«Lo peor es que alguien necesite un médico»
Vecinos de pedanías de Moratalla se mantienen «aislados del mundo, a base de migas y caldo con pelotas»
Juan Ruiz Palacios
Viernes, 20 de enero 2017, 01:35
Tiene una tienda de comestibles en la pedanía de Otos, en Moratalla, donde los vecinos compran productos a diario. Pero ayer, el responsable de este negocio, Manuel López, decidió ponerse el mundo por montera cuando vio que la gente estaba resguardada en sus casas por el frío y la nieve. «Como los más mayores no han podido venir, les he llevado yo los productos para que pudieran comer. Esto es un lugar muy pequeño y nos conocemos todos», explicaba ayer López. «El problema de este mal tiempo es que estamos aislados del mundo. Lo mejor son las migas y el caldo con pelotas».
Los vecinos de algunas pedanías de Moratalla, como Otos, Benizar y Mazuza, prefirieron no salir ayer a la calle para resguardarse del frío y de la nieve, que llegó a alcanzar los 20 centímetros. Además, la mayoría de las carreteras estuvieron cerradas al tráfico -solo se podía circular con cadenas- y muchos lugares sufrieron cortes de luz. «Muy poca gente sale a la calle estos días, quitando los críos, que están disfrutando mucho y quieren que siga nevando», aseguró López, que ayer vendió dos sacos de harina en su local. «Lo peor del temporal es que tenemos miedo de que alguien necesite un médico y la UVI no pueda llegar a tiempo», alertó, mientras llevaba leña al horno familiar.
Cancelación de reservas
Su hermano, Cristóbal, es gerente de un restaurante en la zona. «Me he visto en la obligación de cancelar las reservas y de decir a la gente que no viniera al bar por el peligro de las carreteras», comentó el hostelero. Uno de los principales problemas es que, al no dejar de nevar en ningún momento, los quitanieves pasaban pero a los quince minutos las vías volvían a ser intransitables. «Solo unos pocos salen de sus casas y es para ir al bar a tomarse un vino. Después, regresan por el frío», sostuvo.
Algunas empresas cerraron sus puertas por el temporal. Así ocurrió en las instalaciones de Fabricaciones Chopina, donde no pudieron trabajar porque los compresores del agua estaban congelados. En Mazuza les ocurrió algo parecido a los empleados del campo. «Han venido todos al bar para tomar algo y ver la nieve, porque no se puede trabajar con este frío», comentó el alcalde pedáneo, Ginés Sánchez. Y es que ayer, como muchos insistían, solo era «día de migas y caldo con pelotas».