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Carteles con publicidad de la clínica Lipoescultor, en la fachada de la sede, en el año 2020. JAVI CARRIÓN / AGM

Abren juicio a una falsa cirujana por una liposucción que acabó en la UCI en Murcia

El juzgado reclama a las dos acusadas, la doctora y la enfermera, una fianza de 255.000 euros para responder ante una posible indemnización

Lunes, 14 de noviembre 2022, 01:19

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La justicia murciana deberá ahondar, en los próximos meses, en una liposucción que acabó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital. El Juzgado de Instrucción número 6 de Murcia acaba de notificar un auto, al que LA VERDAD ha tenido acceso, en el que ordena la apertura de juicio oral contra la autora de la intervención quirúrgica y responsable de la clínica donde se llevó a cabo la misma, y para su hija, que fue quien la asistió durante la misma. Las dos mujeres están acusadas de presuntos delitos de intrusismo profesional y de lesiones por imprudencia grave de los que previsiblemente deberán responder ante un juzgado de lo Penal de Murcia.

Los hechos, que serán objeto de enjuiciamiento en un futuro próximo, se iniciaron el día 17 de noviembre de 2019, cuando una vecina de Caravaca de la Cruz acudió a la clínica Lipoescultor, dependiente de la mercantil Instituto de Rejuvenecimiento y Estética SLU y situada en la Gran Vía de Murcia, con el fin de someterse a una liposucción en sus piernas. Según explicó la magistrada en un auto previo, la mujer que practicó la intervención, Erika Y. C., carecía en ese momento de habilitación profesional para realizar ese tipo de operaciones. En la misma situación se encontraba su hija, Franyerika A. A., quien presuntamente auxilió a su madre como enfermera.

Para la intervención, fue la propia responsable del centro y principal acusada en este procedimiento quien aportó su material quirúrgico y quien se encargó en apariencia de su esterilización. A esta circunstancia se añade que el establecimiento tampoco contaba con licencia para realizar ese tipo de operaciones, pues solo estaba autorizado a servir de sede en la que pasar consulta, y que ni siquiera contaba con un quirófano.

La doctora carecía en ese momento de titulación para realizar ese tipo de operación y la clínica tampoco tenía licencia

Como consecuencia de esa intervención, sostienen las acusaciones, la mujer sufrió una importante infección que derivó en un 'shock' séptico y la mantuvo varios días en coma e ingresada, durante casi un mes, en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Morales Meseguer.

La Fiscalía reclama para Erika Y. C. tres años de cárcel por presuntos delitos de lesiones por imprudencia grave e intrusismo profesional. En el caso de su hija reclama que abone una multa. Además de las penas de cárcel mencionadas, se enfrentan a una reclamación de 155.620 euros por los daños que sufrió la afectada.

La acusación particular, por su parte, entiende que las dos mujeres deben responder por un delito de intrusismo y reclama que se les impongan penas que suman cuatro años de cárcel.

El juzgado, en su auto de apertura de juicio oral, ordena que se les requiera a ambas, o a la aseguradora de la clínica, una fianza de 255.000 euros para responder en el caso de que sean condenadas y deban hacer frente a una indemnización. En el caso de que no la presten, advierte la magistrada, se procederá al embargo de sus bienes.

Unas secuelas que le dificultan subir o bajar escaleras y rampas

El letrado Juan Rigabert, que representa los intereses de la afectada por esta intervención, incide, en su escrito de acusación, en las numerosas secuelas que esta vecina de Caravaca de la Cruz, que ronda los 40 años, sufrió como consecuencia de la liposucción. Esta parte sostiene que a la víctima le quedó una afectación del sistema cutáneo y trastornos arteriales de origen postraumático. Además, como consecuencia de la intervención, sufrió un perjuicio estético importante con cicatrices extensas en ambos miembros inferiores. Ese perjuicio ha quedado plasmado en un informe médico que elaboró el Instituto de Medicina Legal de Murcia y que será una pericial crucial durante el juicio. Concluye, entre otras cuestiones, que las secuelas le impiden realizar actividades que supongan deambulación prolongada y le dificultan el subir y bajar escaleras o rampas.

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