Aumenta la preocupación en Pozo Estrecho porque los robos y el vandalismo no acaban
Los vecinos planean protestar en la calle porque, según sus datos, 2019 es el año con más delincuencia de esta década
El 2019 tiene trazas de ser para Pozo Estrecho uno de los años con más robos en viviendas, casas de campo, empresas, calles y plazas ... de esta década. La última oleada de delincuencia y vandalismo en esta diputación, que se mantiene desde la segunda quincena del mes de noviembre, ha elevado la preocupación y el enfado de los vecinos hasta el punto de que no descartan salir a la calle para exigir más presencia policial. Los asaltos en media docena de viviendas de los alrededores de la guardería municipal y en las inmediaciones de la piscina, junto a los destrozos ocasionados en el Instituto de Educación Secundaria (IES) Galileo en los últimos días, se suman a los asaltos y atracos ocurridos a principios de este año, en verano y en el mes de septiembre.
Los ladrones aprovechan para actuar que la casa que han puesto en su punto de mira está deshabitada o que, en el momento elegido, sus inquilinos están ausentes. En muchos casos, escalan los muros de los patios traseros o rompen la puerta y acceden a su interior. Una vez dentro, se llevan lo que pillan. En las casas desvalijadas en los alrededores de la guardería, los asaltantes robaron bicicletas y portátiles que después venden a peristas y en 'mercados negros'.
Cerca de la piscina municipal, los delincuentes entraron a casas desocupadas que estaban puestas a la venta o en alquiler. Según fuentes vecinales, en una de ellas llegaron a hacer un butrón en la parte trasera para entrar al patio. De allí se llevaron tuberías y los objetos que vieron de valor.
Los vándalos se ceban con el instituto, donde rompen el portón y el telefonillo y arrancan una portería
Sin llegar a acceder al edificio principal, los vándalos están asediando desde hace tres semanas el instituto del pueblo. El pasado 17 de noviembre fue la primera vez que un grupo de jóvenes, según denuncian desde la Asociación de Vecinos, comenzaron a hacer destrozos. Ese día rompieron el detector de movimiento de la puerta corredera grande y quitaron los cables del sistema. Después accedieron, arrancaron una portería del suelo del campo de deportes e intentaron llevársela, pero como la puerta no estaba abierta del todo les fue imposible hacerlo.
Depósito de agua
La segunda vez que entraron fue el pasado 23 de noviembre. Entonces, rompieron una papelera del exterior y la tiraron al patio. Además, saltaron la valla y arremetieron contra el depósito del agua que los alumnos y profesores usan para regar el huerto ecológico que tienen en las instalaciones. El pasado domingo, volvieron al instituto. Ese día rompieron el portero automático y arrancaron otra papelera y la tiraron al interior. Además, cogieron el cemento cola que tenían guardado los albañiles que arreglan la fachada del centro y esparcieron varios sacos en la puerta principal. Cuando la masa se secó, obstruyó la puerta y esta quedó inservible, según explicó a LA VERDAD la presidenta de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (Ampa) Nuevo Futuro, Victoria Ortuño.
Un grupo de asaltantes entra en media docena de viviendas y se lleva bicicletas y portátiles
Desde este colectivo denuncian que a los vándalos les resulta muy fácil delinquir porque en la zona apenas hay luz y vigilancia. «Hace meses llegaron a romper varios focos del interior del patio del centro y aún no los han arreglado. A ello hay que unir que, hasta hace unos días, la calle estaba prácticamente a oscuras, algo que facilita estos actos».
La presidenta de la Asociación de Vecinos de Pozo Estrecho, Sonia Montoya, explicó que los ánimos en el pueblo están tan caldeados que no descartan convocar una manifestación de protesta. «Si esto sigue así tendremos que salir», advirtió.
