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Víctor Arroyo, pilotando ayer el dron durante un ejercicio práctico en La Azohía.
Un dron al rescate en La Manga

Un dron al rescate en La Manga

Protección Civil usa en la playa del Barco Perdido un avión no tripulado para ayudar a bañistas en peligro, en una iniciativa pionera en España. El aparato aumenta la posibilidad de salvar vidas, pues reduce un triple el tiempo que necesita un socorrista para llegar a alguien en apuros

A. LÓPEZ

Viernes, 7 de agosto 2015, 01:18

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Cuando Víctor Arroyo, un joven socorrista de 25 años, llega cada mañana a su puesto de vigilancia de la Playa del Barco Perdido de Zeus, en La Manga, en vez de coger el flotador y su 'walkie talkie', como el resto de compañeros, coge los mandos de su dron, un avión no tripulado que utiliza desde el pasado mes de julio para salvar vidas. Primero lo saca de la caja, lo monta, le coloca dos flotadores en sus extremidades y, por último, lo prepara en una plataforma de despegue desde la que saldrá volando en caso de que una persona requiera ayuda en el mar.

Víctor es el piloto del único dron que utiliza Protección Civil en las playas de la Región, y uno de los cinco que se usan en toda España para ese fin. Se trata de una prueba pionera que ayuda a los socorristas cuando una persona está en apuros en el agua. Este aparato es capaz de reducir de tres a un minuto el tiempo de rescate de cualquier bañista que esté pasando por apuros.

«En muy poco tiempo tengo que decidir si es conveniente que despegue o que solo actúe el socorrista. Su efectividad es mayor cuanto más lejos está el bañista. A partir de 70 metros sí es necesario sacarlo, porque llegaría antes que mi compañero, al que podría facilitar el trabajo», cuenta este joven.

Prácticas en La Azohía

Este aparato volador, controlado por este voluntario formado especialmente para ello, en caso de emergencia, vuela hasta el punto exacto en el que se encuentre la persona en dificultades y lanza desde el aire dos salvavidas que la ayuda a mantenerse a flote hasta que llegue el profesional. Se trata de una primera actuación que refuerza el protocolo de rescate ya existente.

Para especializarse aún más, este joven ha conseguido el permiso para hacer prácticas de vuelo en La Azohía, donde se le puede ver los martes, jueves y domingos de nueve a diez de la mañana ensayando protocolos de actuación, junto a dos técnicos de la empresa que ha cedido el dron.

Los mandos del aparato llevan incorporada una pequeña pantalla en la que se ve las imágenes que capta la cámara que lleva incorporada el dron en su parte inferior. «Así puedo controlar dónde está situado exactamente la persona que necesita ayuda y dejar caer los flotadores en el lugar idóneo», dice.

Para participar en este proyecto piloto ha sido necesario que Víctor consiguiera, mediante una formación específica realizada en Madrid, el título de pilotos oficiales de drones de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea. Para conseguirlo, ha cursado asignaturas teóricas y prácticas, que le han aportado conocimientos en comunicaciones, navegación, meteorología, procedimiento operacional y derecho aéreo. También es capaz de realizar maniobras, como despegues verticales, traslaciones laterales, vuelos en ambos sentidos y espirales, entre otras.

La máquina ha llegado hasta La Manga de la mano de un proyecto piloto pionero, puesto en marcha por la compañía de telefonía Vodafone en cinco playas de España, con el fin de ayudar en las labores de salvamento. Además de en Cartagena, el aparato también vuela ya hasta el 15 de septiembre en las playas de La Arena y El Sable (Arnero, Cantabria), en Cabopino (Marbella), Ribadesella (Asturias), y Benalmádena (Málaga), explica el concejal de Seguridad Ciudadana, Francisco Aznar.

«Al llegar antes que el socorrista, el dron actúa primero lanzando al bañista el flotador. Así se le da un margen mayor para poner en marcha las labores de salvamento», relata Álvaro Cobeña, uno de los tres socios fundadores de la empresa aeronáutica regulada y aprobada por la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), TrabajosConDron.com.

A partir de 200 metros

Según sus cálculos, «un socorrista tarda el triple del tiempo que un dron necesita para llegar a un bañista en peligro a partir de 200 metros». Por ello, «esta considerable reducción de tiempo contribuye positivamente a las labores de rescate», asegura.

La empresa Trabajoscondron SL, realiza la labor técnica, de mantenimiento y de autorización de vuelos a fin de que toda la actividad se realice en el marco de la legalidad. Álvaro Cobeña aclara que el dron no es un recursos sustitutivo sino complementario de las labores de emergencia, para que este trabajo se haga de forma más eficiente.

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