Borrar
El secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, saluda a un capitán de navío a su llegada al salón de actos de ISEN Centro Universitario.
Defensa prevé dotar de más presupuesto y trabajo a Navantia para asegurar su futuro

Defensa prevé dotar de más presupuesto y trabajo a Navantia para asegurar su futuro

El secretario de Estado del ministerio anuncia, en su visita a la ciudad, que el astillero tendrá un plan industrial para garantizar su viabilidad

Antonio López

Jueves, 23 de marzo 2017, 01:26

Los planes de futuro que el Gobierno central tiene para los astilleros de Navantia quedaron ayer aclarados, al menos en parte, por el secretario de Estado de Defensa, Agustín Conde, durante su visita a la ciudad. Tras recorrer el Arsenal y momentos antes de impartir una conferencia en ISEN Cetro Universitario a mediodía, Conde mandó de forma implícita un mensaje de tranquilidad a los trabajadores de la empresa pública, porque los propósitos de su ministerio son apostar firmemente por la construcción de los cuatro submarinos S-80, dotar de mayor carga de trabajo al astillero y asignarle a este más presupuesto que le asegure un futuro viable y sin pérdidas, como ocurre ahora.

Se trata, precisamente, de las reivindicaciones que realizan los trabajadores tanto del astillero de Cartagena, como de San Fernando (Cádiz) y de Ferrol (La Coruña) desde hace años. La demora en su cumplimiento les ha llevado a mantener desde principios de febrero una 'huelga interna', como ellos la llaman, basada en negarse a hacer horas extras remuneradas ni compensatorias, ni a cualquier tipo de modificación de las jornadas.

«En Navantia está previsto la aprobación de un nuevo plan estratégico, para convertirla en una empresa viable. El año pasado ya cerró con pérdidas muy considerables. Esta empresa necesita primero más carga de trabajo, como es natural, pero también trabajar de manera más eficiente para satisfacer las necesidades de seguridad nacional», indicó el secretario de Estado.

Compromiso internacional

Agustín Conde alertó de que el presupuesto en su departamento es «insuficiente» para dotar a España de unas Fuerzas Armadas acordes «a su situación geoestratégica, a los compromisos internacionales y a lo que se espera de nosotros como potencia intermedia».

Para revertir esa situación, aseveró, es preciso que España aumente su gasto en Defensa hasta el 2% de su Producto Interior Bruto (PIB): «Tenemos que llegar a ese porcentaje, porque es un compromiso que se asumió en la cumbre de Gales de la OTAN de 2014. Ahora se invierte el 0,90%, pero tenemos que duplicarlo en los próximos siete años, porque estamos muy lejos del resto de países. Lo tenemos que hacer muy poco a poco, no por gusto, sino por necesidad, y no solo a lo largo de esta legislatura, sino también de la siguiente».

Parte de ese presupuesto irá destinado a la construcción de los S-80, porque para este departamento estatal son totalmente «imprescindibles» para la defensa de España. «Tener o no tener un Arma Submarina es tener o no tener la seguridad que España necesita», insistió.

En declaraciones a los medios de comunicación, hizo referencia a los problemas de flotabilidad que retrasaron el proyecto hace un par de años. En este sentido, aclaró que aunque los submarinos tuvieron contratiempos en el pasado, que ya están solventados, los cuatro son una prioridad. Y añadió: «No se está construyendo solo uno. El proyecto son cuatro, aunque naturalmente se empieza por el primero. Quiero dejar muy claro que no es solo un submarino lo que se está montando en Navantia, sino cuatro».

Ocho mil kilómetros de costa

En su opinión, España, al ser un país que tiene ocho mil kilómetros de costa, que tiene dos archipiélagos y dos ciudades en el norte de África, como son Ceuta y Melilla, precisa tener una Armada en condiciones «y por eso el Arma Submarina es básica».

Sobre cuándo podrían ser entregados a la Armada los cuatro sumergibles, Agustín Conde advirtió de que antes de dar una fecha es necesario tener despejados determinados aspectos técnicos y, sobre todo, presupuestarios. Para ello, insistió, es necesario el plan estratégico.

Precisamente, en ello ya trabaja la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) y los sindicatos. Una vez que la principal accionista del astillero anunció hace tres semanas su intención de impulsar un plan industrial para garantizar el futuro de la empresa, anteanoche mantuvo una reunión con los trabajadores para dar los primeros pasos. Se creó una mesa de trabajo, donde se establecerán las prioridades y las exigencias de ambas partes.

La plantilla quiere que se incluya más carga de trabajo, una dotación anual presupuestaria por parte del Ministerio de Defensa y el rejuvenecimiento de, al menos, la mitad de la plantilla, a través de un ERE, en el que se apueste por el contrato relevo.

El secretario de Estado de Defensa recorrerá hoy las instalaciones del astillero, para conocer 'in situ' el estado de ejecución del proyecto de los submarinos. Los trabajadores esperan buenas noticias, como las que ayer ya dejó de manera implícita Agustín Conde antes de pronunciar su conferencia en ISEN. Que se les asegure la carga de trabajo y que se les dote de un presupuesto anual son, según los trabajadores, los dos pilares más importantes para que la empresa continúe funcionando por muchos años.

Mantienen la huelga

Mientras esto no esté garantizado, los trabajadores continuarán con su huelga de celo, a pesar de que los departamentos en los que se construye el primer S-80 y el de Reparaciones acumulen retrasos importantes y de que esta medida les suponga una reducción de sus nóminas.

Hace once meses se dieron por concluidos los trabajos de ampliación del casco resistente y desde finales del año pasado los obreros se centran en el montaje del interior del S-80. Los que ya han entrado son los montadores y mecánicos y, después, pasarán electricistas y electrónicos, que se encargarán también de equiparlo.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

laverdad Defensa prevé dotar de más presupuesto y trabajo a Navantia para asegurar su futuro