Fily Diallo junto a su pareja, Encarna Vivo, esta semana en Murcia. Ambos han pasado por la experiencia de un cáncer. Vicente Vicéns / AGM
Día Mundial contra el Cáncer

Del cáncer al riesgo de exclusión: «No podía pagar la hipoteca»

Fily Diallo es uno de los 1.300 pacientes socialmente vulnerables que recibieron apoyo de la AECC en 2023

Domingo, 4 de febrero 2024

Fily Diallo empezó a notar, a finales de 2022, que no podía con su alma cada vez que se colocaba los arneses y se dejaba ... caer por los edificios de oficinas de Murcia para limpiar los cristales de las fachadas, un trabajo que llevaba años realizando con habilidad. Preocupado por los síntomas, se pidió una reducción de jornada en la empresa. La situación se hizo alarmante cuando comenzó a sangrar al orinar. Tenía un cáncer de vejiga. Cuando llegó el diagnóstico, fue evidente que tenía que cogerse la baja. Le esperaban cirugías y sesiones de quimioterapia.

Publicidad

De la noche a la mañana, y mientras la enfermedad no daba tregua, se encontró con que sus ingresos mensuales se redujeron a la mitad. Al entrar en una incapacidad temporal, su prestación se calculó en función de una base de cotización que en aquel momento se correspondía con una jornada reducida. «Me quedé con 500 euros, y toda esa cantidad la tenía que dedicar a la hipoteca de mi casa, en Alcantarilla. Fue una situación muy difícil», resume Fily.

Este contenido no puede visualizarse correctamente en este formato. Ver experiencia completa

La enfermedad se fue agravando: los médicos descubrieron que también tenía tumor en la próstata, y una complicación le llevó a una cirugía de la que creyó que «no salía». A la angustia por un pronóstico incierto se unió el estrés por la precaria situación económica en que se encontraba. A sus 60 años, y después de más de dos décadas trabajando duro en España, este murciano de origen senegalés estaba al borde de la exclusión social.

«Mi vida cambió radicalmente, y además me quedé con 500 eurosal mes. Fue una situación muy complicada»

Su pareja, Encarna Vivo, no se ha separado de él desde el diagnóstico, pero no trabaja. Fily tiene dos hijas en Cataluña, pero su situación tampoco es precisamente boyante. Una de ellas ni siquiera tiene aún papeles.

Publicidad

No había opciones, hasta que acudió a la Asociación Española contra el Cáncer (AECC). Allí, la trabajadora social Sofía Martínez le incluyó en el programa social de la organización en cuanto conoció su historia. Fily pasó a cobrar una ayuda de la Aecc que alivió su situación, pero el apoyo fue mucho más allá. «Nosotros nos sabíamos que había una ley de buenas prácticas hipotecarias que permitía negociar el pago con el banco», confiesan Fily y Encarna. Ahora, y gracias a esta gestión, la cuota mensual se ha reducido aproximadamente a la mitad. La trabajadora social de la Aecc también les orientó para que acudiesen a los servicios sociales de Alcantarilla y, de esta manera, pudiesen solicitar el acceso a los diferentes bonos del agua o la luz.

Fily acude al encuentro con LA VERDAD, en la sede de la AECC, vestido de traje. Es un gesto de dignidad. La enfermedad y los problemas económicos pueden golpearle, pero no lo van a tumbar. Lleva toda la vida trabajando -como carpintero, en la construcción, o limpiando cristales-, y no se arredra fácilmente. «Hay que luchar, animarse y tirar para adelante. El cáncer cambia tu vida radicalmente, y se necesita ayuda. Uno solo no puede. Sofía ha estado ahí en todo momento. Sin ella y la AECC, estaría en KO», confiesa.

Publicidad

El colchón familiar

El cáncer es un viejo enemigo ya conocido por esta pareja. En 2012, a Encarna Vivo le diagnosticaron un cáncer de mama. Allí estuvo él, a su lado. Ahora, le toca a ella cuidarle. Encarna tenía el colchón familiar de sus hijos y el resto de la familia. Pudo afrontar los muchos gastos que supone un diagnóstico de cáncer: desde una dieta más sana a complejos vitamínicos, pasando por distintos productos para los efectos secundarios de los tratamientos.

Fily no disponía de ese soporte. Y su caso no es único. El equipo de trabajo social de la Asociación Española contra el Cáncer atendió el año pasado a 1.300 personas en la Región, con más de 92.000 euros en ayudas. El equipo de Psicología, por su parte, atendió a 2.205 personas entre pacientes y familiares.

Publicidad

La mejora en los pronósticos lleva a nuevas realidades y retos, como el de la reincorporación al mundo laboral

«Un cáncer supone una fractura en todos los ámbitos de la vida, desde el laboral al social. Tiene un gran impacto psicológico», señala Sofía Martínez. La enfermedad no entiende de rentas, ni clases sociales. O sí, porque hay determinantes sociales detrás no solo de algunos diagnósticos (los malos hábitos de vida suelen relacionarse con peores condiciones socioeconómicas), sino de los pronósticos. «Hay personas que se encuentran en una situación socialmente vulnerable cuando les llega el cáncer. Pero a otras, como a Fily, es la enfermedad la que les arrastra a esa situación», explica la trabajadora social de la AECC. La angustia por no poder pagar la casa, o por mantener a la familia, tiene un impacto en la salud del paciente. Afecta a su recuperación, o a su capacidad para afrontar los tratamientos.

Soledad y precariedad

8.259 personas fueron diagnosticadas de cáncer el año pasado en la Región de Murcia, según datos del Observatorio de la Aecc. De ellas, 290 estaban desempleadas, y 1.219 vivían solas. En la lucha contra el cáncer ha habido buenas noticias gracias a la mejora de los tratamientos y al aumento, con ello, de la supervivencia. Pero esto supone nuevos retos. «Tenemos que afrontar unos problemas sociales y económicos que antes no estaban ahí. Por ejemplo, la reincorporación al mundo del trabajo», reflexiona Manuel Molina Boix, presidente de la Aecc en la Región.

Publicidad

Las personas con cáncer tienen un 34% más de posibilidades de perder su empleo, avisa el último informe de la asociación. A la enfermedad todavía le acompaña un estigma propio de otras épocas. Gracias al aumento de la supervivencia, miles de pacientes se reincorporan a sus vidas tras superar el cáncer, o tras mantenerlo a raya. La vida sigue, y la Aecc lucha para que esa vida siga siendo digna.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Prueba LA VERDAD+: Un mes gratis

Publicidad