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EFE
Jueves, 9 de julio 2020, 10:18
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La defensa de las tres hermanas estadounidenses que denunciaron haber sido violadas por tres jóvenes afganos durante la celebración de la pasada Nochevieja ha cuestionado el valor probatorio de las imágenes aportadas por el letrado de los acusados y extraídas de los teléfonos móviles de dos de ellos.
Con esas imágenes, según expuso el abogado defensor de los denunciados, Melecio Castaño, en un escrito entregado en el juzgado de instrucción de Murcia que investiga los hechos, se trataría de acreditar que denunciantes y denunciados pasaron aquella en una situación distendida y nada compatible con las violaciones denunciadas.
Sobre esas imágenes, la defensa de las hermanas estadounidenses, que ostentan los letrados Mariano Bo y Pablo Martínez, han presentado un escrito en el juzgado, al que ha tenido acceso Efe, en el que se afirma que los vídeos no los ha extraído la Policía Nacional, sino que lo hicieron los investigados y los entregó su defensa.
«Desconocemos si fueron realizados con el consentimiento o no de las víctimas de este delito, de lo que nos podrán ilustrar las mismas en su declaración judicial, ya prevista en esta causa», comentan los letrados defensores de las hermanas.
Además, los letrados de las chicas añaden que «son vídeos grabados al gusto de los investigados, cortados e iniciados en los momentos que a ellos les pareció bien y que en absoluto excluyen los comportamientos denunciados; solo se aportan grabaciones de unos determinados momentos de una noche, y se cortan o se omiten al gusto otros».
Indica también el escrito que será la magistrada que dirige las investigaciones la que determinará si se trata de vídeos o imágenes completas o si han sido cortados.
Por otra parte, Castaño acaba de presentar un escrito en sede judicial en el que se pide al juzgado que se oficie al grupo de delitos tecnológicos de la Policía Nacional para que informe respecto a si los vídeos cuestionados fueron manipulados o si, por el contrario, se corresponden «fielmente» con los que se contienen en los teléfonos de los jóvenes afganos.
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