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Cruce de dos vehículos junto al aparcamiento del final de la carretera del Faro de Navidad, ayer domingo al mediodía . antonio gil / agm
«¡No aparque en la salida de emergencia!»

«¡No aparque en la salida de emergencia!»

El acceso y el aparcamiento se quedan cortos, cada fin de semana, ante la afluencia al Faro de Navidad. Ciclistas y senderistas se la juegan para llegar por una carretera con curvas y rasantes peligrosas, por las que a duras penas caben dos coches

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Lunes, 4 de marzo 2019, 08:39

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Los dos kilómetros y medio de carretera que conduce al Faro de Navidad no fueron construidos para soportar el copioso tránsito de ciclistas, senderistas, motociclistas y coches que ahora lo sobrecargan, cada fin de semana. Está en pleno dominio marítimo portuario y su propietario es el Ministerio de Defensa. Sin embargo, en los últimos años la mayoría de los usuarios pasan por ella camino de algunas de las sendas que llevan a las fortificaciones de los montes Galeras y Roldán. También para llegar a la fortaleza de Puerto de Culturas y visitarla. Y para disfrutar de una de las mejores vistas de Cartagena, desde el dique oeste de la dársena. Después, pueden tomar el aperitivo en el bar que abrió allí, hace algunos años. Sin embargo, los planes de ocio que ha incorporado esta zona no han ido acompañados de una mejora de los accesos, de la vigilancia, del tráfico, ni de los estacionamientos.

«¡No aparque en la salida de emergencia a la zona peatonal!», le rogaba un 'gorrilla', ayer al mediodía, a Joaquín Segado Balmes, que no tiene nada que ver con el presidente de la Autoridad Portuaria, con el que comparte nombre y primer apellido. «La verdad es que no me había dado cuenta», comentó este vecino de Los Barreros, tras reubicar su vehículo en un lugar autorizado. «Lo que pasa es que no hay muchas alternativas para dejarlo. Y es una pena, porque este sitió podría ser mucho más acogedor», apuntó.

No pasaron ni cinco minutos y otro vehículo taponó de nuevo la entrada reservada a ambulancias y vehículos de bomberos y policía. «Pasa continuamente en las horas de más afluencia», comentó el gorrilla. Preguntado por la vigilancia policial para evitarlo, indicó que la Guardia Civil se pasa casi todos los días, pero no permanece mucho rato.

Defensa advierte en una señal de que el acceso por ese itinerario es «a riesgo exclusivo del usuario»

La Autoridad Portuaria anunció en 2017 el plan de hacer una senda peatonal y un carril bici en una parte

En cuanto se va, el continuo tránsito de peatones, ciclistas y coches se impone. Y eso que para llegar hay que hacer primero 800 metros de la carretera del Tercio de Levante, de titularidad municipal y en cuyo primer tramo se agolpan los vehículos aparcados a ambos lados. Luego viene el desvío tras la entrada a Navantia, con 600 metros de vial encajonado entre la montaña y un muro muy desgastado. Allí hay dos curvas de 90 grados, dotadas de espejos convexos para ver al que viene de frente, y un tramo intermedio con un desnivel de varios metros, sin valla que detenga una caída. «Hoy hemos traído el coche, mi hermana y yo, pero alguna vez he venido en bicicleta con mi marido y en esa parte puedes llegar a pasar bastante miedo», apuntó Encarna Sánchez. «Deberían instalar carril bici», añadió.

Tras un paseo junto al faro, Nuria Gracia y Federico Jabaloy emprendían el camino de vuelta, pasada la una de la tarde. «Hemos dejado el coche a un trecho de aquí, porque no había aparcamiento y ahora nos toca volver a pie, con cuidado», explicaba él. «No nos parece peligroso, pero esto podría estar mucho mejor si consiguieran ensanchar la carretera», apuntó ella.

«Trazado peligroso».

La Autoridad Portuaria lleva años dándole vueltas a esa idea. «Lo tenemos como una de nuestra prioridades y estamos haciendo todo lo posible para convertirlo en realidad pronto», explicó ayer el presidente de la Autoridad Portuaria, Joaquín Segado Martínez. El principal escollo que tiene que abordar son las dificultades que impone el uso compartido de la vertiente oeste de la dársena portuaria con Navantia, cuyo astillero ocupa gran parte de la línea de costa, y con el Ministerio de Defensa, dueño del acceso.

«Carretera de uso logístico (...) Trazado peligroso. Acceso a riesgo exclusivo del usuario», reza el cartel situado nada más dejar a un lado la entrada a Navantia. Junto a la prohibición de ir a más de 40 kilómetros por hora, la señal advierte también de que «puede haber obstáculos en la calzada, firme en mal estado y falta de iluminación y señalización». En ese texto, el Ministerio de Defensa cita las dificultades que afronta quien se interna por ahí. Por suerte, el asfalto está relativamente bien conservado y la limpieza ha mejorado, aunque sigue habiendo deficiencias, sobre todo en alguna senda como la que se interna desde el Espalmador hacia el Monte Roldán.

Antonio Sevilla, antecesor de Segado en la Autoridad Portuaria, esbozó en 2017 un plan para dotar de carril bici y senda peatonal al último kilómetro de la carretera, desde el Muelle del Carbón hasta el Fuerte de Navidad. Su intención era hacer «más amable» todo el trayecto. La reforma incluía un posible atraque para barcos de Salvamento Marítimo. Nada de eso fructificó.

Segado admitió que en los últimos años ha habido un incremento de afluencia de personas que acuden cada fin de semana y es consciente de las necesidades que eso genera. «Pues a ver si se ponen a mejorar esto, ahora que todavía se puede reconducir la situación», indicó su homónimo de Los Barreros.

El precedente de Cala Cortina sirve de poco en este caso

Cuatro fases de obras han sido necesarias para convertir el recorrido entre el casco urbano y Cala Cortina, en la vertiente este de la dársena de Cartagena, en compatible para vehículos, viandantes y ciclistas. La Autoridad Portuaria hizo una senda peatonal para evitar el paso por el primer túnel y adaptó después, con una inversión millonaria, todo el trayecto desde la Plaza de la Isla, dotando de carril bici y aceras anchas tanto el Paseo del Muelle (Santa Lucía), como el tramo desde la Grúa Sansón hasta la citada senda. La diferencia con el vial del Faro de Navidad, es que esta carretera no es militar ni hay instalaciones de Navantia que la encorseten.

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