El Vía Crucis del Silencio llenó de pasión la iglesia del Salvador en la noche de Viernes de Dolores
JUAN F. ROBLES.
CARAVACA DE LA CRUZ
Lunes, 29 de marzo 2021
El Vía Crucis del «Silencio» abrió, en la noche del Viernes de Dolores, los actos religiosos de la Semana Santa de Caravaca de la Cruz. No hubo traslado de la imagen del Cristo de los Voluntarios desde la parroquia de El Salvador hasta la basílica, como viene siendo tradicional, los cofrades participaron de un Vía Crucis que se celebró en el interior de la iglesia del Salvador. Tampoco hubo procesión de la Dolorosa, que recorre las calles del casco antiguo para encontrarse con Nuestro Padres Jesús en la ermita de Santa Elena y con El Prendimiento en la iglesia de La Concepción. Las cofradías de Semana Santa han celebrado triduos y eucaristías como preparación la Pasión y Resurrección de Jesús.
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El grupo Intensio ofrecerá un concierto de obras de la Pasión en la basílica de la Vera Cruz de Caravaca en la tarde de Miércoles Santo, a partir de las ocho de la tarde. El Consistorio caravaqueño quiere contribuir con este concierto a llenar parte del vacío por la ausencia de pasos y procesiones en las calles durante los días de Semana Santa con una actividad «que apuesta por la cultura segura».
Intensio, un conjunto fundado y dirigido por el director de orquesta Daniel Ros y formado por músicos y solistas la mayoría murcianos, será la encargada de trasladar a los asistentes al concierto a la época barroca, con un repertorio de Vivaldi y Pergolessi apropiado al tiempo de la Pasión de Cristo. Daniel Ros es director asistente de la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, así como en la orquesta ADDA Simfònica de Alicante.
En esta ocasión, Intensio presenta 'Stabat mater', de Pergolesi, la versión musical que este autor barroco compusiera sobre una conocida secuencia literaria. Se trata de un plegaria mariana que data del siglo XIII y cuyo texto recoge el planto de la Virgen bajo su hijo crucificado. La obra del autor italiano, para soprano, contralto y orquesta, desde su composición en 1736, ha sido continuamente impresa, interpretada y versionada por otros artistas.
El concierto se abrirá con la Sinfonía al Santo Sepulcro de Vivaldi, que es una invitación a la reflexión íntima, de carácter profundo y místico, cuyo adagio evoca el sufrimiento de Cristo crucificado.
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