Los arruís de Sierra Espuña beben agua y se refrescan en las fuentes del museo Los Baños de Alhama

Cuando los vecinos de Alhama y los turistas disfrutan del pasado termal de la localidad en el Museo Arqueológico Los Baños, se pueden encontrar con una curiosa e inesperada estampa que ya comienza a ser habitual. Los arruís que residen en el cerro del Castillo se aproximan a las fuentes de sus instalaciones para beber y refrescarse con su agua.

Fuentes de Cultura aseguran tener constancia de una manada de hasta 27 ejemplares que campan a sus anchas por los restos arqueológicos, incluso han acabado con las plantas autóctonas de las laderas colindantes al jardín del museo. Según fuentes medioambientales, el último censo de arruís y muflones era de 1.000 ejemplares en Sierra Espuña, lugar en el que se introdujeron en el año 1970 con fines cinegéticos.

«Es posible que el número haya descendido debido a la plaga de sarna que están sufriendo», aseguran dichas fuentes. Pero no solo se les ve en el cerro del Castillo y Museo, es habitual verles bajar a los huertos de la zona y bancales en busca de comida y agua. Destacar que su presencia se ha datado en sierras lejanas como las de María, ya que se han extendido por varios espacios naturales y llegados desde Sierra Espuña.

Los primeros nueve ejemplares que se soltaron en el Parque Natural procedían de Casablanca (Marruecos), así como otros 20 llegados desde Alemania. Esto hizo posible que se creara en 1973 la Reserva Nacional de Caza en Sierra Espuña. En los últimos años, la especie autóctona de la zona, la cabra hispánica, se está viendo de nuevo por la zona. El arruí fue declarado especie invasora y llegó a contar con un proceso de eliminación.

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