Acusan a un hombre de 86 años de violar y retener dos días a su compañera
La mujer, que denunció los hechos en Caravaca, afirma que la tuvo varios días atada a una cama cuando le expresó que quería dejarlo
Un vecino de Murcia, de nombre José y de 86 años de edad, ha sido detenido por la Guardia Civil e ingresado en prisión por orden judicial como presunto autor del secuestro y violación de su compañera sentimental, a la que habría mantenido dos días atada a una cama para tratar de evitar que se marchara de casa. Fuentes conocedoras del suceso han confirmado a LA VERDAD que los supuestos hechos se iniciaron en Murcia el pasado sábado, 4 de septiembre, cuando la mujer, después de tres meses de relación afectiva, le manifestó a su compañero que había decidido romper y abandonar la casa que compartían. En apariencia, aunque durante las primeras semanas el comportamiento del sospechoso había sido amable y cariñoso, todo había cambiado drásticamente en los últimos tiempos, a raíz de que se le recetara una nueva medicación para la enfermedad crónica que padecía. Después de hacerle saber que ya no soportaba más ese mal carácter que mostraba y anunciarle que se marchaba, la mujer se quedó durmiendo a primera hora de la tarde y asegura que, al despertar, se encontró con que estaba atada a la cama por las muñecas. Cuando pidió ser liberada, su compañero le habría respondido que no iba a dejar que terminara con la relación.
Pocas horas más tarde, el varón se aproximó a ella y le dijo que quería mantener relaciones sexuales, a lo que ella se habría negado. La reacción de su compañero habría consistido en quitarle la ropa interior, penetrarla con los dedos por vía vaginal y anal, para posteriormente consumar el acto sexual. La mujer sostiene que acabó sangrando por la vagina como consecuencia de la presunta agresión sexual.
A lo largo de casi dos días, la víctima habría permanecido retenida de esa manera, sin comer y sin beber, ya que sostiene que ella se negó a ingerir cualquier tipo de líquido o comida que él le ofrecía, ya que temía que pudiera hacerle «algo malo» e incluso envenenarla.
Hacia las seis de la madrugada del lunes, 6 de septiembre, José se marchó de la vivienda para comprar pan y esa circunstancia la habría aprovechado la mujer para liberarse, lo que consiguió gracias a una especie de cúter o sierra de pequeñas dimensiones que encontró en una de las mesitas. Rápidamente salió a la calle, pidió ayuda a un desconocido para que la acercara a la estación de autobuses y se marchó a un piso que tenía alquilado en una localidad cercana. Allí habría comenzado a recibir insistentes llamadas de José, quien le insistía para que regresara a casa mientras la amenazaba con denunciarla, bajo la acusación de haberle quitado dinero de una cuenta bancaria.
Finalmente, la mujer acudió a dependencias de la Guardia Civil en Caravaca e interpuso una denuncia por detención ilegal, agresión sexual y lesiones. En reconocimiento médico al que fue sometida por un forense desveló algunas lesiones y erosiones en sus órganos genitales. Poco después, el sospechoso fue detenido y, tras ser puesto a disposición del juzgado de guardia, se ordenó su ingreso preventivo en prisión. Será ahora uno de los juzgados de Violencia de Género el que se encargue de la instrucción de las diligencias.
La familia del acusado, que permanece encarcelado, contrató ayer tarde los servicios del penalista Raúl Pardo-Geijo Ruiz.
