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La alcaldesa de Cartagena agradece ante la Patrona el «esfuerzo» de rehabilitar la basílica
Arroyo recuerda en la entrega de la Onza de Oro que el proyecto del Hospital de Caridad aún no ha acabado y pide por las víctimas de las guerras
La llamada misa de la Onza de Oro, oficio principal en honor a la Virgen de la Caridad en la festividad del Viernes de Dolores, se convirtió en un agradecimiento de la alcaldesa al Santo y Real Hospital de Caridad por la finalización de las tareas de rehabilitación y restauración de la basílica de la patrona de Cartagena. Entre las obras y la pandemia, el templo permaneció cuatro años cerrado al culto. Reabrió el pasado día 12 para recuperar la antigua normalidad.
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Postrada ante la Virgen, en el momento de entregar la Onza de Oro que simboliza la aportación municipal al Hospital de Caridad, Noelia Arroyo resaltó que el esfuerzo que organiza la tricentenaria institución «aún no ha terminado», pero lo realizado hasta ahora «merece el agradecimiento de toda Cartagena», en referencia a las obras en la iglesia y a la inconclusa rehabilitación del edificio anexo, donde en el futuro está previsto que haya dependencias administrativas, la rectoría y un pequeño museo.
La primera autoridad municipal elogió lo que supone la figura de la Virgen de la Caridad para los cartageneros, recordó a los que están ausentes y en estas fechas vuelven a su tierra para reencontrarse con sus raíces. Y no pasó por alto su salida extraordinaria en procesión en abril de 2023, con motivo del tercer centenario de la llegada a la ciudad de la venerada talla de origen napolitano.
Aunque ya el año pasado la basílica abrió excepcionalmente sus puertas para la función principal del Viernes de Dolores, con la Virgen desplazada en la capilla de San José, su reapertura definitiva fue el tema más comentado entre los asistentes a la misa de la Onza de Oro. El presidente de la Comunidad Autónoma, Fernando López Miras, elogió el resultado de la restauración cuando, al acabar, compartió comentarios con el hermano mayor del Hospital de Caridad, José Vera, y el arquitecto que dirige los trabajos, el también hermano de la junta de gobierno de dicha institución Francisco Marín.
Todas las autoridades
La presidenta Asamblea Regional, Visitación Martínez, y la nueva delegada del Gobierno en la Región, Mariola Guevara, vivieron su primer Viernes de Dolores en Cartagena. Ambas ocuparon lugares destacados en el presbiterio. También asistió por primera vez en su condición de almirante de Acción Marítima, el vicealmirante Victoriano Gilabert Agote, aunque conoce bien la tradición pues está estrechamente vinculado a Cartagena. Las Fuerzas Armadas estuvieron representadas, además, por el nuevo almirante jefe del Arsenal, Alejandro Cuerda Lorenzo, y por el comandante militar de la Región y coronel jefe del Regimiento de Artillería Antiaérea 73, de Tentegorra, Carlos Quijano Barroso.
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La entrega de la Onza de Oro es una costumbre que data del año 1762 y representa la aportación municipal al Hospital de Caridad para costear la atención a los enfermos sin recursos en su centro sanitario de la barriada Cuatro Santos, el que los cartageneros conocen popularmente como Los Pinos. La subvención alcanza este año los 50.000 euros.
En sus palabras ante la Virgen, la alcaldesa pidió por los cartageneros que precisan ayuda y por quienes son víctimas de las guerras, que causan dolor y muerte en distintas zonas del mundo. También reclamó ayuda divina para materializar los proyectos del municipio. «La Virgen de la Caridad nos hizo a los cartageneros generosos para ofrecer solidaridad y valientes para reclamar justicia. Por eso somos un pueblo abierto a la acogida y que rechaza el abuso», aseguró.
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La misa principal del día de la patrona fue presidida por el obispo de Cartagena, José Manuel Lorca Planes, acompañado por una quincena de sacerdotes, entre ellos el vicario José Abellán y el rector de la basílica, Francisco Montesinos. Proclamó el Evangelio de San Juan el joven diácono cartagenero José Miguel Jiménez Atiénzar. Como era previsible, fieles y devotos llenaron la iglesia no solo en la misa principal del Viernes de Dolores, sino también durante todo el día.
En la calle también hubo un ambiente excepcional. Por la Serreta y otras calles cercanas desfilaron los jóvenes cadetes de la Agrupación de Granaderos de la Cofradía Marraja. La celebración de la Copa de España de fútbol sala este fin de semana en Cartagena permitió a numerosos aficionados desplazados desde Jaén y Valdepeñas disfrutar del día. Llenaron las terrazas de algunos bares céntricos. En los yacimientos de Puerto de Culturas encontraron entrada gratuita por el día festivo.
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