Absuelto tras el atropello mortal del perro de su exmujer en Cartagena
La denunciante vincula el arrollamiento con una denuncia previa por malos tratos, pero la juez considera que pudo ser un accidente
Un hombre ha sido absuelto por el Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 1 de Cartagena tras arrollar mortalmente al perro de su expareja en esta localidad. La mujer denunció que el arrollamiento del animal se había producido tras una denuncia previa por malos tratos psicológicos -que fue archivada-, pero la jueza considera que el deceso del can pudo deberse a un accidente. La magistrada tiene en cuenta que el procesado, que ha sido defendido por la letrada Sara Llorca, llamó a la Policía Local y permaneció en el lugar del siniestro, una actitud que, remarca, no resulta «coherente» si su voluntad era «menoscabar a la denunciante».
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Los hechos se produjeron en la noche del pasado 29 de noviembre en una barriada de Cartagena. La pareja, con dos hijos en común, se encuentra en trámites de separación. El pasado mes de octubre la mujer denunció a su exmarido por malos tratos psicológicos pero el caso quedó archivado. Desde que se produjo el sobreseimiento, denunció la mujer, el hombre ha acudido reiteradamente a la zona donde ella vive y la mira desafiante. Una acusación que la juez tampoco ha considerado probada porque entiende que las veces que ambos han coincidido han podido deberse a que el procesado pasa por la zona para ir al trabajo o por la cercanía de la casa de un compañero.
La noche del 29 de noviembre la mujer se encontraba paseando a su perro cuando se encontró con su exmarido. Ella explicó a los agentes, en su denuncia, que al verlo le recriminó qué hacía allí y él le respondió que «lo que me sale de los cojones». En esa conversación, explicó la mujer, la perra se puso delante del coche y, cuando él arrancó para irse, ella le advirtió de la presencia del animal, continuando él y arrollándolo mortalmente.
La magistrada, tras valorar las diferentes pruebas, considera que no puede concluirse que la voluntad del hombre fuera atropellar al can, por la posición de ángulo muerto del animal, por el escaso tiempo de reacción con el que contó y por la creencia de que este se encontrara en la acera. La sentencia no es firme y puede aún ser recurrida.
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