Vehículos por la calle Peroniño, que la obra contratada pretende librar de inundaciones. J. M. RODRÍGUEZ / AGM

Un colector evitará inundaciones antes de fin de año en el Barrio de la Concepción de Cartagena

La construcción del sistema que recogerá las aguas del monte Atalaya en las calles Peroniño y sus perpendiculares empezará en septiembre

Jueves, 8 de julio 2021, 01:03

Las obras de construcción del sistema de tuberías para evitar que el Barrio de la Concepción se inunde cuando llueve comenzarán en septiembre, para que ... estén acabadas antes de Navidad, si se cumple el plan estipulado. La Mesa de Contratación del Ayuntamiento dio ayer el visto bueno a la oferta de la empresa Jumabeda, pero las últimas comprobaciones y la firma del contrato aún tardarán algunas semanas. Los vecinos esperan que esos trámites previos se sustancien pronto y tener el problema solucionado antes de fin de año, aunque en muchos casos los temporales se dan ya en septiembre. Desde el Ayuntamiento confían en que las actuaciones de emergencia realizadas en la urbanización del Plan Rambla hace unos meses aminoren este riesgo, mientras se da una solución definitiva a la zona.

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Los trabajos supondrán dotar a la calle Peroniño de una nueva tubería en el tramo entre las de Balcones y Malvavisco. Tendrá un metro de sección y casi 150 de longitud. El diseño de la canalización presta especial atención al discurrir de la rambla que baja de la Atalaya y a las calles en pendiente que desembocan perpendicularmente en Peroniño.

Dos meses tiene de plazo la empresa elegida para cumplir con el trabajo encomendado. Aunque la actuación empezará con un pequeño retraso respecto al calendario previsto, le saldrá más barata al Ayuntamiento de lo que presupuestó inicialmente. El presupuesto de licitación de 308.725 euros se quedará en unos 215.000 aproximadamente.

Compromiso adquirido

La creación de este sistema de evacuación de pluviales es un compromiso adquirido por la vicealcaldesa y concejal de Urbanismo, Ana Belén Castejón, con los vecinos del Barrio de la Concepción cuando era alcaldesa, el año pasado.

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La Asociación de Vecinos mostró entonces su preocupación por la barrera que podían suponer la construcción de la Avenida del Cantón y de la urbanización del Plan Rambla, que incluye edificios de pisos con 1.670 viviendas, si no se tomaban medidas para dar una salida a las aguas que bajan descontroladas hasta Quitapellejos cuando llueve. Tanto Castejón como la concejal de Infraestructuras, María Casajús, se pusieron manos a la obra y encomendaron a los técnicos municipales que hallaran una solución.

PARA TENERLO CLARO

  • 215.000 euros es el coste de la obra, que salió a licitación por 308.000. La hará Jumabeda, que se espera que haga todos los trámites y firme el contrato en un mes.

  • Obra complementaria La evacuación de las aguas que recoja este sistema dependen de un sistema de desagüe vinculado al tanque de tormentas que hay junto a la rambla de Benipila y que podría verse favorecido por la estación de bombeo que se construirá junto al estadio Cartagonova

  • 3.500 habitantes tiene el Barrio de la Concepción en la actualidad, según los datos de la asociación de vecinos. El Plan Rambla añadirá más a la zona.

Lo primero que hizo Castejón fue negociar con la empresa Emasa, promotora de la nueva urbanización, la construcción de unos sistemas provisionales de evacuación. Ella había desbloqueado este plan urbanístico, parado desde hacía 25 años y ella fue también la que convenció a su interlocutor, el empresario Tomás Olivo, de que incluyera las obras de eliminación de las escorrentías entre las primeras tareas en sus terrenos. Gracias a estos trabajos, realizados entre el invierno y la primavera, se ha asegurado la canalización de las aguas con colectores que atraviesan los terrenos y los viales que conformaran la nueva urbanización.

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Las canalizaciones habilitadas demostraron su efectividad en los días 6 y 7 de marzo, cuando cayeron precipitaciones moderadamente fuertes sobre esa zona de Cartagena.

En paralelo, el Ayuntamiento elaboró el proyecto que ahora será adjudicado y que pretende dar una solución casi definitiva al problema, aunque hay una fase posterior que depende de un proyecto de la empresa que gestiona la concesión del suministro de agua potable y de gestión del alcantarillado, Hidrogea.

