La izquierda frena una moción de C's para echar al presidente y convocar elecciones

A pocas horas de que el lunes finalice el ultimátum que Ciudadanos (C's) dio al PP para apartar a Pedro Antonio Sánchez de la presidencia de la Comunidad, el partido naranja inició ayer un ejercicio de funambulismo político que se antoja muy arriesgado por carecer, aparentemente, de red que le salve de un batacazo si falla, que es lo más probable. Su portavoz, Miguel Sánchez, anunció en la Asamblea Regional que el mismo lunes presentará una moción de censura contra el presidente si este no dimite, pese a necesitar para registrarla el apoyo de tres diputados de otros partidos y tanto el PSOE como Podemos se niegan a ello.

C's pretende que esa moción de censura sea «instrumental». Es decir, que sirva únicamente para desalojar a Pedro Antonio Sánchez y al PP de San Esteban. Inmediatamente, su sustituto convocaría elecciones regionales para que de ellas salga un nuevo ejecutivo, que completaría una legislatura que finaliza el cuarto domingo de mayo de 2019. Descarta la posibilidad de formar un gobierno conjunto, como quieren los dos partidos de izquierdas.

Una semana después de pedir sin éxito al presidente que se someta a una moción de confianza, el portavoz de C's provocó con su nuevo anuncio una nueva sacudida en el Parlamento, en otro día de plenos eclipsados por la parálisis institucional que sufre la Región desde la imputación judicial de Pedro Antonio Sánchez por el 'caso Auditorio', hace un mes. Tras desvelar sus planes inmediatos, que deben ser ratificados el lunes por la ejecutiva nacional de su partido, Miguel Sánchez se lanzó a la desesperada a buscar en el hemiciclo los apoyos de tres diputados para cumplir con lo que establece el Estatuto de Autonomía. El artículo 33.4 de esta ley indica que la moción de censura debe ser propuesta al menos por el 15% de los 45 diputados, es decir, un mínimo de siete y C's tiene cuatro. El documento debe incluir, además, un candidato a la presidencia.

En una breve conversación de pasillo, Miguel Sánchez pidió primero ayuda al líder de Podemos, Óscar Urralburu, sin avanzarle nada más. Obtuvo un no por respuesta. También habló durante diez minutos en un despacho con el dirigente socialista Rafael González Tovar. También le reclamó las tres firmas que necesita. Pero tampoco hubo acuerdo, porque el PSOE quiere llevar la iniciativa en la estrategia para intentar echar al presidente. Era lo previsible, porque Miguel Sánchez había criticado previamente las 25 medidas propuestas por Tovar a C's y Podemos para iniciar la negociación conjunta de una moción de censura presentada por él. «Es un intercambio de cromos, vieja política», resumió el portavoz de la formación naranja.

Sánchez quiere ser candidato

Para enredar más la situación, Miguel Sánchez no desveló ni a Tovar ni a Urralburu quién sería el candidato alternativo a presidente de la Comunidad: él mismo, según informaron fuentes de su partido. Pero el líder socialista no admite esa posibilidad, sabedor de que está ante uno de los últimos trenes de su vida política, y el de Podemos, tampoco. Urralburu no considera prioritario ser presidente pero, aunque no pone líneas rojas para derrotar al PP, tampoco quiere desaprovechar la oportunidad de influir en un hipotético nuevo gobierno, máxime cuando cotiza a la baja ante la nueva dirección nacional de su partido.

«Descartamos ceder diputados y adelantar las elecciones. El PSOE asumirá su responsabilidad y presentará la moción de confianza cuando llegue el momento, no hay prisa, hablando con Podemos y C's. Pero descartamos ocurrencias de última hora», dijo Tovar. Urralburu añadió que C's plantea una moción «artificial, sin vida» cuando los murcianos «nos piden que estemos a la altura».

En esta ceremonia de la confusión, PSOE, Podemos y PP buscaron en Madrid claves para entender las verdaderas intenciones de Miguel Sánchez, extrañados por su salto al vacío sin paracaídas. No las hallaron. Socialistas y miembros de Ciudadanos negaron pactos ocultos de sus dirigentes nacionales para sorprender el lunes a los murcianos.

«Esto es una nueva ocurrencia de Miguel Sánchez. Si el jueves pasado se despachó con la petición de una cuestión de confianza, ahora lo hace anunciando que va a presentar la moción de censura cuando ni siquiera tiene los diputados necesarios para hacerlo. ¿Cuál va a ser la próxima? Esto no es serio», dijo a 'La Verdad' el portavoz del PP, Víctor Manuel Martínez.