Juan Francisco Perán, el adalid de los diabéticos

Perán es, además, uno de los impulsores de la enfermería escolar para atender a los niños con diabetes en el ámbito académico. El diagnóstico de su hija «cayó en la familia como un jarro de agua fría, fue un momento muy duro. Cambió nuestras vidas y la estructura familiar», porque la niña pasó, de un día para otro, «de estar jugando en la calle a encerrada entre las cuatro paredes del hospital con inyecciones de insulina». Con la escolarización de la pequeña comenzó también la «lucha» de Perán, porque no fue fácil conseguir que el Servicio Murciano de Salud designara un enfermero para administrar las dosis de insulina a niños diabéticos en horario escolar. «Localicé a siete familias en idéntica situación que matricularon a sus hijos en el mismo colegio y pudimos lograr que nos asignaran un enfermero a tiempo completo».

«En ese momento, sentí que debía ayudar a otros enfermos y luchar por este colectivo me ha hecho realizarme como persona», dice convencido. La asociación pasó de tener 59 socios a 300, la mayoría de ellos niños con diabetes de toda la Región.

Uno de sus objetivos al frente de la FEDE es la implantación de la figura del enfermero escolar en todos los centros educativos de España, ya que ahora solo existe en algunos colegios de referencia (cuatro de ellos en la Región), con el convencimiento de que la inversión supondrá a la larga un ahorro económico en la sanidad pública. «Lo que pretendemos es educar a niños con mejores hábitos para prevenir enfermedades en la edad adulta».

También luchará desde este organismo nacional por «mejorar la calidad de vida» de los pacientes que tienen diabetes tipo 2, la más común y que normalmente se da en adultos que ya padecen otras patologías como hipertensión, colesterol u obesidad, para que sean asistidos en todos los centros de salud por un enfermero educador experto en la enfermedad. Explica que estos pacientes «son los grandes olvidados», sobre todo ahora durante la pandemia. Pese a ser atendidos por su médico de cabecera, este «normalmente tiene solo nociones básicas de la enfermedad». El enfermero educador haría un seguimiento más estricto de estos pacientes para corregir «hábitos poco saludables», como el sedentarismo o el consumo excesivo de grasas. Lo más importante, dice, es que «se puede evitar que aparezca la enfermedad en la mayoría de estos casos».

Otra de sus metas es que los pacientes puedan acceder a las nuevas técnicas aplicadas a la enfermedad, «que les darán más libertad», como la bomba subcutánea continua de insulina y el sensor 'freestyle', un medidor de glucemia que evita pinchazos en el dedo para testar los niveles.

Juan Francisco Perán se siente especialmente satisfecho de haber conseguido la reactivación en la Región de Murcia del Consejo Asesor en Diabetes, un organismo que aglutina a expertos como endocrinos y educadores, además de a representantes de todas las asociaciones de diabéticos de la Comunidad, con el objetivo de que las necesidades de estos pacientes sean tenidas en cuenta por la Consejería de Salud. «Tendremos voz y voto en las decisiones que tome la Administración y marcaremos entre todos los objetivos para hacer posible que reciban una mejor atención».