Alonso iba a unirse a Granados, Marjaliza y otros empresarios en una empresa llamada Yanga
La Audiencia Nacional investiga los negocios de la presunta 'trama Púnica' en Panamá, donde habría firmado un contrato de 150.000 dólares con la alcaldía de Panamá
Una de las incógnitas que quedaban por esclarecer sobre el 'caso Púnica', que investiga un supuesto entramado de corrupción de grandes dimensiones en las instituciones públicas, consistía en conocer cómo el exalcalde socialista José Antonio Alonso y su socio, el informático Alejandro de Pedro, habían logrado codearse con algunos de los personajes más relevantes del PP nacional y ofrecerles, entre otros negocios, sus servicios de lavado de reputación en internet. Porque el mero hecho de que Alonso mantuviera una íntima amistad con la exalcaldesa de Cartagena y hoy senadora popular, Pilar Barreiro, no parecía bastar para explicar tan elevados contactos en el mundo de la política nacional.
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La aparente respuesta a esa pregunta se ofrece en un informe, suscrito la semana pasada por las dos fiscales de 'Púnica', Carmen García Cerdá y María Teresa Gálvez, en el que dan algunas claves del ascenso del dúo Alonso-De Pedro en ese particular mundo de las relaciones políticas. En el escrito, con el que contestan a los recursos interpuestos por las defensas de varios de los encausados, las representantes del Ministerio Público destacan que dos de los presuntos líderes de la trama, el hoy arrepentido David Marjaliza y el exconsejero madrileño Francisco Granados, «entraron en contacto con De Pedro por intermediación de Alonso». Y es que este «ya venía ejerciendo, con David Marjaliza, de mediador en el pago de comisiones con las autoridades públicas en los negocios inmobiliarios y de consecución de colegios concertados».
Cuando Granados fue consciente de las posibilidades de negocio que ofrecía el sector de la imagen 'online', también denominado 'networking management', «dirigido a cuidar la reputación del político en la Red, fue él mismo quien introdujo a De Pedro en el PP nacional y de Madrid, abriéndole las puertas a que sus empresas fueran contratadas para la campaña electoral de 2011 y para realizar trabajos de la mejora de la reputación a autoridades de dicha fuerza política, que se encontraban al frente de administraciones regionales y locales».
Un salto al exterior
Esos negocios iban tan bien que el propio Granados, señalan las fiscales, acompañó a De Pedro y a Alonso en un viaje a Panamá y Costa Rica «para ofrecer la estructura delictiva a las autoridades de esos países». De hecho, la Audiencia Nacional está investigando en una de las piezas separadas de 'Púnica' la aparente firma de un contrato con la alcaldesa de Panamá en aquella época, Roxana Méndez, por un importe de 150.000 dólares.
En esta misma línea, las dos fiscales desvelan que los agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil han localizado correos electrónicos «que prueban que Alonso y De Pedro estaban ultimando los trámites para la constitución de las sociedades Yanga y Yanga Panamá, en las que iban a entrar como socios el director general de Societé Generale, Donato González, y los también investigados David Marjaliza y Javier López Madrid, además de Francisco Granados, de forma encubierta».
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El también imputado por esta presunta trama de corrupción Javier López Madrid es un conocido empresario, yerno del dueño de OHL, Juan Miguel Villar Mir. Se le investiga en la pieza que rastrea adjudicaciones realizadas desde la Consejería de Transportes de la Comunidad de Madrid, sobre las que existen indicios que apuntan a una posible financiación ilegal del PP.
Un correo comprometido
Buena parte de la información existente sobre los planes de la supuesta trama con esa empresa Yanga surge de un correo interceptado por la UCO, que De Pedro remitió a López Madrid el 1 de enero de 2014. En la misiva se le explicaba que había mantenido una cena con personas que no desvelaba y que habían decidido crear esa mercantil. Y le hacía saber que sería «la sociedad que en 2014 va a facturar todo lo que vayamos cerrando, tanto de los proyectos de José Antonio (Alonso), Donato y los que yo tengo en cartera (Real Madrid, Bankia, Telefónica, etc.)» .
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Incluso indicaba cómo habían previsto inicialmente el reparto de las acciones, que sería «José Antonio, 15%; David Marjaliza, 5%; Javier (López Madrid), 20%; Fondo (de inversión), 15%; Alejandro (De Pedro), 45%, y Donato, entre el 5% y el 10%».
El informático de la red valoraba la sociedad en un millón de euros y dejaba constancia de que en un futuro habría que vender parte de las acciones y realizar ampliaciones de capital para sumar nuevos socios: «Si sacamos un 40% a la venta, habría que poner 400.000 euros».
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Finalmente hacía saber a López Madrid que en dos semanas estaría constituida la firma Yanga Panamá. «Nos presentamos a un concurso que ya tenemos ganado de 150.000 dólares con la alcaldía de Panamá. En principio habíamos pensado en ponerla a nombre de José Antonio y mía, pero si proponéis otra fórmula, totalmente abiertos», concluye.
Las diligencias del 'caso Púnica' también ofrecen múltiples indicios de los negocios que Alonso y su socio De Pedro estaban preparando con el exministro Eduardo Zaplana, quien también actuaba presuntamente de forma encubierta.
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El juez rechaza todos los recursos, pero acepta que se practiquen pruebas
El titular del Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional, Manuel García Castellón, ha rechazado todos los recursos que habían interpuesto varios encausados por la llamada 'rama murciana' del 'caso Púnica', como el informático Alejandro de Pedro, el exconsejero Juan Carlos Ruiz y el expresidente murciano Pedro Antonio Sánchez, que intentan evitar acabar sentados en el banquillo. Lo único que el magistrado ha aceptado es practicar alguna prueba que había reclamado en su día Alejandro de Pedro y sobre las que no se había pronunciado el instructor. Ello puede implicar un cierto retraso en la celebración del juicio.
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