Comienza el arreglo del emisario de Cala Reona dañado por los temporales

El Ayuntamiento de Cartagena ha iniciado, a través de una empresa subcontratada por la Entidad Regional de Saneamiento y Depuración de Aguas Residuales de la Región (Esamur), las obras de reparación del emisario de la depuradora de aguas residuales de Cabo de Palos, situado en Cala Reona. Los destrozos ocasionados por los dos últimos temporales de enero y marzo en esta instalación, asociada a la depuradora que da servicio a la ribera sur del Mar Menor y a La Manga, obligó a ambas administraciones a actuar para arreglarlos.

Las lluvias torrenciales y el fuerte oleaje se llevaron por delante varios tramos del tubo por el que, entre Cabo de Palos y el Parque Regional de Calblanque, son evacuadas al Mediterráneo las aguas sobrantes de la depuradora, previa reutilización por parte de la Comunidad de Regantes Arco Sur.

Esta entidad privada somete el agua tratada en la estación de aguas residuales a un proceso de desalación; y el rechazo, es decir el volumen que no sirve para el riego de cultivos, es arrojado al mar.

Esamur asumirá, como en 2018, la reparación, un coste que podría rondar entre 600.000 euros y un millón de euros, según fuentes de este mismo organismo regional. El arreglo consiste en sustituir la totalidad de la tubería y asegurar al fondo con remaches de hormigón, para hacerla más segura al fuerte oleaje que hay en la zona.

Antes de esta última rotura, el emisario ya había sufrido otros daños por el temporal 'Gloria' de enero. Entonces, la avería fue detectada en un tramo de unos veinte metros de largo, ubicado a unos trece metros de profundidad. El tubo mide 2.072 metros de longitud y alcanza una profundidad máxima de 30 metros.

La Comunidad de Regantes Arco Sur aclaró que desde febrero no usa el emisario, pues la Consejería de Medio Ambiente le ordenó parar su desaladora. Arco Sur y Ayuntamiento dicen que sus redes no tienen elevados niveles de metales pesados, nitratos y plaguicidas, como detectó Medio Ambiente.

El Ayuntamiento de Cartagena pidió ayuda a Esamur y a Medio Ambiente, para que acelerara los permisos de obra, que tuvieron que renovarse, tras la paralización del proceso por la crisis del coronavirus.