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Pablo Puertas, Juan Ángel Fernández, Antonio Valcárcel y Conrado Baño, en una sesión clínica con las reproducciones 3D de los tumores y la pelvis de dos pacientes.
La Arrixaca se lanza a la tecnología 3D para las operaciones más complejas

La Arrixaca se lanza a la tecnología 3D para las operaciones más complejas

Traumatólogos y cirujanos han intervenido ya a seis pacientes de sarcoma en la pelvis con la ayuda de moldes exactos de huesos y tumores

Javier Pérez Parra

Lunes, 30 de enero 2017, 00:34

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La tecnología 3D ya ha desembarcado en los quirófanos de la Región. Los moldes exactos de la anatomía de los pacientes serán una herramienta cada vez más habitual a la hora de realizar operaciones antes descartadas por su complejidad o por sus escasas posibilidades de éxito. Es toda una revolución que el cirujano Juan Ángel Fernández, jefe de la Unidad de Sarcomas del Hospital Virgen de La Arrixaca, compara con el impacto de la laparoscopia, la técnica que consiguió sustituir a la cirugía abierta en múltiples intervenciones de todo tipo.

  • Sarcomas

  • Son tumores que afectan a tejidos conectivos (cartílagos, músculos, huesos). Al año se operan en La Arrixaca unos 60 casos de sarcoma.

  • La tecnología 3D

  • A partir de las imágenes de los órganos afectados obtenidas por escáner, se imprimen reproducciones exactas en tres dimensiones, lo que permite a los cirujanos comprobar la morfología del tumor y cómo afecta a la estructura anatómica y a los órganos.

  • Los profesionales

  • El equipo lo componen la Unidad de Sarcoma de Cirugía General, con Juan Ángel Fernández y María Dolores Frutos, y la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos de Traumatología (Pablo Puertas y Antonio Valcárcel).

Juan Ángel Fernández y la también cirujana María Dolores Frutos han empezado a utilizar moldes 3D en las intervenciones de sarcoma. En concreto, en la extirpación de tumores en la pelvis. Trabajan en coordinación con Pablo Puertas y Antonio Valcárcel, de la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos de Traumatología. De momento, han llevado a cabo seis operaciones. La primera, hace ahora un año. La paciente tenía 17 años y, sin esta nueva tecnología, probablemente habría pasado directamente a cuidados paliativos sin entrar en el quirófano. Apenas un puñado de grandes hospitales en toda España (Gregorio Marañón en Madrid, Vall D'Hebron en Barcelona) llevan a cabo este tipo de intervenciones de sarcoma con ayuda de tecnología 3D.

Los sarcomas son tumores malignos que se originan en los tejidos conectivos (cartílagos, músculos, huesos), y suelen representar un reto para los cirujanos y traumatólogos por su tamaño y complejidad. Especialmente en áreas como la pelvis, donde la masa tumoral va creciendo junto a zonas tan sensibles como la uretra, la vejiga, los órganos sexuales o el recto. Sin olvidar vasos sanguíneos como la arteria ilíaca. Pacientes que hasta hace apenas un año no eran operados, por ser considerada la intervención poco viable, han empezado ahora a pasar por el quirófano gracias a la incorporación de moldes 3D «que replican con exactitud la anatomía del paciente», subraya Juan Ángel Fernández. Los cirujanos pueden así estudiar al milímetro el tumor, el hueso, las partes blandas, las zonas de corte y las posibles complicaciones. «Incluso mientras estamos operando tenemos el molde en el quirófano, convenientemente esterilizado, de forma que si tenemos alguna duda podemos parar, analizar los siguientes pasos y continuar», destaca Fernández.

Masas de hasta 30 centímetros

Los moldes 3D los elabora la empresa DMQ (Distribuidores Médico Quirúrgicos), embarcada en el proyecto 'IngenieríaQx.com' para la elaboración de estas reproducciones exactas en tres dimensiones. Desde La Arrixaca se envían las pruebas de imagen a partir de las cuales se elaboran los moldes, impresos con ácido poliláctico, explica Conrado Baños, de DMQ. A la vista, y para los no iniciados, las reproducciones anatómicas resultan poco espectaculares, incluso simples. Pero para los cirujanos son fundamentales. «Estamos hablando de grandes tumores de 25 o 30 centímetros que van creciendo y modificando la estructura anatómica. Te encuentras con que la arteria que debía ir por determinado sitio se ha desplazado, y si no te das cuenta puedes lesionar el vaso», explica la cirujana María Dolores Frutos.

Se trata, en definitiva, de cortar con la máxima exactitud posible, limitando la extirpación de órganos y hueso afectados pero sin correr el riesgo, al mismo tiempo, de no limpiar adecuadamente la zona afectada por el cáncer. Después, y una vez extirpado el tumor, llega la segunda parte: la reconstrucción. Los traumatólogos utilizan prótesis o injertos de hueso. «Llevamos a cabo este tipo de trasplantes desde hace veinte años, nos nutrimos del banco de tejidos de Alicante», explica Pablo Puertas, jefe de la Unidad de Tumores Musculoesqueléticos de Traumatología.

Las operaciones son agotadoras, con dos traumatólogos, dos cirujanos y el resto del equipo (anestesista, enfermeros). Se alargan durante siete u ocho horas. Pero el esfuerzo merece la pena. Se da una oportunidad de supervivencia a pacientes que hasta ahora estaban condenados a los cuidados paliativos. Enfermos en muchos casos jóvenes a los que el sarcoma, un cáncer especialmente traicionero por la ausencia de síntomas, sorprende cuando ya es demasiado tarde.

Al año, en La Arrixaca se intervienen unos 60 sarcomas, de los que aproximadamente una decena afectan a la pelvis. La tecnología 3D se ha convertido en una aliada para estos casos, pero se trata solo del principio. Su uso se irá extendiendo en la cirugía oncológica en los próximos años, pronostica Juan Ángel Fernández. «En el ámbito de los tumores de partes blandas -vaticina- tiene un potencial extraordinario».

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