Carreteras que siguen cuesta abajo

Entre las vías de titularidad regional y las municipales hay más de cien kilómetros por los que cada día pasan decenas de miles de vehículos. Y ni los planes de obra del Ayuntamiento ni los de la Comunidad han frenado su deterioro. Los accidentes, en algunos casos muy graves, no se han hecho esperar.

La carretera N-301a, antaño eje principal de comunicaciones en la Región al unir Cartagena y Murcia, representa bien las deficiencias comunes al resto de viales. Se convirtió en una arteria de segundo nivel hace treinta años, al entrar en servicio la autovía (A-30), pero aún es básica para comunicar Los Dolores, Santa Ana, Miranda y El Albujón.

El estado de conservación del pavimento fluctúa entre lo insuficiente y lo muy deficiente, en especial en el tramo entre El Albujón y Miranda. La mediana, los pasos de cebra y el resto de señalización horizontal están casi borrados entre Santa Ana y El Bohío, a la altura de La Ermita y de La Venta de El Albujón y en El Albujón. Además, los árboles sin podar suponen un riesgo cada vez que sopla el viento en el entorno de esta localidad. Pero entre lo más notorio está que incluso el tramo de la Media Sala, desdoblado hace apenas cuatro años, empieza a desgastarse.

Obras incompletas y sin hacer

Fuentes de la alcaldía admitieron las necesidades de la carretera, aunque advirtieron de que ese eje de comunicaciones tiene pendientes varias obras de mejora. La primera es la adecuación de la travesía de Los Dolores, para eliminar las jardineras colocadas en la reforma millonaria de 2014 y que impiden liberar más aparcamiento.

También se construirá una acera entre Santa Ana y el polígono residencial, para que anden por ella los niños y adultos que acuden a coger el autobús en este último lugar, en el que lo desgastado de los pasos de cebra pone en riesgo a los peatones. Por último, está en contratación la construcción de una plaza urbana en El Albujón, en el lugar en el que la N-301a se cruza con la carretera que lleva a La Aljorra, por un lado y a Pozo Estrecho, por el otro. Medio millón de euros hay presupuestado en una actuación integral que la gente del pueblo preferiría cambiar por una obra más modesta en un tramo o tramos más largos de este vial.

En parecida situación se encuentra la carretera RM-602, de titularidad regional. Como pasó con la N-301a hace 30 años, la comunicación Santa Ana-La Aljorra tiene ahora menos tráfico, ya que se desvía por la autovía que lleva a Alhama. Sin embargo, sigue siendo muy utilizada por los aljorreños. que soportan cuatro kilómetros de un asfalto convertido en puro remiendo, de tantas veces como ha sido parcheado. Las señales de «Firme en mal estado» son continuas desde la salida de la A-330 (Santa Ana-El Albujón) hasta el acceso a Sabic. Los discos de prohibición de circular a más de 60 o, como mucho, 70 kilómetros por hora, también. Curiosamente, el estado de conservación mejora a partir de la planta de plásticos en dirección a Fuente Álamo.

El último accidente ocurrido en esta carretera, el pasado domingo, supuso la muerte de una joven de 33 años. La causa directa del choque frontal entre dos vehículos fue que uno de ellos se salió de su carril, pero el mal estado general de la carretera no ayudó en absoluto. A veces influye también la velocidad a la que circulan la mayoría de los vehículos, casi siempre por encima de las recomendaciones de las señales.

Este siniestro no le ha quitado a la carretera de La Palma (F-36) el triste récord de víctimas mortales en accidentes de tráfico este año. Cinco jóvenes fallecieron en enero también en un choque entre dos coches, en el tramo hacia Torre Pacheco. Una deficiencia generalizada en este vial y que también se da en los otros analizados en el cruce de caminos agrícolas, de fincas particulares y de comunicación con naves industriales que no están bien señalizados y, en muchos casos, carecen de visibilidad.

Como en el caso de la N-301a, los desperfectos comienzan en zonas remodeladas hace apenas una década. La zona desdoblada entre la rotonda de Las Tejeras y la A-30 ya tiene algunos hundimientos importantes. Pero lo peor está entre el kilómetro 8, donde empiezan los baches, hasta la entrada a La Palma. Allí las cosas empeoran con un estrechamiento brusco y un firme cada vez peor hasta llegar al cruce con la MU-311 (Pozo Estrecho-El Algar), fracturado en el centro, a los pies de la iglesia de la localidad. En el tramo hacia pero en el tramo Torre Pacheco la conservación del firme es mejor en el carril de ida que en el de vuelta, bastante agrietado.

Las mejoras prometidas en esta carretera, por parte de la Administración regional, supondrán hacer una rotonda en el kilómetro 4, en la intersección de un camino de regantes que tendrá otra glorieta en el 14 de la RM-F-35 (La Aparecida-La Puebla). La creación de nuevas rotondas en cruces peligrosos ya ha fructificado en la mencionada MU-311 a la altura del polígono industrial, en la que también hay una parte bastante mala, justo a continuación. La mencionada carretera de La Aparecida tiene un segmento deteriorado entre los kilómetros 14 y 12, una travesía en la que la mediana apenas es visible al paso por la citada localidad y un tramo de un kilómetro antes de La Asomada en el que el asfalto está tan fragmentado que se desprenden piedrecitas al paso de los vehículos

Algo parecido sucede en la RMF-54, entre la N-332 (Los Alcázares) y Los Urrutias. La situación de la E-22 entre la rotonda de Cuatro Caminos y La Vaguada es todavía peor. No solo tiene el firme cuarteado. Además, atraviesa una rambla sin encauzar (lo mismo pasa con la RM-332 justo antes de entrar en Molinos Marfagones). Asimismo, la señalización es vieja y está descolorida y la pintura de la mediana, casi se ha perdida, en el los 700 metros previos a La Vaguada. Tras dejar Canteras, la carretera vuelve a empeorar, con tres kilómetros de cambios de rasante, curvas peligrosas y un acceso a El Portús que carece de la glorieta que se comprometió a construir la Comunidad hace ocho años.

No es la única glorieta que está pendiente. En la RM-332 (Molinos Marfagones) falta la comprometida en Los Patojos, También la de acceso a la promoción de vivienda protegida Cartagena Joven para evitar nuevos accidentes graves.

Travesías

El tratamiento de las travesías de las carreteras por los núcleos urbanos es otra asignatura pendiente. La última obra importante en este sentido tuvo lugar en la mencionada MU-332 con la construcción de las circunvalaciones de Cuesta Blanca y Tallante y la reurbanización de las antiguas carreteras que pasaban por el centro como bulevares. El Ayuntamiento reclama que la Administración regional haga lo mismo en Molinos Marfagones, pero el coste (dos o tres millones de euros) ha hecho que el Gobierno lo descarte a medio plazo. En el caso de El Albujón será el Ayuntamiento el que suma la responsabilidad y en La Aparecida, lo máximo que se ha conseguido es la mejora de los pasos de cebra, con fondos regionales.

La carretera N-332, que une Cartagena y La Unión se salva. Pero los cartageneros aún recuerdan con ironía la primera piedra que el Ayuntamiento puso hace ocho años, con el PP, para dotar de un carril bici y una acera al tramo de La Esperanza a Cartagena. No se puso la segunda.

Los cruces de carreteras con ramblas no encauzadas y sucias se reproducen no solo en Canteras y en Molinos Martagones sino también en Miranda. La de El Albujón (N-301) sí está limpia y canalizada.