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El Ayuntamiento de San Javier celebra el Día de la Mujer Rural. Pablo Sánchez / AGM
Más de la mitad de los agricultores actuales se habrán jubilado en 2030

Más de la mitad de los agricultores actuales se habrán jubilado en 2030

San Javier celebra unos días antes el Día de la Mujer Rural con unas jornadas que han hecho hincapié en la falta de relevo generacional y en los distintos factores que dificultan el acceso de los jóvenes a la agricultura

pilar martínez mañogil

Lunes, 10 de octubre 2022, 18:51

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La agricultura y la ganadería son dos de los principales motores económicos de la Región de Murcia desde hace mucho tiempo. Dos sectores que a día de hoy peligran ante la ausencia de un relevo generacional que tome las riendas de las explotaciones agrícolas cuando los agricultores actuales se retiren. De hecho, se estima, tal y como recordó Sergio Ballester Caravaca, ingeniero técnico agrícola de COAG, en El Mirador durante una de las ponencias celebradas este lunes en San Javier con motivo del Día de la Mujer Rural, que en 2030, el 60% de los agricultores se habrá jubilado.

'Agricultoras y ganaderas alimentando al mundo' fue el lema escogido por el Consistorio para enmarcar las conferencias y actividades realizadas en colaboración con la Asociación por el desarrollo integral de la mujer en el medio rural 'Agua y tierra', COAG El Mirador, la Universidad Politécnica de Cartagena y el Instituto Europeo de Tecnología (EUT+). Al acto de inauguración acudieron el alcalde de San Javier, José Miguel Luengo; el consejero de Agua, Agricultura, Ganadería, Pesca, Medio Ambiente y Emergencias, Antonio Luengo; la concejala de Mujer e Igualdad de San Javier, Ana Belén Martínez; la agricultora y presidenta de la Asociación por el desarrollo integral de la mujer en el medio rural 'Agua y Tierra', María Dolores Martínez; y Francisco Gil, en representación de Coag-Ir.

Otro de los datos que ofreció Sergio Ballester, durante su intervención 'Relevo generacional y ayudas para la incorporación de los jóvenes', es que solo un 3'8 de los jóvenes de España están al frente de las explotaciones agrícolas, en comparación al 5'1% de Europa. A su parecer, esta ausencia de relevo se debe a muchos factores como las dificultades económicas para adquirir terrenos, la amplia legislatura existente y su aplicación, o los difíciles horarios que acarrea este oficio. También indicó que el próximo año saldrán varias ayudas por parte del Gobierno nacional para facilitar el acceso de los jóvenes y para impulsar las inversiones. «Hay que renovar el campo porque somos muchos mayores y pocos jóvenes», declaró María Dolores Martínez Martínez, secretaria regional de 'Agua y Tierra' y responsable local de San Javier.

Todas las administraciones y entidades presentes coincidieron en la importancia social y económica de este sector, en la criminalización que está sufriendo por determinadas corrientes y en la relevancia de la mujer dentro del mundo rural. «Vosotras sois el motor económico y social de la agricultura, por eso, necesitamos vuestra ayuda para trasladar a la sociedad con sensibilidad y sensibilización qué es la agricultura y la ganadería en la Región de Murcia en la actualidad; así como la necesidad imperiosa que supone el agua para nosotros», señaló el consejero Antonio Luengo.

«La agricultura está criminalizada pero que no les dé miedo a los agricultores decir con la boca muy grande y la cabeza muy alta que lo son porque estamos demostrando que no somos los culpables al 100% de lo sucedido con el Mar Menor. Si sacan una nueva ley, nosotros la atajamos para que vean que no nos pueden criminalizar. No hay que callarse; y también quiero decirle a las mujeres que no les dé miedo aunque seamos menos. Hay que ir con la cabeza bien alta», subrayó María Dolores Martínez Martínez de 'Agua y Tierra'.

«Hay que defender y potenciar la figura de la mujer dentro de la agricultura», apuntó Francisco Gil, de Coag-Ir. Además, estas figuras aprovecharon para recordar que hoy se ha celebrado el Consejo Nacional del Agua en Madrid, donde se debatió el futuro del Trasvase Tajo-Segura. «Hoy es otro día histórico más en lo que se refiere a la amenaza del campo tal y como lo conocemos», consideró José Miguel Luengo, alcalde del municipio.

El pasado y el futuro del campo

La mayoría de los asistentes al acto eran mujeres que han dedicado toda vida a la agricultura o la ganadería. Algunas de ellas estaban ya jubiladas, como es el caso de María y Josefa, de El Mirador que empezaron a trabajar a los 15 y 13 años, respectivamente. La primera, en la finca de su padre, donde plantaban pimientos, calabacines, brócolis, tomates, alcachofas o pepinos; y la segunda, como jornalera hasta que se casó y pasó a ayudar a su marido con las tierras, donde cultivaban zanahorias, patatas o cebollas entre otras hortalizas y vegetales. Mujeres que se vieron obligadas con muchas dificultades a criar a sus hijos mientras atendían las cosechas. «Mi experiencia como mujer en el campo ha sido muy regular, no tuve facilidades y cuando nació mi hijo, lo dejaba con la pequeña para poder irme a trabajar», cuenta María.

«Hacíamos de todo: recoger la cosecha, fumigar, quitar la hierba, poner las pinzas a los pimientos para que no se volcaran», cuenta Josefa que, al igual que María, nunca tomó las decisiones en lo que concernía a la tierra. Sin embargo y a pesar de las adversidades, creen que vivieron mejor que los agricultores de la actualidad. En el caso de María, le ha arrendado la tierra a su hijo, aunque «lo lleva mal por las cosas que ya sabemos». En el de Josefa, es su yerno quién dirige los terrenos mientras su hija se dedica a otra cosa. «Nosotros hemos trabajado a gusto y hemos prosperado algo pero ahora está fatal. Solo dan pérdidas y han tenido que sacar pólizas para tirar hacia adelante pero si no tienes ingresos, ¿a dónde vas?», exclama un tanto pesimista.

Lo que tienen claro ambas veteranas del campo es que el futuro es muy negro para este sector entre las inspecciones, las nuevas medidas para proteger al Mar Menor y el correspondiente gasto que acarrean, el aumento del precio de la luz, el agua y la vida en general; y la importación de productos más baratos procedentes de otros países. En definitiva, para ellas «los jóvenes lo van a pasar mal».

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