A los plenos, en pijama y cenados
Las sesiones de julio y septiembre empezaron a las 19.00 horas del jueves y acabaron el viernes de madrugada; en concreto, a las 1.30 y a las 3.20 horas, respectivamente
Jorge García Badía
Viernes, 16 de octubre 2015, 01:06
Hombres y mujeres en Alcantarilla tienen la excusa perfecta para marcarse una escapadita nocturna y encima, a ojos de sus parejas, parecer ciudadanos ejemplares: 'Cari, que me voy al Pleno'. Las sesiones de julio y septiembre empezaron a las 19 horas del jueves y acabaron el viernes de madrugada; en concreto, a las 1.30 y a las 3.20 horas, respectivamente. El asunto preocupa a los cinco grupos municipales, que aducen que las convocatorias pierden eficacia. Por ello, el regidor popular, Joaquín Buendía, ha propuesto modificar el reglamento orgánico para evitar que las sesiones acaben de madrugada.
Esta medida interesa a todos los grupos, pero en particular a Izquierda Unida-Los Verdes, ya que los partidos intervienen en el Pleno atendiendo al número de votos obtenido las pasadas elecciones. De forma que los ediles IU son los últimos y en la sesión de septiembre empezaron a defender sus mociones a las 2.19 de la madrugada. «El cansancio era sumo; los plenos de más de cuatro horas no son efectivos», expone el portavoz de esa formación, Joaquín Atenza. «Es una locura; la mayoría trabajamos al día siguiente».
Fue tan maratoniana la sesión que hubo que hacer un receso para cenar, a las 22.30 horas, y los WhatsApp ardían de madrugada pidiendo al personal de confianza café y botellas de agua. En Twitter hubo comentarios del tipo «las mentes divagan». De hecho, se dieron errores en las votaciones y hasta algún concejal lo hizo contra su propio partido.
Uno de los motivos por los que las sesiones se han vuelto maratonianas es el cambio horario. En la pasada legislatura se convocaban por la mañana, y en esta se acordó celebrarlas por la tarde: a las 19 horas.
Orden del día kilométrico
A ello se suma que el número de partidos electos ha pasado de cuatro a cinco, con lo que el orden del día se ha vuelto kilométrico. De las 30 mociones de media de la anterior legislatura se ha pasado a debatir 33 mociones y 34 enmiendas en el Pleno de julio, y 50 iniciativas y 19 enmiendas, en septiembre. Algunas tan particulares como el uso del lenguaje igualitario, la incentivación de la recogida de pilas... Los funcionarios advierten de que «el debate político se pierde».
La legislación permite suspender la sesión si pasa de medianoche y convocar otra 'in voce', pero el regidor no lo ha hecho para no tener que movilizar la maquinaria administrativa dos veces. Esta situación repercute en la secretaria y en los ordenanzas, a los que se está compensando las horas extra con descansos.
El objetivo de cambiar la hora de las sesiones era fomentar la participación ciudadana y se ha conseguido, ya que las 'pajareras' vuelven a tener público. Sin embargo, como en el cuento de la Cenicienta, cuando se acerca la medianoche los vecinos salen corriendo hacia casa. «La gente pierde el interés; en los últimos puntos había cansancio», resume Buendía.
«Hay que modificar el reglamento y fijar unos criterios para que los plenos transcurran en un tiempo normal». En la propuesta por escrito que ya ha enviado a PSOE, Ciudadanos, Podemos e IU-Los Verdes, les plantea establecer «un número máximo de iniciativas por grupo municipal en cada sesión». Solo la Junta de Portavoces podría elevar ese límite. También fija plazos para presentar las propuestas en el Registro General. «Como mínimo, el día anterior a la convocatoria de las comisiones informativas». Reserva a la Alcaldía la potestad «de acordar su inclusión en el orden del día de la comisión para su dictamen o la remisión de la propuesta al servicio municipal correspondiente». El regidor cree que «se podría consensuar un orden del día, de entre 20 y 25 asuntos prioritarios. No hay que abordar todos los temas en tres meses».
En el caso de las mociones de urgencia, el tope para presentarlas será las 14 horas del día anterior al Pleno. «Y no podrán ser objeto de enmiendas». En cuanto a las enmiendas, tendrán que formalizarse 48 horas antes de las sesiones y durante el debate el primer edil podrá «suspender» el Pleno si existe la posibilidad de alcanzar un acuerdo unánime y proceder a la redacción de un texto, firmado por los portavoces de cada grupo. El punto de las mociones de urgencia podría no gustar a la oposición, ya que exige alcanzar un «acuerdo unánime» , de lo contrario «será sometida a votación la moción en su redacción original»
El alcalde Buendía está a la espera de las propuestas de la oposición para sacar adelante este cambio normativo.
Entretanto, y para evitar que el próximo Pleno de octubre sea maratoniano, algunos partidos están cambiando mociones por requerimientos dirigidos a las concejalías. IU-Los Verdes ha solicitado a la Concejalía de Obras y Servicios que solucione los apagones de farolas en seis calles del municipio. Es evidente que la iluminación de la vía pública es imprescindible y no hace falta debatirlo de madrugada.