Las ayudas municipales al tercer mundo llegan a 380.000 euros en 5 años
Organizaciones no gubernamentales de la Región llevan las subvenciones para la cooperación a países africanos y americanos
RUBÉN SERRANO
Cartagena
Lunes, 22 de enero 2018, 09:15
Cultivar y comercializar el cereal de Louga (Senegal); comprar mobiliario para los centros educativos de Kumasi-Ashanti (Ghana); potenciar la inserción laboral de las mujeres en poblaciones vulnerables como Yaounde, Mbeloa y Mehandan (Camerún) y satisfacer la demanda de agua potable en zonas rurales de Costa de Marfil son algunos de los proyectos que diez organizaciones con sede o delegación en la ciudad han puesto en marcha en el último lustro, gracias, en parte, a la subvención de 380.000 euros que ha destinado el Ayuntamiento para tales fines solidarios.
El Consistorio subvenciona desde 1994 a organizaciones no gubernamentales (ONG) que llevan a cabo proyectos de cooperación al desarrollo en el extranjero. Las ayudas son anuales e «ininterrumpidas», y suponen un impulso en las poblaciones «de mayor precariedad», según recoge el informe de la Concejalía de Servicios Sociales. En la muestra del último lustro, el Ayuntamiento ha destinado una media de 80.000 euros a países con un bajo índice de desarrollo. La última partida, aprobada en noviembre de 2017 en la Junta de Gobierno local, fue menor, de 60.028,40 euros, al quedarse fuera dos organizaciones porque sus proyectos no cumplían con los requisitos que establece el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo.
Con esta última partida municipal se financiarán cinco proyectos, todos ellos en África. Por ejemplo, en Tanime (Senegal), la Fundación Cepaim reducirá la tasa de analfabetismo de los niños y mujeres. Con los más de 11.000 euros recibidos, la ONG Solidaridad, Educación y Desarrollo también avanzará en la escolarización de los jóvenes de Bouakë (Costa de Marfil), potenciando su derecho a acceder a los estudios de Secundaria.
Leche en polvo
Desde el año 2013, las zonas vulnerables de Camerún, como Mehandan, Yaounde y Mbeloa, han sido abastecidas con agua potable y dispensario y asistencia médica, gracias a los proyectos realizados por la Fundación Ayuda, Desarrollo y Educación (FADE). Ahora se centran en dar leche en polvo a los pequeños.
«Hemos pasado mucho tiempo con cada madre, explicándole cómo cuidar a sus hijos pequeños, cómo prevenir enfermedades, concienciarles de la importancia de una correcta nutrición... Ha sido una iniciativa muy buena y el resultado está siendo muy satisfactorio», explica María Fernanda, técnico del proyecto en Camerún.
Solucionar los problemas de sanidad en estas zonas era «esencial», al igual que potenciar el «trabajo en equipo» entre los habitantes. «Hemos mejorado la calidad de vida de los colectivos más vulnerables, como los niños, y hemos formado a los adultos para que puedan valerse por sí mismos. La ayuda que nos da el Ayuntamiento (en el último lustro ha sido de 48.772 euros) es fundamental para avanzar y hacer un mundo mejor. Antes, el médico más cercano que tenían en Mehanadan estaba a 25 kilómetros», explica orgullosa Fernanda.
Otro grupo de voluntarios también ha trabajado en el último lustro para sacar de la malnutrición a los niños de Madagascar; evitar enfermedades derivadas como la malaria y la tuberculosis, con atención médica y hospitalización; y correr con los gastos de escolarización y material para las aulas.
En Kenia se ayudó a mejorar la estructura del centro de salud de Kerwa, en Cubal (Angola) se construyó un pabellón pediátrico y en Mali, tres aulas, un despacho y un almacén con letrinas. En el Congo se puso en marcha un proyecto (19.000 euros) para mejorar y ampliar la oferta formativa de las escuelas infantiles, de primaria y secundaria, del barrio de Mpasa, y otra iniciativa para equipar la biblioteca del colegio.
Sede en Lo Campano
La lucha contra el VIH es el objetivo que se ha marcado desde 2004 la Fundación Tienda Asilo de San Pedro (que tiene su sede en el barrio de Lo Campano) en medio centenar de aldeas de la provincia de Bam (Burkina Faso). El proyecto Wend Be Ne Do ha recibido una ayuda municipal de 80.267, con la que han logrado atender a cerca de 600 personas, de las que más de la mitad son niños menores de 16 años que están contagiados, tienen padres que la sufren o se han quedado huérfanos por esta causa, según recoge el último informe elaborado por esta entidad, constituida hace más de un siglo.
Un equipo de voluntarios inicia el protocolo en las aldeas con pruebas de detección del virus, continúa con el tratamiento médico y farmacológico a los afectados y prestan apoyo psicológico para recuperar la autoestima y la mejora de la situación social.
Una granja escuela en Bolivia
Pero no todo se queda en el continente africano. En 2013, 2014 y 2015, el centro coordinador de Cáritas Diócesis de Cartagena recibió 35.969 euros para acabar con la grave problemática social en el distrito 2 de la ciudad de El Alto (Bolivia). En el país sudamericano también se puso en marcha una granja escuela para enseñar a los niños actividades educativas, productivas y medioambientales, en Achocalla, a quince kilómetros de la ciudad de La Paz.