Capaces frente a cualquier reto
Fundown remonta en el número de contratos de personas con discapacidad tras un acusado desplome durante la pandemia
RAÚL HERNÁNDEZ
Murcia
Jueves, 9 de diciembre 2021, 08:36
Sergio Piquero llega al encuentro trajeado, con corbata, repeinado, impoluto. La cita de hoy es importante. Va a contar que empieza un nuevo empleo en ... una residencia de ancianos a los que atenderá en las comidas. Un trabajo que ha conseguido gracias a un proceso de formación en la Fundación Síndrome de Down de la Región de Murcia (Fundown). La nueva experiencia laboral le ilusiona, y el sueldo es una necesidad, sobre todo desde que se mudó a vivir recientemente con su novia a un piso cerca de la plaza de Santa Isabel, en Murcia. «Con el dinero que gane la invitaré a cenar en un buen restaurante». Sergio se declara un romántico, «de los pocos que quedan ya», recalca.
En esta etapa afronta el reto de asumir los gastos diarios que supone vivir con su pareja. «Llevamos ya siete años juntos», apunta. «¡Qué impresionante!», murmura su compañero Antonio.
Sergio tiene 42 años y es usuario de Fundown desde 1998. En todo ese tiempo ha ejercido varios empleos. Ahora ha completado un ciclo de formación profesional que le permitirá acceder a otro puesto de trabajo con el objetivo último de lograr su plena inclusión social, tal y como resalta Irene Molina, coordinadora del Área de Empleo de Fundown.
«Llevo una vida independiente, en una vivienda compartida donde he aprendido a valerme por mí mismo». «Además del trabajo actual, aprobé unas oposiciones a celador y estoy preparando otras a ordenanza. ¡Hay que aspirar a todo en esta vida!»
Antonio Sánchez
Conserje en Cotabillas
«Hay empresarios que, por desconocimiento, dudan a la hora de darnos una oportunidad para un puesto en sus compañías». «Estoy muy orgulloso de lo que he conseguido, porque detrás de esos logros hay mucha dedicación para hacer las cosas bien»
Marcelino López
Conserje en Javalí Nuevo
«Cada trabajo es una experiencia que me ayuda a aprender y a seguir desarrollándome en el mundo laboral». «Necesito este empleo para poder pagar los gastos que conlleva vivir en un piso con mi pareja, con la que llevo siete años de relación»
Sergio Piquero
Empleado en una residencia
«Llevo tres años formándome para prepararme ante cualquier oferta de trabajo que me propongan». «Mi objetivo es poder vivir de forma totalmente autónoma e independiente para formar una familia en el futuro»
Sara Modenesi
Empleada en una residencia
«Un preparador laboral de la fundación le acompañará en su adaptación al puesto hasta que llegue a su plena autonomía». Como él, 82 personas con discapacidad de la fundación han renovado su contrato de trabajo y 33 han firmado uno nuevo este año. «Los 115 puestos que están ocupando usuarios de la fundación muestran una progresión alentadora si se compara con las 65 altas del año pasado, el de la pandemia más dura, o si se atiende a los 83 contratos del 2019, último año preCovid», destaca Molina.
«Los 115 puestos que están ocupando usuarios de la fundación muestran una progresión alentadora si se compara con las 65 altas del año pasado»
Fundown tiene el propósito de tender puentes en la espesura del mundo laboral y proporcionar a las empresas unos trabajadores formados y capaces, rehuyendo de las tópicas tendencias de empleo protegido. Y los resultados avalan el esfuerzo realizado desde esta área, con el acceso al mercado laboral de más de un centenar de usuarios de la fundación y la consolidación de sus puestos de trabajo.
La coordinadora de la sección explica que de marzo a septiembre de 2020 las contrataciones se estancaron drásticamente: «Solo hubo un alta». Pero, a partir de ese momento iniciaron un proceso de mayor prospección de empresas. «Logramos remontar las colocaciones en empleos de calidad, con un 61% de contratos con una duración de un año o más», señala la coordinadora de Empleo.
En el nuevo puesto de trabajo en la residencia de la tercera edad, Sergio va a estar acompañado de Sara Modenesi, de 31 años e integrante también de Fundown. Ella reside en Cabezo de Torres, en una de las trece casas de un centro de promoción de la autonomía personal. La comparte con otra persona con discapacidad y una universitaria que ejerce como mediadora voluntaria.
La estudiante se encarga de favorecer, durante cuatro años, un aprendizaje de la vida independiente dentro del proyecto de colaboración firmado por la fundación con la UMU y la UCAM, denominado 'Viviendo entre amigos'.
Sara se ha formado a conciencia para labrar su camino laboral. Desde 2018 se está preparando a través de distintos cursos, como los de Oficina y Despachos, Operaciones y Servicios Auxiliares y Turismo Inclusivo. «El proceso de formación que proponemos nos permite responder a las necesidades que nuestros usuarios presentan en esta etapa de su vida, orientando sus pasos hacia una inclusión laboral y a consolidar su autonomía e independencia», recalca Inés Marqués, coordinadora de Formación Profesional.
Sara asegura que se siente capacitada para el nuevo puesto que le va a proporcionar la primera experiencia laboral de su vida y con el que podrá ayudar a su familia con parte del dinero que gane. Pero ella, tiene otro plan para lograr un objetivo en un plazo más largo, y ese propósito le exprime todas las horas del día. Además de trabajar por las tardes en la residencia, por las mañanas se dedicará a estudiar. «Me estoy preparando unas oposiciones para ordenanza que saldrán el año que viene». Y el paso siguiente en su vida, concreta, es formar una familia con ese empleo que le dé estabilidad.
Volar solos en el trabajo
Antonio Sánchez, de 27 años, ya está en la senda del equilibrio que busca Sara. Trabaja desde hace tres años y medio como conserje en el campo de fútbol municipal de Cobatillas, en Murcia. Allí, dedica todos sus esfuerzos a que todo esté en perfecto estado de revista.
«Abro y cierro el campo de fútbol, cobro el alquiler de las pistas deportivas, limpio las instalaciones y me aseguro de que se cumplen las medidas anti-Covid». Es un empleo que le viene «como anillo al dedo» porque es un forofo del fútbol y un seguidor incondicional del Real Murcia. Al mismo tiempo se prepara, como Sara, las oposiciones para ordenanza.
Su compañero Marcelino López, de 40 años, realiza la misma labor que él en las instalaciones deportivas de la pedanía murciana de Javalí Nuevo. Hasta allí se desplaza en su Ford Fiesta desde Las Torres de Cotillas, donde reside. «Yo conduzco, ¿sabes?», comenta orgulloso. Marcelino es un trabajador experimentado, con cinco empleos a su espalda. Además, es delegado de un equipo de fútbol base, árbitro nacional de bádminton y monitor deportivo. Antonio y Marcelino vuelan solos en sus respectivos trabajos, desde que el mediador laboral dejó de ser necesario hace tiempo.
Día tras día demuestran su capacidad y autonomía para desarrollar las tareas encomendadas. «Ese es el fin último de nuestro proceso: retirar la red que proporcionamos hasta que consiguen su plena autonomía y se consolidan como trabajadores. Es necesario romper la barrera de los tópicos, porque siempre hay un puesto para una persona con discapacidad», concluye la encargada del Área de Empleo de Fundown.
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