El colegio Franciscanos de Cartagena se ampliará con un edificio polideportivo con piscinas

Así lo explicó a este periódico el arquitecto cartagenero Martín Lejarraga, cuyo estudio de la Muralla del Mar ha sido el redactor del estudio de detalle que ya cuenta con el visto bueno de la Junta de Gobierno Local. A través de esta modificación del planeamiento vigente, según informó este viernes el Ayuntamiento, se define el aprovechamiento de la edificabilidad restante de la parcela, situada entre las calles Wssell de Guimbarda, Ángel Bruna y Juan Fernández, con la construcción de nuevas edificaciones que respetarán las alturas máximas en esas calles.

El estudio de detalle original, que data de 1995, definió solo la volumetría de 7.899,26 metros cuadrados, frente a los 14.588,26 que permitía el Plan General. La modificación propone una nueva distribución de volúmenes capaz de albergar la edificabilidad restante sin alterar los usos ni el índice de edificabilidad previstos originalmente.

La nueva volumetría, recalcaron desde el Consistorio, es inferior en número de plantas a las máximas previstas en el planeamiento para cada una de las calles que circundan la parcela educativa y su altura de cornisa también se mantiene por debajo de la máxima prevista en el planeamiento para cada una de las calles, según reflejan los informes de Urbanismo. «La idea es que el colegio va a impulsar un proyecto de ampliación y reforma para mejorar las condiciones de la parte académica, de aulas y servicios generales, actualizándolos en su conjunto aunque Franciscanos ya es un colegio con unas prestaciones arquitectónicas estupendas», aseguró Lejarraga

El arquitecto explica que, actualmente, el colegio dispone en el lugar donde se levantará el nuevo edificio de una pista deportiva que no da respuesta a las demandas de la comunidad educativa. El inmueble de nueva planta, por contra, ofrecerá altas prestaciones deportivas. «Contará con un área de aguas importante, con una piscina semiolímpica y otra infantil o de aprendizaje además de sus correspondientes vestuarios. Tampoco se descarta que puedan abrirse a los vecinos del barrio».

Esto será en la planta baja, pues por arriba, desvela Lejarraga a LA VERDAD, tendrá dos pisos más. En el primero habrán salas polivalentes habilitadas para gimnasia y otras prácticas deportivas. El segundo piso rematará el conjunto con una gran pista polideportiva, que estará cubierta y climatizada, de modo que el desarrollo de la competiciones escolares no esté al albur de la buena o mala climatología que haga.

En estos momentos, el arquitecto asegura que se está redactando el proyecto completo. Ese será el siguiente paso antes de solicitar la licencia de obras. El técnico señala que el centro educativo no tiene fecha para iniciar y concluir este ambicioso proyecto, ni tampoco se ha cifrado el coste del mismo.

«En el proyecto deberemos definir los plazos de ejecución, que deberán interferir lo menos posible con el desarrollo de la actividad educativa concentrándose el grueso de las obras en verano», explica Lejarraga.

Además, señala que también están por cerrar los materiales concretos a emplear: «Se está estudiando algunos prefabricados que agilicen la obra y reduzcan los plazos. Además, también se quieren incorporar sistema de aislamiento y paneles solares para incrementar la eficiencia energética y la sostenibilidad del conjunto».