Arroyo ordena a la Policía Local de Cartagena mano dura con multas en botelleos y aglomeraciones
El aumento de los casos de Covid entre jóvenes en las playas justifica la petición para que los agentes hagan cumplir a rajatabla las ordenanzas
La Policía Local recibirá órdenes de acompañar el despliegue preventivo en las principales zonas de botelleo de Cabo de Palos y La Manga del Mar ... Menor con una mayor presión represiva para evitar aglomeraciones a partir de ahora. El instrumento principal para conseguirlo será la imposición de sanciones a todas aquellas personas que incumplan la ordenanza que impide beber en la vía pública y cuyos movimientos supongan, a la vez, un riesgo para la propagación de la Covid-19. La tarea de disolver grupos e informar a sus integrantes se verá complementada con esta nueva estrategia más contundente, en vista del aumento de las concentraciones el pasado sábado, según informaron ayer fuentes del equipo de gobierno.
La reciente sentencia del Tribunal Constitucional que anula el confinamiento más estricto enlos primeros días del primer estado de alarma puede suponer un freno a la aplicación de multas antiCovid por parte de todos los cuerpos de seguridad, indicaron las fuentes consultadas. Sin embargo, el consumo de alcohol en la calle se mantiene como una infracción vigente en la normativa municipal desde mucho antes de la llegada de la pandemia.
LOS DATOS
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Normativa La reglamentación municipal prohíbe el consumo de alcohol en la calle. El orden público es una competencia de la Policía Nacional y la Guardia Civil.
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Dispositivo Una docena de agentes locales los viernes y más del doble los sábados se han encargado hasta ahora de mantener a raya las concentraciones en Cabo de Palos.
Quienes viven en las urbanizaciones del entorno del centro comercial Las Dunas y del supermercado Mercadona de Cabo de Palos están entre los damnificados desde hace tiempo. Y si las personas que lo protagonizan son menores, el incumplimiento es doble, ya que se contraviene la normativa de salud pública, también por parte de quienes venden esos productos. El sábado pasado, con más de quinientos jóvenes por las calles de la localidad, la Policía puso 18 multas.
Los agentes recibirán instrucciones para aplicar de forma estricta la norma que impide el consumo de alcohol en la vía pública
«Está prohibido»
La alcaldesa, Noelia Arroyo, reiteró ayer, tras la reunión de la Junta de Gobierno Local, su preocupación porque las aglomeraciones y los botelleos no van a menos pese a las reiteradas llamadas a la responsabilidad de las autoridades ya que hay vidas en juego. El año pasado el confinamiento, el cierre de casi todos los establecimientos de ocio nocturno y la mayor concienciación ciudadana por el número de muertos diarios dio una tregua que se ha disipado ahora.«Tenemos que reducir al máximo la incidencia de ese tipo de relaciones sociales, que se producen en la calle y que está prohibidas porque incumplen la normativa, pero que hay una parte de la población que no es consciente de eso», insistió Arroyo. «Entendemos que hay muchas ganas de dar carpetazo a esta crisis y de pasarlo bien, pero lamentablemente aún no es posible», añadió.
Arroyo: «Tenemos que reducir al máximo este tipo de relaciones sociales. Pero aún hay gente que no es consciente de eso»
Tras dos semanas de una intensa labor pedagógica y de realizar llamamientos públicos en favor de un compartimiento cívico, en especial a la población más joven, el entorno de Arroyo indicó a LA VERDAD que este próximo fin de semana se va a elevar el nivel de exigencia. La veintena de agentes del dispositivo especial de los fines de semana han hecho bien su trabajo, según fuentes municipales. Ahora recibirán instrucciones de aplicar «a rajatabla» la normativa municipal en materia de prevención del consumo de alcohol en la calle.
Vigilancia privada
Durante este mes, el dispositivo municipal se ha visto completado por la vigilancia privada contratada por establecimientos de ocio en Las Dunas. Entre ocho y diez guardias de seguridad se ocuparon de evitar que jóvenes incontrolados se reunieran en las terrazas del centro comercial que corresponden a locales desocupados y semirruinosos. Responsables de estos establecimientos instalaron también vallas con anclajes de mayor solidez que las que proporcionó el Ayuntamiento para vedar estos accesos.
Durante el primer fin de semana de este mes, el dispositivo organizado surtió efecto, según reconocieron los representantes vecinales consultados por este diario. Los descampados de la parte trasera de Las Dunas permanecieron prácticamente vacíos, gracias también a que se impidió la entrada de vehículos desde la autovía.
Dispositivo desbordado
Sin embargo, nada de eso pudo evitar que el pasado fin de semana hubiera cientos de jóvenes reunidos en Las Dunas y sus aledaños a los que fue imposible impedir que se quitaran la mascarilla e intercambiaran botellas, vasos, comida y cigarrillos. De ahí que Arroyo reiterara ayer que es necesario contar con todos los efectivos posibles para cortar prácticas que favorecen los contagios.
«Controlar todo eso no solo es una responsabilidad municipal. Necesitamos el apoyo de la Administración central, que tiene que liderar esto tanto aquí como en el resto de municipios de España», explicó Noelia Arroyo.
«En las últimas semanas me consta que el concejal de Seguridad, Juan Pedro Torralba, ha pedido poder contar con esa colaboración reiteradamente a la Delegación del Gobierno. Yo personalmente se la volveré a solicitar antes del próximo fin de semana a su responsable, José Vélez, con el que voy a coincidir en un encuentro oficial relacionado con otros temas», aseveró Arroyo.
La Delegación dice que impedir el alcohol en la calle es tema municipal
La posición de la Delegación del Gobierno, desde que en mayo se acabó el confinamiento por el estado de alarma, ha sido brindar su colaboración y tener disponibles unidades para actuar en todo lo que sea evitar incidentes de orden público y concentraciones que pudieran suponer un riesgo para la salud pública en relación con la pandemia. La Guardia Civil realiza además los habituales controles de alcoholemia. Sin embargo, las fuentes consultadas en este departamento han subrayado siempre que impedir el consumo de alcohol en la calle es algo que compete a los ayuntamientos, según sus ordenanzas.
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