«La tecnología de los barcos necesita marinos bien formados y motivados»

El Estado Mayor de la Armada no solo planifica con especial interés la disponibilidad de barcos y unidades en el año 2030. También analiza la situación de sus bases estratégicas, como la de Cartagena, y el perfil profesional de su personal, avanza el almirante general Jaime Muñoz-Delgado.

-¿Habrá cambios significativos en la actual configuración de las bases navales españolas?

-La Armada tiene un modelo de base-arsenal-astillero desde 1750 que no ha perdido vigencia. Que los barcos estén basados en Cartagena, tengan un arsenal que los apoye y un astillero a 50 metros es un concepto que no va a variar sustancialmente en el futuro. Aquí vamos a seguir potenciando el Arsenal y el apoyo a los barcos. Otra cosa es el caso de Cádiz, donde quizás haya que girar un poquito la cabeza más hacia la base de Rota que hacia el Arsenal de San Fernando. Pero es una cosa que miraremos poco a poco y con prudencia. En Cartagena, el concepto seguirá siendo el mismo.

-¿Cómo cambiará el perfil del marino en el futuro?

- El personal ya está cambiando. La actual formación de oficiales, suboficiales, marinería y tropa no se parece en nada a la de hace veinte años. Los barcos son tecnológicamente avanzados y eso necesita un personal motivado y muy bien formado. Y en eso estamos. De ello me siento muy orgulloso, porque nuestra gente está francamente preparada. Hay que seguir luchando porque los problemas presupuestarios afectan mucho a la formación, pero seguimos apostando por la calidad a todos los niveles.

-¿Ve cercana la posibilidad de mejorar los presupuestos?

- Hay que mantener una cierta estabilidad, pero eso no está en mis manos ni es una decisión mía. Dependemos del nivel de los gobiernos. Yo pediría una estabilidad presupuestaria, la que sea, porque debemos saber qué tenemos para planificar el futuro.

- ¿Qué consecuencias está teniendo en el Arma Submarina el retraso de los S-80?

- El retraso ha sido un golpe importante que ha tenido su impacto en la baja de los S-70. No obstate, el Arma Submarina debe seguir trabajando. Ahora estamos estudiando qué posibilidades tenemos de mantenerlo hasta que el primer S-80 entre en servicio.

-¿Hay buenas perspectivas?

- Vamos por el buen camino y tenemos que tener paciencia. El objetivo es que el Arma Submarina no desaparezca, porque eso sí que es complicado. Buscamos que la transición sea lo más suave posible con el mayor número de submarinos. ¿Cómo? Habrá que ver cómo alargamos un poco la vida de los S-70.

-¿Habrá más carenas de los submarinos 'Galerna' y 'Mistral' mientras no llegan los nuevos buques?

-Abogo por ello, aunque no depende de mí. Habrá que ver si hay presupuesto o no.

- ¿Por qué es clave para el futuro de los nuevos submarinos la revisión crítica del proyecto, prevista para junio en el astillero cartagenero de Navantia?

-Porque nos va a decir si es viable, en el plazo que lo es, el dinero que cuesta... Mire: esa es una reunión clave en la que hay que manejar y analizar mucha documentación, y todo eso es lento. Estamos trabajando a marchas forzadas.

-Durante la conferencia se ha mostrado moderadamente optimista sobre los avances en ese proyecto. ¿El primer submarino, el 'Isaac Peral', estará a flote en 2018?

- No me gusta dar fechas, porque es un asunto que no depende de mí. Habrá que esperar.

-¿En algún momento ha existido peligro real de desaparición de la flota de submarinos?

-No. Desde el punto de vista del mantenimiento, los submarinos están perfectamente. En este tema no se ha ahorrado nada porque es imposible, ya que estamos hablando de vidas humanas. Insisto, los barcos están perfectamente. Tienen un proceso muy riguroso de periodos de inmovilización, tareas que hay que hacer en esas fechas y por eso no me preocupa su estado.

-¿España cumple con todas sus misiones de patrulla e inteligencia, tanto propias como internacionales, con dos submarinos que tampoco están siempre operativos?

- Con todas ellas, teniendo en cuenta la fuerza que tiene. La verdad es que están trabajando muy duro, como tiene que ser.