Exigirán ampliar el destacamento de la Policía Local
Una de las primeras exigencias que realizará la presidenta de la Junta Vecinal de Pozo Estrecho, Rosa Fernández (PSOE), al Ayuntamiento será la «ampliación de las dependencias y del número de efectivos del destacamento de la Policía Local, para aumentar la seguridad en la zona», explicó a LA VERDAD. «Queremos que se plasme ya en los presupuestos que el Gobierno local diseña para el año que viene. De hecho, se trata de un compromiso adquiridos con los vecinos de Pozo Estrecho», añadió Fernández. También pedirá a la Delegación del Gobierno en Murcia el incremento del número de efectivos de la Guardia Civil en el cuartel de El Albujón para que haya mayor presencia de la Benemérita en los pueblos de sus competencias, entre ellos, Pozo Estrecho.
Crece la inseguridad
El tema de los ros robos en la diputación galilea será uno de los que tratarán en la próxima reunión los miembros de la junta directiva de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Cartagena y Comarca. No solo pondrán sobre la mesa los que ha habido en Pozo Estrecho, sino también los ocurridos durante las últimas semanas en varios puntos del municipio. Entre ellos los ocurridos hace semana y media en la Ronda Ciudad de La Unión y en las inmediaciones de la zona de aparcamiento de la Casa del Mar. En este último caso, dos individuos atracaron a punta de navaja a un peatón, por la noche, y le quitaron el móvil y una mochila.
La inseguridad se está convirtiendo en uno de las principales quejas de los vecinos de Cartagena y más para los galileos. En esta diputación, a principios de año, hubo una oleada de robos que afectó a una docena de inmuebles, la mayoría de ellos situados en la carretera de La Aparecida. Al poco tiempo, en febrero, los vecinos denunciaron atracos a plena luz del día en calles, plazas y en el mercadillo semanal del pueblo. En verano, los ladrones se cebaron con casas de campo y empresas de donde se llevaron aperos de labranza y otros utensilios de trabajo.
Peor le fue a un vendedor de cupones, que en septiembre fue apaleado por un hombre en plena calle, frente a la sucursal de Bankia de la calle Grijalba. A José Oliva le quitaron una mochila con 900 euros, el mismo dinero que había conseguido con la venta de sus cupones el día anterior.
Los vecinos llevan años reclamando el aumento del número de efectivos en el destacamento de la Policía Local del pueblo. También exigen más presencia de efectivos de la Guardia Civil, para, al menos, contener a los ladrones.
Los vecinos de La Aljorra ven más seguridad tras sacar la patrullas callejeras
Desde que los vecinos de La Aljorra crearon hace ahora un mes las patrullas callejeras, «la seguridad ha aumentado en el pueblo», afirmó ayer uno de los portavoces de la Plataforma No Más Robos, Francisco González. «Y no es porque impidamos los atracos, sino porque nuestra mera presencia disuade a los ladrones», añadió.
La organización de la plataforma, a la que ya pertenecen unos 140 vecinos sigue siendo máxima. Los que salen a patrullar van equipados con chalecos reflectantes, linternas, ropa de abrigo y sus teléfonos y «cuando vemos algo raro llamamos inmediatamente a la Policía Local para que actúe», añadió González.
También crearon un grupo en la aplicación de mensajería Whatsapp para avisarse entre ellos en caso de que surgiera cualquier incidente en su zona. Ahora salen en grupos de quince personas. Se juntan en el centro cívico sobre las nueve de la noche y durante más de dos horas recorren el pueblo inspeccionando solares, colegios, jardines, parques y casas donde aseguran que hay 'okupas'.
La zona que más vigilan es la de la rambla y los alrededores de esta, donde en octubre hubo varios intentos de robo. Los vecinos denuncian que apenas hay iluminación en aquella zona y que grupos de jóvenes se reúnen cada noche a beber y a divertirse. Critican que pese a sus peticiones desde la Delegación del Gobierno no han enviado a la zona efectivos de la Guardia Civil.
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