Castejón renunciará a la alcaldía este jueves para dar paso a Arroyo, «según lo pactado» en 2019
El PP recuperará el bastón de mando después de seis años, salvo que la vicealcaldesa no logre 14 votos a favor este sábado en el Pleno de investidura
Salvo sorpresa de última hora, como la vivida hace dos años con el pacto 'in extremis' a tres bandas que dejó sin gobernar a MC, Cartagena vivirá el próximo sábado la llegada a la alcaldía de Noelia Arroyo, y con ella del Partido Popular, en sustitución de Ana Belén Castejón. El primer paso lo dará pasado mañana, jueves, esta última con su dimisión. Castejón, que accedió el 21 de junio de 2017 y que renovó el 15 de junio de 2019, renunciará oficialmente a ser la primera autoridad municipal. Así lo desveló ayer LA VERDAD en su edición digital, tras confirmar por fuentes municipales los preparativos del cambio en el Ayuntamiento.
Según el reglamento municipal, deben celebrarse dos plenos en el plazo máximo de diez días a contar desde la jornada de renuncia: uno de toma de conocimiento de la dimisión y otro de investidura del nuevo alcalde. Pues bien, la planificación del Ejecutivo local es que la primera sesión tenga lugar el viernes 11, es decir un día después de la dimisión, y la segunda, el sábado 12.
Será ese día cuando se convertirá en regidora la actual vicealcaldesa, según pactaron tras las elecciones de hace dos años los entonces concejales del PSOE, con Castejón a la cabeza, y los grupos municipales de PP y Ciudadanos. Para ser investida, Arroyo necesitará obtener la mayoría absoluta de los votos de la corporación, es decir 14. El equipo de gobierno lo forman 15 concejales: los seis no adscritos (expulsados por el PSOE tras no consultar con las bases y con las ejecutivas del partido el pacto), siete del PP y dos de Ciudadanos. A priori, Arroyo tiene el camino libre para llevar el bastón de mando hasta junio de 2023.
En el caso de que Arroyo no lograra mayoría absoluta, gobernaría la lista más votada, es decir la de Movimiento Ciudadano (MC). Este grupo tiene ocho concejales. El alcalde volvería a ser su líder, José López. Una de las posibilidades manejadas estos días en ambientes políticos es que tres ediles del gobierno no dieran su respaldo a Arroyo. Si solo fueran dos los que le dieran la espalda, Arroyo aún podría compensar esa pérdida con el voto de un edil de la actual oposición y alcanzar el mínimo de 14 exigido. El PSOE pidió la semana pasada a los ediles no adscritos que usaran sus actas para hacer alcaldesa a una edil del PP y a los populares que no acepten estos apoyos, porque incumpliría el Pacto Antitransfuguismo.
La proclamación de Arroyo devolvería al Partido Popular a la alcaldía seis años después. En 2015, el pacto entre PSOE y MC impidió ser regidora a Pilar Barreiro, quien tras 20 años dejó el acta. Le sustituyó como regidor José López, a quien Castejón sucedió en el ecuador del mandato. A los pocos meses, el acuerdo saltó por los aires y el PSOE quedó en minoría.
La posición de Ciudadanos
Ayer, la alcaldesa saliente, a quien Arroyo mantendrá en Urbanismo, afirmó: «Tal y como me comprometí hace dos años, llega el momento de pasar el mando de la ciudad a la vicealcaldesa, Noelia Arroyo. Todo se está haciendo según lo pactado, y con el objetivo fundamental de que el gobierno que he tenido el honor de presidir acabe la legislatura, con las mismas personas, las mismas competencias garantizando así la estabilidad y el progreso de Cartagena», dijo. Y añadió, en referencia al PSOE: «Doy gracias a la vida, a mis compañeros, a los ciudadanos y al partido político del que me sigo sintiendo parte por haberme otorgado este enorme privilegio, ser alcaldesa».
El Ejecutivo mantendrá «las mismas personas y competencias», asegura la actual regidora, quien gestiona Urbanismo
Según fuentes del PP, en las últimas semanas cargos del partido hicieron gestiones para la asistencia al Pleno del secretario general nacional, Teodoro García Egea, y del presidente, Pablo Casado. Pero en el Grupo Popular municipal aseguraron ayer que «no se ha cursado invitación a nadie, incluyendo a estas dos personas».
El PSOE exigió «a todos los grupos políticos municipales el cumplimiento» del Pacto Antitransfuguismo, «y en concreto el apartado de impedir que los tránsfugas constituyan, mantengan o alteren las mayorías de gobierno de las instituciones públicas». Los socialistas aludieron veladamente a Ciudadanos, cuyos dos ediles, Manuel Padín y María Amoraga, aseguran mantenerse leales al pacto. El partido liberal, cuya coordinadora regional es la exconsejera Ana Martínez Vidal, tampoco ha cuestionado el relevo, por más que promovió con el PSOE la fallida moción de censura en la Comunidad.
La oposición critica que el cambio se apoya en el «transfuguismo»
Los grupos de la oposición reaccionaron ayer con críticas a la noticia de la dimisión de Ana Belén Castejón y la convocatoria del Pleno de investidura esta semana. «Desde enero de 2018 gobiernan en Cartagena ciertos empresarios y concesionarias. El modelo del PP, largo tiempo reforzado por el PSOE, volvió al Ayuntamiento cuando se expulsó a MC por descubrir las trampas de FCC e Hidrogea», afirmó el portavoz adjunto de MC, Jesús Giménez. Aludió así a las empresas concesionarias de los servicios municipales de basuras y de agua, respectivamente.
«No hay más modelo que volver a la red clientelar, con El Batel como ejemplo, y justificarlo. Las necesidades de Arroyo, Castejón y Padín por delante de los cartageneros y de las mínimas exigencias democráticas. Es el transfuguismo como modo de vida y supervivencia política de los tres perdedores de las elecciones, que refrenda la derrota de Cartagena frente al centralismo impuesto por el PP y San Esteban», añadieron en el grupo liderado por José López.
La coalición Unidas Podemos IU Equo destacó que «Ana Belén Castejón se va para que todo sigua igual». En palabras de la concejal Aroha Nicolás, «este relevo es algo más bien simbólico, porque en realidad ya estaba gobernando el Partido Popular desde que empezó la legislatura». Será «un paripé, que tiene más que ver con el pacto que firmaron el PP y los tránsfugas del PSOE, para defender sus propios intereses, que con lo que decidieron los cartageneros en las urnas», dijo Nicolás. Y lamentó las actuales políticas de barrios, salud, medio ambiente y urbanismo.
En Vox, la concejal Pilar García denunció que el «pacto de la deslealtad a Cartagena se consuma y volverán a gobernar aquellos que durante veinte años solo sembraron de corrupción y de pleitos a este Ayuntamiento». Su grupo no entiende «que el PP se apoye en los votos de expulsados o tránsfugas, pero visto ya el ridículo al cual nos sometieron en la Asamblea esperáramos de todo para mantenerse en el sillón», una referencia al apoyo a López Miras por exdiputados de Vox.
Torres avisa a los 6 expulsados
El secretario general del PSOE de Cartagena, Manuel Torres, advirtió de que «el incumplimiento del mandato expreso del Comité Municipal socialista, que representa a todos los militantes de Cartagena, y de lo establecido en el Pacto Antitransfuguismo» agravaría «la conducta de los concejales expulsados», lo que dificultaría su hipotético regreso al partido. Torres añadió: «Ningún socialista, de carnet o de corazón, entiende que con su voto se haga alcalde o alcaldesa a una candidata del PP».