Anse apuesta por una «reconversión de la agricultura intensiva y el urbanismo»

La Asociación de Naturalistas del Sureste (Anse )advirtió ayer de que «las desastrosas consecuencias sociales, económicas y ambientales de las riadas de estos días urgen a una reacción social y política sin precedentes en la Región, y a un cambio profundo en la relación entre las actividades humanas y la ordenación y gestión territorial».

La organización ambientalista censuró que el Gobierno regional no hubiese reunido hasta ayer, en todo el año, al Comité Científico del Mar Menor, y advirtió de que «parte de las consecuencias catastróficas de lo sucedido se habrían reducido con responsables políticos que hubieran tomado las decisiones adecuadas en lugar de favorecer actividades de gran impacto, malgastar los escasos fondos disponibles y mirar para otro lado a la hora de aplicar la normativa vigente».

A pesar de que los datos indican que las precipitaciones han sido muy elevadas, «no es una situación excepcional, ya que se repite periódicamente y caracteriza el clima del sureste ibérico desde hace miles de años», recordó Anse. «No es necesario ser geógrafo, científico ni gestor de la Administración para darse cuenta que parte de los efectos más devastadores de las riadas para las personas, los bienes y la naturaleza del Mar Menor se han multiplicado por la localización de muchas construcciones en zonas históricamente inundables» y «por los cambios en el relieve derivados de la puesta en regadío de grandes superficies agrícolas», señaló Anse.

La organización insistió en que «deberían destinarse más inversiones a eliminar parte de los impactos actuales y recuperar espacios para la naturaleza, lo que pasa por reducir la ocupación principalmente de los sectores agrícola intensivo y urbano, destinando parte de ellos a crear filtros y amplias superficies de retención de aguas y sedimentos». También es necesario «reformar y eliminar incluso algunas de las infraestructuras ya existentes, anular parte de los suelos urbanos aún no construidos situados en zonas de mayor riesgo de inundación, recuperar y restaurar parte de los cauces de ramblas y eliminar construcciones ilegales».