Un breve paréntesis en mitad de un verano tórrido

Las suaves temperaturas de ayer en la Región han sido solo un breve paréntesis. Murcia volverá hoy a máximas de 35 grados, si bien las mínimas todavía serán llevaderas (unos 20 grados) a lo largo de todo el fin de semana. En el Altiplano y el Noroeste disfrutarán también de cierto respiro, con máximas por debajo de los 30 y noches frescas. Pero la semana que viene vuelve el calor, según las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), sobre todo a partir del miércoles y jueves. De nuevo, podrían registrarse máximas de 37 grados.

Todavía queda mucho verano en la Región. De momento, está siendo más caluroso que la media histórica, una tónica que se repite a lo largo de los últimos años. Junio fue especialmente tórrido, con una temperatura media de 24,9 grados, 2,3 por encima de lo habitual para ese periodo. «Fue el tercer mes de junio más cálido de los últimos 77 años», subraya Juan Esteban Palenzuela, delegado de la Aemet en la Región. Murcia sumó un récord de siete días consecutivos con máximas de 35 grados, una temperatura asfixiante para ser junio.

En julio se mantuvo la misma tónica, con una temperatura media 0,7 grados superior a la media. Durante casi la mitad del mes, las máximas no bajaron en la ciudad de Murcia de los 35 grados, y las mínimas han llegado a superar los 25 en noches en las que conciliar el sueño ha sido imposible.

«Con la evolución que llevamos, lo previsible es que este verano termine situándose entre los cuatro o cinco más cálidos de toda la serie histórica», advierte Juan Esteban Palenzuela.

Para el delegado de la Aemet en la Región, el efecto del cambio climático es evidente. Desde 1980, la temperatura media ha aumentado tres décimas en la Región. En cuanto a los veranos, los termómetros están subiendo a razón de dos décimas por década. «Son valores que se corresponden con los que señala el IPCC (panel de expertos del cambio climático», subraya Palenzuela. No ocurre sin embargo lo mismo con las precipitaciones. De momento, los científicos no detectan un incremento significativo de los episodios de lluvias torrenciales.