Evitar los arrastres

Cada vez que llueve, hay varios puntos de la calle Peroniño a los que llegan aguas procedentes de la Atalaya con gran cantidad de arrastres, entre piedras, tierra y vegetación. Esos sedimentos, el correr del agua y su depósito pueden afectar a varios puntos de la zona. Las obras adjudicadas pretenden ponerle remedio entre las calles Malvavisco y Balcones, en los dos puntos en los que se generan escorrentías.

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En esta zona, la red de evacuación y de alcantarillado es única, de sección insuficiente y se colmata con facilidad. El nuevo colector solucionará este problema y recogerá las aguas que le entren a través de un sistema de aliviaderos de nueva construcción. Además, en el proyecto se incluye la construcción cuatro arquetas-arenero. Tres estarán en los cruces de Peroniño con la zona de las Casas de Sevilla y las calles Subida a los Pinos y Castillo a la Mota. La última será ubicada en la calle Malpica, para la recogida de arrastres de material. Por último. La nueva red tendrá 13 rejillas superficiales y será conectada a 12 imbornales existentes en Peroniño, que conectarán con la nueva tubería. Hay otros 15 que ya existen pero que serán ampliados. Cada uno contará con una arqueta adaptada a las rejillas.

Con estas nuevas instalaciones, las entradas al alcantarillado no quedarán taponadas tan fácilmente por las piedras, la arena y los arrastres vegetales. Además, al frenar o retener estos residuos, serán menos los que sigan arrastrados por la corriente y puedan causar daños en coches, viviendas y mobiliario urbano.

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Los intensos chubascos de los últimos años ya dieron varios sustos a los vecinos del Barrio de la Concepción.

Más proyectos

Las infraestructuras previstas y los dispositivos complementarios proyectados despejarán los temores de los vecinos respecto al efecto riada de unas lluvias copiosas. «De hecho, todo se ha diseñado en coordinación con la asociación vecinal del Barrio de la Concepción, a la que se ha mostrado el proyecto para que hicieran aportaciones y manifestaran sus dudas», explicó recientemente un portavoz del equipo de gobierno local.

En el horizonte hay otro proyecto que supondrá reubicar junto al estadio Cartagonova la estación de bombeo que actualmente está en la Plaza de España. No solo servirá para mejorar la impulsión de las aguas residuales de todo el ensanche hacia la estación depuradora del Polígono Industrial Cabezo Beaza. También puede ayudar al sistema de evacuación de aguas pluviales del Plan Rambla y el Barrio de la Concepción. Además, allí mismo está también el tanque de tormentas de Beninipila, que puede ejercer de depósito intermedio para el desagüe al cauce de la rambla.

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Los vecinos piden revisar algunos aliviaderos y una adecuación adicional en la ladera de la Atalaya

Los vecinos del Barrio de la Concepción manifestaron ayer su satisfacción general con el proyecto de obra, cuya contratación tiene ultimada el Ayuntamiento, pero la asociación que los agrupa hizo dos precisiones que cree relevante incluir, según explicó su presidente, Raúl Pastor. La primera tiene que ver con la posibilidad de hacer una obra complementaria en la pista peatonal que baja desde el monte Atalaya hasta la calle Peroniño, la otra tiene que ver con los areneros más cercanos a esa zona, en la calle Castillo de Malpica.

«Nos preocupa que el dispositivo de retención que se ha proyectado en esa pista peatonal pueda resultar insuficiente para retener los materiales de arrastre que pueda llevar el agua de lluvia, pero también que pueda quedarse bloqueado por esos residuos», explicó Pastor. A su juicio, el Ayuntamiento no ha argumentado una solución al respecto, según indicó.

Asimismo, la asociación de vecinos se hizo eco ayer de las peticiones de vecinos que viven en zonas colindantes. «Las casas y bajos comerciales de esa zona se inundan por efecto de las aguas que bajan por la pendiente», indicaron. A su juicio, el Ayuntamiento tendría que idear sistemas de retención de los arrastres y también pensar en un desvío parcial de las aguas ya libres de materiales hacia las calles perpendiculares, para repartirlos y reducir su velocidad.

Con todo, Pastor agradeció la continua comunicación que la asociación tiene con la responsable de la concejalía de Infraestructuras, María Casajús. También que la edil de Urbanismo, Ana Belén Castejón, nunca eludió darles explicaciones sobre sus planes para la zona, cuando era alcaldesa. Por eso espera el mismo nivel de interlocución con la nueva primera edil, Noelia Arroyo.

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