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Coches, entre vallas y pivotes, ayer en el cruce del Paseo Alfonso XIII con la calle Capitanes Ripoll. Las obras de la rotonda llevan cinco meses paradas.
Ofensiva municipal para acabar la rotonda de Alfonso XIII y reparar obras mal hechas

Ofensiva municipal para acabar la rotonda de Alfonso XIII y reparar obras mal hechas

El Ayuntamiento retomará en unos días los trabajos en el cruce de Capitanes Ripoll y revisa el estado de la travesía de Los Dolores

José Alberto González

Lunes, 26 de octubre 2015, 11:58

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El Gobierno municipal se ha marcado como prioridad para los próximos días poner coto al creciente malestar de vecinos y comerciantes por el retraso en el arreglo de las deficiencias de la flamante remodelación de la travesía principal de Los Dolores, así como en la finalización de la rotonda del Paseo de Alfonso XIII con la calle Capitanes Ripoll, 'heredadas' del Ejecutivo anterior.

Asociaciones de residentes y de pequeños empresarios de ambas zonas de Cartagena han pedido el desbloqueo cuanto antes de los trabajos necesarios para acabar con las molestias que sufren peatones y conductores desde finales de la primavera pasada.

Los representantes de afectados a los que consultó este diario coincidieron en que, después de cuatro meses de rodaje, el Gobierno municipal (formado por Movimiento Ciudadano y PSOE) debe pisar el acelerador para solventar problemas «heredados» del Ejecutivo anterior (del Partido Popular). Y desde el equipo que lidera el alcalde y concejal de Urbanismo e Infraestructuras, José López, aseguraron ayer que en cuestión de días empezarán a verse los resultados del trabajo interno realizado para dar soluciones.

La primera medida será retomar, la próxima semana, las obras de la glorieta de Alfonso XIII. Ayer, el Ayuntamiento salvó el principal escollo que tenía bloqueadas las obras: la necesidad de ocupar la esquina del campus de la Politécnica. El alcalde y el rector, José Antonio Franco, firmaron un acuerdo por el que la institución universitaria cede al Consistorio el terreno necesario frente a la Escuela de Ingeniería Naval, donde se hará un chaflán.

La empresa María García Martínez continuará con su tarea, aunque habrá un cambio relevante respecto al proyecto inicial. A partir de lo recomendado en un estudio del área de Tráfico, que el Ejecutivo echó en falta al entrar en el Ayuntamiento en junio, los semáforos situados frente al Instituto Isaac Peral serán acercados a la zona del Hospital del Rosell.

De esta manera, el Ayuntamiento evitará la movilización de residentes y comerciantes del Sector Estación, que a través de la Asociación de Vecinos se estaban planteando salir a la calle en protesta por el parón de las obras desde hace cinco meses.

En todo caso, el presidente de este colectivo, Fulgencio Sánchez, advirtió ayer de que los vecinos cortarán el tráfico la próxima semana si no se atienden las «numerosas quejas» de usuarios del autobús que conecta el barrio con el Hospital Santa Lucía. Según dijo Sánchez, si la empresa Alsa City no empieza a utilizar la parada habilitada en Capitanes Ripoll, a la altura de la oficina de Hidrogea, los vecinos cortarán la calle como protesta.

Quejas por los autobuses

«Hay gente mayor y personas con muletas que, a la vuelta del hospital, el autobús les para en la Asamblea Regional y se ven obligados a andar un tramo y subir la calle para ir a sus casas», criticó Sánchez.

«Sabemos que en el Ayuntamiento están manos a la obra para dar soluciones, pero les pedimos que aprieten el acelerador porque cada día que pasa la situación es peor, la gente se enfada y los comerciantes pierden clientes», resumió el panorama que se vive en la calle principal de Los Dolores el presidente de la Asociación del Comercio Personalizado de Cartagena, que agrupa a unas ochenta tiendas del municipio.

Entre los problemas de la remodelación de esta travesía, cuyas obras no han sido recepcionadas por el Consistorio porque está revisando si la ejecución ha sido correcta, destaca el retraso en la apertura de un aparcamiento disuasorio en un solar usado en las fiestas; esto, a pesar de la reducción del número de plazas de aparcamiento en una veintena.

Asimismo, hay atascos frecuentes por las complicaciones que sufren los conductores de autobuses y camiones para hacer giros, así como las que hallan los de turismos para virar a la izquierda hacia la calle Corredera por la nueva regulación del tráfico. De igual forma, las dimensiones de la rotonda hecha en la zona de la gasolinera obligan a los urbanos a invadir el otro carril y los comerciantes esperan una respuesta a su petición de que se aplique el cobro por el estacionamiento (ORA), para facilitar la rotación y captar clientes. Esta última solicitud está respaldada por unas 400 firmas.

Por último, en el barrio hacen ver que hay partes que se inundan por la escasez de imbornales y que las ramas de las moreras tapan los toldos en distintos inmuebles.

«La sensación general entre vecinos y comerciantes es que, a pesar de la inversión de unos 2 millones de euros en la reforma, hay cosas que están peor que antes y que la empresa adjudicataria de las obras debe empezar a solucionar ya», comentó Pedro Emilio Conesa. Aunque los trabajos fueron adjudicados a la compañía González Soto por la concesionaria del servicio municipal de aguas, Hidrogea (pues ha sido necesario renovar tuberías), la supervisión corresponde a los técnicos municipales.

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