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López Miras recorre en lancha, el pasado domingo, las aguas del Mar Menor. vicente vicéns / agm
El PP se ahoga en el Mar Menor

El PP se ahoga en el Mar Menor

La crisis de la laguna salada desborda al Gobierno regional y frena las buenas vibraciones populares para el 10-N

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Domingo, 20 de octubre 2019, 07:45

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«Esto nos ha pasado por encima». No ponen paños calientes en el palacio de San Esteban a la hora de definir lo que ha ocurrido esta semana con el Mar Menor. La crisis medioambiental provocada por el episodio de mortandad masiva de peces se transformó inmediatamente en un enorme tsunami político para el Gobierno regional. El presidente, Fernando López Miras, ha visto cómo han aflorado públicamente las primeras grietas serias en la coalición con Ciudadanos y cómo se han tornado las buenas vibraciones que el PP tenía ante las próximas elecciones generales del 10-N.

En el Ejecutivo regional reconocen que el desastre ecológico los ha desbordado, pues la catástrofe ha tirado por la borda el relato que desde hace tres años imperaba en el Gobierno y en el PP. Estos defendían que, gracias a las medidas aplicadas en colaboración con la comunidad científica, el Mar Menor se regeneraba poco a poco y la 'sopa verde' que alarmó a toda la ciudadanía en el verano de 2016 se iba quedando atrás. La hemeroteca no perdona y a dirigentes populares como el propio Fernando López Miras y Teodoro García Egea les regresan ahora como un bumerán viejas declaraciones y antiguos tuits en los que sacaban pecho por una supuesta recuperación de la laguna salada y presumían incluso de sus aguas transparentes.

En San Esteban confiaban en recuperar dos escaños, pero el desastre ecológico tan cerca de los comicios supone el peor de los contratiempos

El colapso del Mar Menor no puede llegar en peor momento para el Ejecutivo regional y el principal partido que lo sustenta, el PP. Se produce a menos de un mes de las nuevas elecciones generales. El cuadro de mandos popular depositaba grandes esperanzas en estos comicios. Se daba por seguro que, al menos, se conseguirían tres escaños en el Congreso (el 28-A solo se obtuvieron dos) y se observaba muy cerca el cuarto. Había confianza en que, tras lo ocurrido en abril, el electorado murciano de centro derecha se dejaría seducir por el discurso del voto útil y tendería de nuevo a reagruparse en torno al PP.

Responsabilidades

Estos cálculos internos saltan ahora por los aires porque, aunque los más optimistas quitan hierro al efecto negativo de la crisis del Mar Menor -defienden la tesis de que en las elecciones generales se vota en clave nacional, es decir, para que gobierne Sánchez, Casado, Rivera, Iglesias, Errejón o Abascal-, los más realistas son conscientes de que la situación de la laguna salada preocupa mucho a la ciudadanía, que solo apunta a San Esteban a la hora de buscar responsables por su deterioro. Más que nada, porque es el PP el que lleva 25 años gobernando en la Región.

Mientras tanto, en el Ejecutivo achican agua como pueden. El presidente ha dado órdenes de que el Mar Menor sea la «prioridad absoluta», en la que no se escatime ni un solo euro público. De la negativa a elaborar una ley de protección integral desde el Gobierno -se alegaba que era cosa de la Asamblea-, se ha pasado a las prisas por redactar un decreto en dos meses. Pero, si es que se obtienen frutos de lo que está sembrando actualmente, López Miras los recogería dentro de unos años. Ya no se puede evitar que el votante murciano acuda a las urnas enfadado por considerar en serio peligro de defunción la mayor joya natural que tiene esta tierra.

El 'procés', gasolina para Vox

Por si no tenía bastante el PP regional con la catástrofe medioambiental del Mar Menor, esta semana también llegó otro contratiempo de cara al 10-N. Esta vez, en clave nacional. La sentencia del 'procés', en la que se condena a los principales líderes separatistas por sedición y se les absuelve de rebelión, así como la oleada de violencia en Cataluña, son gasolina para Vox, rival directo de los populares en la pugna por el voto conservador. El electorado más escorado a la derecha siempre encuentra en la interminable crisis catalana motivos para radicalizarse.

El episodio de la mortandad masiva de peces tira por tierra todo el relato del Ejecutivo en estos años

El acto público anunciado en Murcia para el domingo 27 de octubre, con el presidente nacional de Vox y el portavoz en el Congreso Iván Espinosa de los Monteros, medirá la temperatura de la formación de Santiago Abascal en la Región, uno de sus principales bastiones.

El secretario general del grupo parlamentario de Vox en la Asamblea y hombre de confianza de Abascal, Luis Gestoso, indica que la afiliación no para de crecer, superándose ya los 3.500 militantes cuando hace un año apenas eran 600.

Gestoso y los suyos piensan que Vox es el partido que goza de mejor salud en la Región, frente a un PP desbordado por el Mar Menor, un PSOE que no aprovecha sus victorias y un Cs que, según las encuestas, cotiza a la baja en todo el país.

Los populares sacan pecho de su experiencia en la gestión de crisis

No niega Joaquín Segado, coordinador de la campaña electoral del Partido Popular en la Región, que el desastre medioambiental en el Mar Menor complica las cosas a los populares de cara a los comicios. Pero lejos de tirar ya la toalla, Segado admite que lo que mejor pueden hacer para mitigar los efectos negativos del episodio de los peces muertos es defender el manejo que el Gobierno regional está realizando de la crisis, «actuando de forma rápida y con total transparencia y sinceridad».

Es en la capacidad de gestión, concretamente en la que hizo el Ejecutivo de Mariano Rajoy de la crisis económica, en lo que el PP regional centrará su mensaje en la campaña que arranca el 1 de noviembre. «Todos los expertos coinciden en que se acerca otra recesión y nosotros vamos a explicar a los ciudadanos que, ante estas circunstancias, al país le ha ido mucho mejor con gobiernos del PP que con ejecutivos del PSOE», avanza Segado, que ya ha comenzado a preparar el trabajo con los candidatos al Congreso y al Senado y presidirá la próxima semana la primera reunión de su equipo.

Esta línea argumental va en consonancia con la que intenta transmitir Pablo Casado. El presidente nacional del PP mantiene una actitud distinta desde el 28-A. Ha moderado sus posiciones y se ha acercado al perfil sosegado del expresidente Mariano Rajoy (hasta se ha dejado barba como él), cuya figura fue ladeada en los primeros tiempos de Casado en Génova. Se aleja así de esa «derecha sin complejos» que pregona José María Aznar.

La presencia de Pablo Casado en la Región antes de las elecciones está asegurada, aunque aún no se ha fijado el día y el lugar. «Nuestro presidente está muy comprometido con la Región. Y no olvidemos que en Murcia contamos con un líder nacional como Teodoro García, nuestro secretario general. El PP es hoy la única fuerza de la Región que tiene verdadera influencia en Madrid», presume Joaquín Segado.

El de Casado será el único gran acto, en una campaña «con poco marketing y mucha calle». Segado anuncia que los candidatos y dirigentes populares visitarán los 45 municipios «al menos dos veces».

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