Absueltos dos adolescentes de una agresión sexual a una menor

La defensa de los denunciados subrayó que no hubo violencia, y las pruebas forenses respaldaron esta versión al no encontrar signos de agresión física.

La sentencia refleja como hechos probados que en julio de 2022, los tres jóvenes se reunieron en la vivienda de uno de los menores en Murcia. Según el relato inicial de la denunciante, que tenía 13 años en ese momento, mantuvieron relaciones sexuales no consentidas.

Sin embargo, durante el proceso judicial, la menor fue modificando su versión de los hechos en varias ocasiones. Inicialmente, la denunciante afirmó que la agresión sexual había consistido en una penetración vaginal no consentida. Días después, agregó que también hubo penetración bucal, y finalmente, denunció haber sufrido penetración anal con violencia, expone el fallo.

Estas modificaciones en su relato, sumadas a la falta de consistencia en otros detalles de lo que sucedió, fueron fundamentales para que el tribunal considerara su testimonio poco fiable.

Además de las inconsistencias en el testimonio de la denunciante, el tribunal se basó en el informe forense, que no halló lesiones físicas compatibles con una agresión sexual violenta. En el examen médico realizado en el hospital Reina Sofía de Murcia, no se encontraron evidencias de penetración anal ni marcas en los brazos, como había afirmado la menor.

En cuanto a las lesiones vaginales, la forense mencionó que las mismas podrían ser compatibles tanto con una relación consentida como con una agresión, sin poder concluir de forma rotunda que hubieran sido resultado de un acto violento.

Además, las psicólogas que realizaron el informe de credibilidad del testimonio de la denunciante no lograron mantener la veracidad del testimonio. A pesar de que una de las profesionales concluyó que el relato de la menor era creíble, la actitud y falta de precisión de la otra experta durante el juicio llevaron al tribunal a cuestionar la fiabilidad de este informe.

El juez concluyó que, para dictar una condena, es necesario contar con pruebas suficientes que desvirtúen la presunción de inocencia de los acusados. En este caso, al no existir pruebas físicas concluyentes de la agresión y ante las múltiples contradicciones y modificaciones del relato de la denunciante, no se pudo demostrar más allá de toda duda razonable que los hechos sucedieron tal y como fueron denunciados.

Finalmente, el tribunal dictó la absolución de los dos menores acusados, cuya defensa ejerció el abogado Jorge Novella, al no haberse desvirtuado su derecho a la presunción de inocencia.