Castejón insiste en que hará alcaldesa a Arroyo y espera obtener el 'indulto' del PSOE nacional

«Quién lo ha visto y quién lo ve. Que tenga que ser él quien me diga que no vote al Partido Popular...», ha respondido la alcaldesa de Cartagena, Ana Belén Castejón, al secretario general del PSOE local, Manolo Torres, ante su exigencia de que ella y los otros cinco concejales expulsados de este último partido por su Ejecutiva Federal no apoyen la investidura de Noelia Arroyo (PP) como regidora. «Esas personas solo se representan a sí mismas. No era la voluntad de quien eligió la papeleta del Partido Socialista que su voto sirva para que acceda a la alcaldía el PP», dijo Torres el sábado. Y pidió al PP y a Ciudadanos cumplir el Pacto Antitransfuguismo.

Castejón hará oídos sordos a la resolución política del Comité Municipal del PSOE. Y defiende el acuerdo de 2019 para dar el relevo en la alcaldía a Arroyo un día de este junio aún por definir. «Que el señor Torres diga si el Partido Popular es un mal partido o cómo se ha relacionado él, en otras ocasiones, con el Partido Popular», dijo el lunes Castejón, sin aclarar de qué vínculos habla.

La regidora elogió «al Partido Popular de Noelia Arroyo», por su «compañerismo, lealtad, mimo y capacidad de trabajo». Y mostró su expectativa de ser readmitida en el partido de Pedro Sánchez. Ella y los concejales que la han «acompañado en este periplo», afirmó, «no entendemos que esté la puerta cerrada» a una suerte de 'indulto'. Y precisó: «Yo cuando hablo de la dirección del PSOE por supuesto que no me refiero a la dirección regional ni local. Nuestra esperanza siempre estuvo, está y estará en la dirección federal».

A preguntas de LA VERDAD, como miembro de la Ejecutiva Federal José Vélez, delegado del Gobierno, descartó que la expulsión quede sin efecto, al ser firme y responder a hechos «gravísimos». Según Vélez, «en ningún caso el problema fue un pacto con el Partido Popular. Jamás se trató si eso era bueno, malo o regular. Aquí el problema es que una persona, para hacer lo que quiso, decidió saltarse los estatutos de su partido, no hacer la consulta necesaria y no pedir autorización a las ejecutivas municipal, regional y federal».

«Ese incumplimiento claro y fehaciente de las normas que nos hemos dado los militantes es gravísimo», insistió. Y sobre si hay conversaciones con MC (partido más votado hace dos años) para un pacto, que alcanzaría la próxima legislatura, aseguró: «Ni mucho, ni poco, ni regular. Mentira».