía la posibilidad de pedir una autorización especial. Fuentes del sector hostelero aseguraron que no se ha hecho nada.

Torralba evitó entrar en esa polémica, pero dejó clara la posición municipal. «No admitiremos ninguna iniciativa o propuesta de instalación de las Cruces y de actividad en la calle durante el próximo fin de semana, hasta reunirnos con Hostecar y con los vecinos, para llegar a una solución que contente a todos», indicó. Los representantes de Hostecar esperan ese encuentro como agua de mayo, pero el máximo responsable de la Plataforma Sin Ruidos, que agrupa a residentes del casco histórico, José Galindo, dijo que no estará disponible para participar en ninguna reunión hasta el próximo lunes, porque está de viaje.

El borrador de ordenanza municipal de control de la contaminación acústica, que plantea algunas soluciones para estos casos, fue presentado para su aprobación a principios de año. Sin embargo, tras un periodo de recepción de alegaciones que no contentó ni a los vecinos ni a los hosteleros, ni siquiera ha pasado por el Pleno y no está en vigor.

«Las Cruces de Mayo las organiza el Ayuntamiento, que no tiene previsto ningún acto que dure más allá de la medianoche. Así que si algún particular quiere organizar algo más tarde, tendrá que pedirlo y justificar la razón», explicó el concejal, para intentar zanjar la cuestión.

Torralba ha sufrido en los últimos dos años las quejas vecinales y las críticas de los grupos políticos de la oposición, porque estas fiestas no solo han molestado a los residentes con el ruido. Además, la muchedumbre que se concentró desde la calle Honda hasta la Plaza del Ayuntamiento fue tal que puso muy difícil a las fuerzas del orden evitar conductas incívicas como orinar en la calle.

La Plataforma Sin Ruido se mantiene vigilante desde que, hace dos años, la Plaza de San Francisco se consolidó como escenario de actuaciones musicales patrocinadas por el Ayuntamiento. A partir de ahí, ha sido crítica con cada evento en el que los límites del ruido eran superados o que se celebraban en horarios sensibles como el del mediodía. Su deseo es que haya una pausa en los festejos a esa hora y que la música cese a medianoche.

Una fiesta muy crecida

Los hosteleros no entienden que se pongan esas cortapisas a esta fiesta popular, aunque obvian que hasta hace cuatro o cinco años eran pocos los grupos festeros que la celebraban. Las cofradías del Resucitado, del Prendimiento de Jesús (californios) y de Nuestro Padre Jesús Nazareno (marrajos) fueron de los primeras. Esas celebraciones, que eran minoritarias, se han convertido en multitudinarias muy recientemente, con el concurso de los establecimientos de hostelería. Más de 50 cruces de mayo llenaron, en el último trienio, las calles de actividad, de música grabada, de conciertos y de degustaciones de comida y bebida. De inmediato, llegaron las quejas vecinales que han llevado al Ayuntamiento a intentar ser más estricto. No lo consiguió en 2017 y solo lo logró, a medias, el año pasado. En esta ocasión, recalcó Torralba, no quiere que nada escape a su control para que los vecinos no sufran molestias.

Los residentes se niegan a ser «víctimas» de nuevo

La Plataforma Sin Ruido se dirigió hace diez días al Ayuntamiento para advertir de que los vecinos del casco histórico se niegan a ser «nuevamente víctimas del ruido sin tener ningún derecho, mientras la hostelería se lucra a costa de nuestro sufrimiento», según su portavoz, José Galindo. Con esta carta, este colectivo que agrupa a vecinos de la Plaza de San Francisco, de la calle del Aire y de otras arterias céntricas de la zona peatonal y semipeatonal, se hacía eco de las peticiones de los hosteleros, para desaprobarlas. «A la vista de las autorizaciones del año pasado, que permitieron el funcionamiento de los bares durante doce horas con música, reiteramos que entonces se acordaron unas condiciones que luego no se cumplieron», indicó Galindo. Este representante vecinal dijo que la normativa impide que esta fiesta popular vuelva a celebrarse de la misma manera. Además, advirtió de que en cumplimiento de esa legislación de rango superior al municipal sobre contaminación acústica, el Ayuntamiento se expone a la interposición de «cuantas acciones legales sean necesarias para salvaguardar nuestros derechos y nuestras libertades».

Hostecar considera que la fiesta al aire libre está en peligro

La patronal comarcal de hostelería, Hostecar, consideró ayer que la celebración de las Cruces de Mayo «peligra». Tras mantener una reunión con una docena de propietarios de establecimientos interesados en instalar casetas en la vía pública, el presidente de esta agrupación gremial, Juan José López Escolar, advirtió de las «graves pérdidas» que supondría suspender las celebraciones. «A falta de una semana para su supuesto inicio, no tenemos conocimiento sobre los criterios para su organización. No hay convocatoria por parte del Ayuntamiento y eso supone un riesgo elevado», indicó. Gracias a estas fiestas, «Cartagena se ha posicionado como ciudad turística, viva y dinámica», indicó la patronal. Su anulación o su celebración en malas condiciones perjudicaría al sector», que arrastra pérdidas económicas del 40% en Semana Santa, por las lluvias».

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