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Una de las comparsas que ayer llenaron de colorido las calles de Santiago de la Ribera.
El Mar Menor bien vale un carnaval

El Mar Menor bien vale un carnaval

Aidemar reivindica una laguna limpia en un desfile que reunió a cuarenta comparsas. Santiago de la Ribera exhibe su pasacalles más participativo, con grupos llegados de toda la Región

ALEXIA SALAS

Lunes, 6 de marzo 2017, 00:56

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Traían un mensaje del fondo del mar. Los chicos y chicas de la Asociación de Discapacitados del Mar Menor, Aidemar, desfilaron ayer con tiros largos marineros, enredados en escamas y tentáculos, luciendo conchas y aletas, para reivindicar una laguna limpia. Lo pedían en carteles que se echaron a la espalda para que no hubiera duda de su mensaje ecológico. Fueron los únicos que se acordaron del Mar Menor en un desfile de carnaval de Santiago de la Ribera, en San Javier, más numeroso que nunca, con 40 comparsas en las que se integraron más de 2.000 personas.

Las asociaciones de padres y madres de alumnos aportaron este año un batallón de nuevos carnavaleros a una fiesta que ayer lució bajo el espléndido sol de una tarde de cielos despejados y numeroso público a través de las avenidas principales de esta localidad costera. La Ampa de El Recuerdo se puso el parche pirata tras una peligrosa horda de pistoleros del lejano oeste de colegio Joaquín Carrión. Los 'superhéroes' del Fulgencio Ruiz compitieron con los 'emoticonos' del Virgen de Loreto, tras los personajes circenses de la Escuela Infantil de San Javier.

Las comparsas de las escuelas de danza subieron el listón este año con coreografías contagiosas que animaron el desfile. Los loros de la Escuela de Rítmica de San Javier pusieron ritmo y color tropical, seguidos de los coordinados personajes a lo Mad Max de la escuela de baile Yaiza. Un bosque de cuento evocó la peña El Desayuno con una familia numerosa de Robin Hood.

Flores fluorescentes

La comparsa La Calavera prefirió un jardín de flores fluorescentes para destacar en el caudal carnavalero donde también florecieron las rosas de P K T Pikes. De una selva más salvaje salieron los tribales atuendos de la comparsa Los que faltaban, cubiertos con pieles y plumas, en competición agreste con los carneros futuristas de Los Pioneros. Más diabluras exhibieron los integrantes de Olé Olá, muy de cerca con las ninfas doradas de Akelarre.

Todo un escuadrón de elegantes Cleopatras cerró la parte local del desfile, coronado por la Reina del Carnaval, en esta edición de la comparsa Río, Irene Pérez, en la encarnación más majestuosa de la legendaria egipcia. Numerosas comparsas de otros municipios participaron en la fiesta local, que culminó en la carpa del centro Príncipe de Asturias con la quema, como es tradicional, del caballito de mar.

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