Flores depositadas en el punto de la avenida Primero de Mayo de Murcia donde se produjo el atropello mortal.

El conductor ebrio que mató a un ecuatoriano no irá a prisión

Un juzgado condena a Javier J. a dos años de cárcel y deja la pena en suspenso al no contar con antecedentes

Alicia Negre

Jueves, 9 de febrero 2017, 01:02

El conductor ebrio que segó la vida del ecuatoriano Oswaldo de los Ángeles Morante en el verano de 2012 no irá a prisión. El Juzgado de lo Penal número 1 de Murcia ha condenado al autor de este atropello mortal, que se produjo en la avenida Primero de Mayo de Murcia, a una pena de dos años de prisión. Al no contar con antecedentes, el juzgado aceptó la petición de su letrado defensor, Raúl Pardo-Geijo Ruiz, para que la pena quede en suspenso durante un plazo de tres años.

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El procesado, Javier J.R., llegó a un acuerdo con la Fiscalía por el que asumió el pago a la familia de Oswaldo -que dejó mujer y dos hijos- de 10.000 euros, de los que solo le quedan por abonar 2.350. La suspensión de su condena queda supeditada al cumplimiento de este pago en un plazo máximo de cuatro meses. El magistrado ordena, asimismo, que se le retire el permiso de conducir durante dos años y medio y que se le obligue a realizar un curso de sensibilización y reeducación vial.

El Ministerio Público reconoció al procesado dos atenuantes que acabaron rebajando su condena. Una fue la de reparación del daño, ya que Javier J.R. ha estado abonando desde entonces 150 euros mensuales a la familia. La otra fue, según recoge la sentencia, la de atenuantes indebidas, al haber estado el procedimiento judicial paralizado desde marzo de 2015 a enero del pasado año.

Oswaldo perdió la vida en la madrugada del 7 de junio de 2012 cuando aguardaba en la avenida Primero de Mayo de Murcia un coche que lo llevara a trabajar. Javier J.R., de 24 años, circulaba por esa zona tras haber estado bebiendo alcohol y, a la salida del túnel, debido a su embriaguez y a una excesiva velocidad, perdió el control del automóvil. Tras atravesar la mediana de la avenida, invadió el sentido contrario y acabó empotrándose en la acera, donde se encontraba el jornalero ecuatoriano, arrojándole contra un poste.

La Policía Local, al llegar al lugar del siniestro, sometió al conductor a dos pruebas consecutivas de alcoholemia. Estas arrojaron un resultado de 0,86 y 0,8 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, más del triple de la tasa máxima permitida.

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En aquel momento, Oswaldo vivía con su mujer, Claudia, y un hijo de ambos, de cuatro años. «Desde que murió no para de preguntar dónde está su padre», explicó su pareja a 'La Verdad'. «Antes de marcharse nos dio un beso a mí y a su 'torito'». Este ecuatoriano tenía, además, otra hija, fruto de un anterior matrimonio.

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