Aguas depuradas en Cabezo Beaza acaban filtradas al acuífero del Campo de Cartagena

La Asociación de Naturalistas del Sureste (ANSE) destapó esta semana la existencia de un vertido de aguas «aparentemente depuradas» al acuífero del Campo de Cartagena, que drena hacia el Mar Menor. El derrame corresponde a caudales tratados en la depuradora municipal de Cabezo Beaza, que gestiona la empresa Hidrogea, y tiene lugar en un agujero excavado en la zona baja del polígono industrial de Los Camachos. La denuncia de los ecologistas, que presentaron sendos escritos ante el Ayuntamiento y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), coincidió con la confirmación, este jueves, de que las balsas de la estación de tratamiento de aguas residuales «están desbordadas» tras las lluvias de las últimas semanas.

Anteayer, el equipo de gobierno municipal emitió un comunicado en el que omitió que Anse le había informado de la situación y se limitó a señalar que estaba «en conversaciones con la cooperativa Isidoro García Ráez, concesionaria del agua depurada, para que, en la medida de sus posibilidades, alivie las balsas para cortar su desbordamiento». «La abundancia de las lluvias de las últimas semanas ha hecho innecesario el riego de los campos y contribuido al rebosad», dijo el concejal de Infraestructuras, Diego Ortega.

Este viernes, ANSE difundió un comunicado donde señaló que no solo había un desbordamiento, acreditado días atrás por inspectores de la CHS, sino también un vertido de «miles de metros cúbicos de agua» a través de una excavación de unos 20.000 metros cuadrados y varios de profundidad, junto a la autovía de La Manga. La asociación, que dirige Pedro García, también advirtió de que «las aguas están en contacto con vertidos contaminantes y residuos varios, como neumáticos arrojados ilegalmente a este gran agujero». Y añadió que «la inexistencia de un sistema de aliviadero hacia el Mediterráneo está provocando vertidos incontrolados en diferentes puntos del entorno de la depuradora, en espacios que se infiltran hacia el acuífero».

ANSE reclamó al Ayuntamiento y a la CHS que «soluciones urgentes y definitivas», pues esta situación ha demostrado la «incapacidad» de la cooperativa «para gestionar adecuadamente estas aguas» ante episodios de grandes lluvias y «la falta de planificación en la gestión de infraestructuras de depuración y tratamiento de aguas de toda la comarca».

«Lejos de considerar esta situación como excepcional, la asociación insta al Ayuntamiento a que trabaje urgentemente en varias direcciones», indicaron en Anse. Y propusieron estudiar la inyección de las aguas en cultivos de otras comunidades de regantes; y construir un aliviadero hacia el Mediterráneo, mediante la conexión de la depuradora con el nuevo cauce de la rambla del Hondón, que vierte junto al muelle de La Curra.

También sugirieron reutilizar las aguas en la restauración ambiental de los suelos contaminados del este de la ciudad y en el riesgo de jardines públicos.

Fuentes municipales indicaron que la alcaldesa, Noelia Arroyo, ha pedido a los técnicos evaluar la posibilidad de habilitar una balsa de emergencia y dar al agua un «uso ciudadano». Añadieron que hubo «parámetros pluviométricos totalmente inusuales, con más de 630 litros por metro cuadrado», y que «la gestión del agua la llevan los regantes, que regulan la gestión de las balsas».

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